Ya estamos a nada de terminar el primer semestre del año 2025. Y al parecer lo que más llama la atención es estar al pendiente de las muertes, la violencia, las ocurrencias de algún Mandatario, el accidente del buque escuela Cuauhtémoc por mencionar algunas cosas. Lo que realmente ahora nos debe llamar la atención no es ver que México le vamos a dejar a las futuras generaciones, es que futuras generaciones le vamos a dejar a México. A l sentarme a escribir estas opiniones me siento como en la década de los 60-70 y 80. Pura mala noticia y pura tragedia.
Nosotros los mexicanos siempre echando la culpa al gobierno de todo. Nosotros los mexicanos creamos un monstruo, le dejamos a los gobiernos que hicieran y deshicieran lo que ellos quisiera, siempre y cuando yo estuviera más o menos bien o muy bien. Las situaciones que hoy vivimos no se crearon por generación espontánea, son la consecuencia de muchos años de abusos y de soportar esos abusos. Y nosotros los ciudadanos lo permitimos todo, a veces a cambio de que me favorecieran en algo o que simplemente me dejaran ser. No nos importaba nada la ley, las obligaciones, los derechos, solo era pasarla lo mejor posible.
En México poco nos enseñaron a respetarnos, a tener dignidad, a respetar al de junto, a ser solidarios y esa formación debía venir desde la casa y en las escuelas. Y al no buscar un respeto a la dignidad de la persona humana lo que menos había era el deseo de buscar el Bien Común entre la sociedad humana. Teníamos a papá gobierno que se encargara de todo, nuestra seguridad, nuestra salud, nuestra educación, nuestra economía etc. Y que obtuvimos carencias en nuestra calidad de vida.
Durante décadas padecimos la dictadura partidista, los carros completos en las elecciones, la simulación de actos de gobierno, la corrupción y todo lo toleramos, todo lo sostuvimos, con apatía, con valemadrismo, con un silencio cómplice, no cumplíamos nuestras obligaciones como era el ir a votar. Las letras de las leyes y sobre todo las de la Constitución eran hermosas, sabias, pero para que se cumplieran en otros no en nosotros. Nos ponen en la Constitución que México es una República democrática formada por entidades federativas autónomas y que la base de su división territorial y de su vida es el municipio. Todo eso fue letra muerta y hasta la fecha es poco respetada.
Hemos padecido por años y hasta la fecha el centralismo descarado, la falta de autonomía estatal y municipal, el poder económico solo en la esfera federal. Los municipios abandonados, fue hasta 1997 cuando se les reconoció como gobierno a los Ayuntamientos, antes decía la Constitución eran administradores. Y sí eran administradores de carencias, de las migajas que les daban. Se les olvidaba a todos los de los Poderes Ejecutivo y Legislativo que los mexicanos hacíamos nuestra vida en los municipios y que los servicios públicos necesarios para una buena calidad de vida la debían dar los gobiernos municipales.
Porqué comento eso, muy fácil, vamos a poner solo 100 años, si en los últimos 100 años los tres órdenes de gobierno hubieran cumplido con la ley y la Constitución y hubieran hecho su tarea, hoy tendríamos otro México, lógico partiendo de la base que también los ciudadanos hubiéramos hecho nuestra tarea. Pero no fue así, la ambición del Poder por el Poder o lo permitió. No se podía permitir tener estados y municipios fuertes, se debía tener a esos órdenes de gobierno atados de manos para someterlos a la voluntad del Ejecutivo Federal y éste hiciera lo que quisiera con nosotros los ciudadanos. No podía haber libertad y educación o se perdería la fuerza del centro.
Las tragedias vienen porque a los gobernantes se les olvida para que están y a los ciudadanos se nos olvida para que servimos y para que estamos. No acabamos de entender la magnitud de lo que implica una Nación, todo lo que necesita, no vislumbramos cada acción de gobierno para aplicar en políticas púbicas que lleven al Bien Común. Permitimos que nos usen, que abusen de nosotros, no hay dignidad que valga. Nos es imposible a todos conocer todo lo que maneja un gobierno federal o estatal, pero no un municipal. Y como no respetamos el federalismo pues no podemos participar en todas las actividades en las que pudiéramos participar.
Las políticas públicas han sido un desastre, de lo contrario, estaríamos en otra situación. La política social (combate a la pobreza, salud, educación, cultura, deporte etc.) muy mal de siempre y ahora cada vez peor. La política energética por los suelos por el mito de proteger la soberanía nacional. La política económica fallando. La política de seguridad ni hablar cada día peor. La política agropecuaria totalmente olvidada. La política de infraestructura, agua y medio ambiente mal usada y sin continuidad. En fin no hay ninguna base de un humanismo político para gobernar a México.
El abuso del Poder, la falta de libertad, la falta de respeto a los derechos humanos, la falta de cumplimiento a las leyes, la falta ciudadanía que cumpla con sus obligaciones nos ha llevado a la tragedia que vivimos. Y desde el 2018 a la fecha solo ha ganado el resentimiento, la sed de venganza, la mentira, la demagogia, el comprar las voluntades, la mentira para dar la puntilla a la tragedia.
Debemos participar, debemos exigir que se respeten las funciones de los tres órdenes de gobierno y será más fácil resolver los problemas, empecemos por lo local y se arregla lo nacional. Con municipios fuertes, entidades federativas fuertes y una Nación fuerte.
Tomás Trueba Gracián.