Por Auricela Castro García
La profesión de un médico es realmente difícil y comprometedora, de un diagnóstico depende la vida de un ser humano, es por ello que no cualquier persona puede estudiar medicina.
Para todos ellos mi reconocimiento, en especial para mi hijo Luis Alberto Castillo Castro, quien diariamente se la pasa estudiando, actualizándose, para cada vez ser mejor y poder ayudar a sus pacientes a lidiar y librar con sus enfermedades.
La carrera de medicina, se dice fácil, pero es una de las profesiones que requiere de mucha entrega y estudio, aquí no hay equivocación, porque de ello depende no una, sino muchas vidas.
Tengo un hijo a quien veo día con día cómo se esfuerza por seguir actualizándose; a pesar de que ya tiene título de Médico Cirujano, constancias de cursos, una maestría en ultrasonido y para el próximo año infectología.
A pesar de que trabaja en el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz, no deja de estudiar, con la pandemia, su amor por la medicina ha aumentado y con ello su entusiasmo por seguir estudiando para tratar de ser mejor y poder ayudar a sus pacientes.
Y así como él hay miles de médicos que hacen un esfuerzo enorme por tratar de capacitarse y ser mejores, porque de ellos depende la vida de un ser humano.
Tengo un gran respeto por todas las profesiones, ya que requieren de una gran responsabilidad pero, para mí, la de un científico, arquitecto y la de periodista son fundamentales, ahí no se pueden dar el lujo de equivocarse.
Es por eso que en este día, domingo 23 de octubre, va mi reconocimiento para todos los médicos, que se pierden de fechas importantes con su familia y amigos, por ver a un paciente o seguir preparándose, es digno de alabar, porque para ellos salvar una vida está por encima de todo.
