Lerdo de Tejeda, Ver.- En medio de la tristeza y la indignación, Erika Cruz, madre de Brando, clama por justicia mientras el cuerpo de su hijo, de 27 años, descansa en el cementerio de Lerdo de Tejada.
El viernes, Brando fue asesinado por policías municipales, desatando consternación y furia en toda la comunidad.
Erika asegura que su hijo no eludió ningún retén; por el contrario, llegó a casa de su abuela, donde fue víctima de los disparos que le arrebataron la vida.
«Hoy temo por mi vida, porque si fueron capaces de quitarme un pedazo de mi vida, pueden acabar con mi vida completa», expresó Erika Cruz, visiblemente consternada.
«Vine a dejar parte de mi corazón, parte de mi alma, parte de mi cuerpo. Desde que mataron a mi hijo, no puedo dormir. Lo único que quiero es justicia».
Centenares de personas acompañaron en silencio a la familia de Brando por las calles lluviosas de Lerdo de Tejada.
Arropada por su familia, Erika subrayó que su sufrimiento no tiene tintes partidistas y enfatizó que lo único que busca es justicia.
Cuestionó el número de detenidos en relación con los policías municipales señalados, mencionando que ella contó a cinco uniformados en el lugar del homicidio y solo reportan la detención de cuatro..