Los mercaderes de la muerte en época de pandemia y el necesario regreso a clases en la nueva normalidad
Crónicas Ausentes
Lenin Torres Antonio
Un organismo que llega a cuestionar nuestra supremacía evolutiva, y nos está enseñando que el principal enemigo que teníamos que temer, siempre ha estado afuera.
Un organismo que nos ha ridiculizado, mostrándonos cuán estúpidos hemos sido, pensando la mayor parte de nuestra historia, ya que habíamos vencido, domesticado o aniquilado a cualquier otro ser vivo que se cruzase por nuestros caminos, que el único rival que teníamos éramos nosotros mismos. (6)
Hace un corto tiempo escribí un texto que titulé: “¡no habrá la vuelta a esa normalidad a la que estábamos acostumbrados!”, hoy veo que algunas reflexiones siguen penosamente vigentes, principalmente la nula capacidad del ser humano de entender que la nueva normalidad no tan sólo tiene que ver con un nuevo comportamiento ante la pandemia del coronavirus, sino fundamentalmente un nuevo comportamiento ante la naturaleza, porque nuestra arrogancia trastoca la sana armonía que debíamos tener con nuestro entorno natural, y más pensando que la pandemia de coronavirus y las nuevas pandemias que se avecinan tienen que ver con “al impactar, masivamente, en los ecosistemas globales nos estemos encontrando con virus inesperados”(1).
De igual forma, vemos como se sigue haciendo uso de la pandemia del coronavirus que tanto dolor, muerte y sufrimiento está causando al ser humano con fines políticos, dejando ver la parte egoísta del ser humano, la maldad en todo su esplendor, cuando vemos, que en la búsqueda por el poder político, a gente sin escrúpulo apostar, e incluso desear que haya más muertos y enfermos por el covid19 para hacer caer al adversario político, y para ello, como en el caso México, utilizar a los medios de comunicación para tal fin, soslayando de esta manera, toda ética que debería traducirse en solidaridad y coadyuvancia para hacer frente a esta terrible emergencia sanitaria que vive el mundo, y particularmente, a países en desarrollo como es el caso de México.
El ser humano tocó fondo y aún a sabiendas o inconsciente que tampoco lo exculpa, se niega aceptar que la vida humana necesita una profunda revisión, principalmente sus fines, y que la pandemia del coronavirus es la punta del iceberg de su historia de guerras, despropósitos y contradicciones, de su vida banal y superficial. Y pese a ello, hay quienes todavía intentan sostener a capa y espada esa narrativa occidental hegemónica basada en una economía capitalista salvaje que sirva a fines lúdicos y estúpidos, y nunca a la justicia social, a la igualdad, y principalmente, a usar la inteligencia del ser humano para protegerlo, y sí para las armas y la construcción de paraísos superfluos a donde apunta los fines de la vida humana; patéticamente, nos vemos ahora atrapados y aterrados ante un microorganismo quien es “la auténtica corona de todos los reinos” (2).
El uso de la pandemia del coronavirus como arma y estrategia política es el lugar común de los adversarios al gobierno de la república y su intención de volver al deseado poder político y económico, quienes lo hacen sin disimular, sin prejuicio, quienes han normalizado tal comportamiento como un acto justificable, así lo vimos desde el inicio del gobierno de AMLO, desde que perdieron el poder político y económico que significa estar gobernando la república mexicana, sin la más mínima intención de entender que por sentido común y ética no se puede ni se debe usar los asuntos más urgentes de la agenda pública como una arma de lucha política, y sí asumir un comportamiento solidario y propositivo para buscar las mejores y más inteligentes estrategias pública para hacer frente a la pobreza, la violencia organizada y la pandemia del coronavirus, en cambio, lo hemos visto usar todo sus recursos para propalar el miedo, tergiversando la información, mentir y atacar sin fundamentos todas las acciones gubernamentales con tal de formar opinión contraria tal cual fascistas de extrema derecha, dejando ver maléficamente sus funestos propósitos que nada tienen que ver con la solidaridad, la preocupación por arrimar el hombro para buscar las mejores condiciones para enfrentar entre todos la nueva normalidad a que nos ha orillado la crisis sanitaria del coronavirus.
El mundo es otro, la pandemia del coronavirus no es una pandemia estacional y si una pandemia que al mundo lo agarró sin la más mínima idea de cómo enfrentarlo, y los resultados son funestos, a la fecha de 1 de agosto de 2021, alrededor de 4,2 millones de personas habían fallecido a nivel mundial a consecuencia de la COVID-19, y América supera ya los dos millones de decesos (3), y más de 200 millones de contagios por el coronavirus. Estamos hablando de un estado de excepcionalidad que nos ha obligado a modificar radicalmente nuestra vida diaria pese a nuestros deseos, a nuestra sociabilidad, y movilidad. Por lo que es obvio que no hay ninguna actividad humana que no sea modificada para acomodarla a la pandemia del coronavirus y a una nueva normalidad.
México vive un escenario cruel, principalmente por los mercaderes de la muerte, la oligarquía desesperada porque sus estrategias políticas no le han posicionado para competir con AMLO por el poder público, y han hecho uso de todos los medios de comunicación, tv, radio e internet (redes sociales), para hacer periodismo amarillista, desde el principio los vimos hacer guardia en los hospitales, centros de salud, e incluso acompañar a las ambulancias con tal de mostrar lo grave que estaba la situación de la pandemia, y con ello, ocupar horas de tiempo aire, y por consiguiente, inversión económica con tal de hacer la nota roja; transitaron de esas guardias obligatorias de los corresponsales para obtener la mejor nota roja en los hospitales, clínicas, ambulancias, crematorios, a el tema de la vacuna, su “incapacidad del gobierno” para vacunar a los mexicanos, hasta ahora, con el tema del regreso a clases en la nueva normalidad, y jamás ocupar su tiempo aire y su inversión para la concientización de la nueva normalidad que tiene que ver con las formas de prevención en la socialización, sana distancia, el uso del cubrebocas y la higiene o satanización constante.
La pandemia no hizo parar su lucha por el poder de esos apátridas, en su intento de normalizar la mentira y el periodismo amarillista, se han topado con la pared de una nueva conciencia del mexicano, que sabe distinguir entre la política de la politiquería, la propuesta de país que la 4T simboliza y la lucha por el poder por el poder de esa oposición inmoral.
“La crisis sanitaria del coronavirus o Covid-19 continúa haciendo estragos en el mundo, matando gente, dañando la economía mundial, haciendo sufrir física y psicológica a la gente, trastocando la normalidad social, provocando formas y actitudes nuevas en el orden social, generando un reacomodo de las fuerzas mundiales, un nuevo orden de poderes mundiales, provocando luchas geopolíticas por el dominio mundial, desvelando lo mejor y lo peor de los seres humanos, por eso vemos a grupos depredando y aprovechando la contingencia sanitaria en sus luchas por poderes locales y mundiales, pero también, vemos muestras de solidaridad y hermandad, nuevos duelos y ritos ante la muerte, psicosis y paranoias por miedo al contagio, incluso, incredulidad, negación y resistencias a aceptar la nueva normalidad humana, la nueva perspectiva de la naturaleza humana” (4).
“El hombre se inmovilizó, se recluyó, y a veces parece que no ha servido para nada, principalmente porque vemos, que sigue en menor o mayor medida los contagios y los fallecimientos no tan sólo localmente sino mundialmente, algunas países saliendo entre comillas de la crisis sanitaria del coronavirus, y otros entrando a los estragos de los picos y con curvas pronunciadas que parecen infinitas, y para el colmo de nuestros males, parece que el Covid-19 se estacionó y convirtió en foco rojo a América” (4).
“Esta crisis sanitaria del Covid-19 no ha terminado, y hay que aceptar y practicar esa nueva cultura de la higiene, la distancia y la cercanía, por ahora, nada de abrazos, besos, y saludos efusivos de manos, a expresar nuestra amistad, amor, y familiaridad con el habla y la mirada, con el gesto y la actitud, esa es LA NUEVA NORMALIDAD que hay que entender y acatar si no queremos morir o sufrir en el menor de los casos” (4)..
Además, se tiene que dejar de usar el tema Covid-19 como herramienta política en la lucha por el poder, eso es aberrante e inmoral. El problema de la crisis sanitaria del coronavirus es un problema global que están padeciendo todos los países del mundo, los del primer mundo como los que llaman discriminantemente este modelo neoliberal, en desarrollo o pobres, claro está, que estos últimos la están pasando más mal. Y lo digo, porque ayer estuve viendo el noticiero de Ciro Gómez Leyva, y lamenté enormemente verlo empecinado en tratar de usar sesgadas las estadísticas del coronavirus, acomodarlas, reiterar, para buscar ubicar al gobierno de la república, sin decirlo, como el causante de los fallecimientos y contagios, en lugar, de estar reiterando, instigando, convocando a acatar la nueva normalidad para llegar aplanar esa curva que parece infinita, y puede ser infinita; verlo soslayar que todos los países aun los más ricos y con estructuras sanitarias del primer mundo, no pudieron prevenir los estragos del Covid-19, como los Estados Unidos; que el desconocimiento y la falta de control sobre el virus Covid-19 reduce, como la única herramienta de mitigación y solución, la sana distancia y la higiene; que las nuevas formas de acercamiento son otras…que no sirve para nada las previsiones si no se acatan estrictamente las indicaciones de la sana distancia y la higiene…esto me lleva a reiterar que hay una responsabilidad sumamente importante de los medios de comunicación, como formadores de opinión, en coadyuvar en estos momentos de grave crisis sanitaria. Y que se entienda que ya habrá momento para hacer Política o Grilla, y luchar por el poder (4).
“Tampoco quedémonos con la idea que el problema es el pueblo, pues éste, en muchísimas ocasiones no tiene alternativa que moverse para buscar su manutención, que tenemos una buena población en situaciones límites tanto educativa, laboral como médicas que tenemos que educar y ayudarles a que juntos con los gobiernos municipales, estatales y federal, así como organismos de la sociedad civil, incluso, la iglesia, a educar en esa nueva cultura de la higiene y la sana distancia, a generar formas de organizarnos para paliar no tan sólo la crisis sanitaria sino también económica, ahora sí, tenemos que movilizar a cada uno de los mexicanos y mexicanas, actores, líderes, partidos políticos, etc., en una cruzada por salvar a México; en eso debemos ocupar nuestra energía e inteligencia” (4).
Vayamos hacia un decrecimiento de ese virus, más mortal que el Covid-19, en el mundo que es el hombre, con su actitud depredadora, destructora, e inconsciente, y que detenga la vorágine de la movilidad incontrolable hedonista y pulsional.
Pero esos exhortos a la solidaridad en la política, y principalmente a la oposición política, y al poder económico y mediático anti AMLO, quedó en el vacío, y vemos ahora como en “el regreso a clases dentro la nueva normalidad” su nueva arma política, tergiversando, haciendo campañas de miedo, señalando, acusando, pero nunca proponiendo, así es la forma de “hacer oposición de a muertito” (5) del conservadurismo.
Claro que hay que regresar a clases como lo hacen e intentan hacer todos los países en el mundo, claro que esos dos períodos escolares en la nueva normalidad ha hecho estragos a nuestros hijos, claro que tenemos miedo que nuestros hijos se contagien y enfermen, claro que tenemos hacer protocolos inteligentes que prevengan el contagio, claro que no es lo mismo regresar a clases en Alemania que en México, que tenemos hacer un esfuerzo extra por nuestras condiciones de nuestras escuelas, pero todo lo anterior es una cosa, y otra, es la actitud malsana de esa oposición político, del poder mediático y económico, esperan pertrechados que ocurra cosas graves y tienen razón nuestro presidente cuando dice “que esperan que nuestros hijos enfermen y mueran”, porque aunque parezca impensable así es, la mentalidad criminal de esa oposición no tiene límite.
Por un regreso a clases exitoso y que nuestros hijos no enfermen ni mueran, y para que ello ocurra, todos debemos participar y solidarizarnos, hay la libertad de decidir no enviarlos, pero lo mejor es enviarlos en las mejores condiciones preventivas para que no ocurra eso que desean esa oposición enferma.
1.- https://elpais.com/elpais/2020/03/13/planeta_futuro/1584096555_110211.html.
2.- https://www.entornopolitico.com/columna/44358/lenin-torres-antonio/
3.-https://es.statista.com/estadisticas/1107719/covid19-numero-de-muertes-a-nivel-mundial-por-region/
4.- http://jornadaveracruz.com.mx/Post.aspx?id=200605_133226_498
5.- https://www.entornopolitico.com/columna/45250/lenin-torres-antonio/
6.- https://www.entornopolitico.com/columna/44196/lenin-torres-antonio/
Agosto de 2021