Coatzacoalcos, Ver. – Lizbeth Nayeli Aguilar, de 24 años, y su bebé de un año, son dos de los sobrevivientes del tráiler abandonado en la carretera transístmica Jáltipan-Acayucan, donde cerca de 200 migrantes se encontraban hacinados y al borde de la muerte por la falta de ventilación y las altas temperaturas. Nayeli, originaria de Guatemala, emigró de su país buscando mejores oportunidades y un futuro seguro para su pequeña.
La joven narró las ocho horas de horror que vivió dentro del camión hasta que, junto a otros migrantes indocumentados, fue rescatada. La intención de estos migrantes era llegar al norte del país, pero se encontraron con una situación aterradora cuando los traficantes intentaron entregar a algunas mujeres a un grupo delictivo.
“Iban a entregarnos a un cartel, pedían dos mujeres, pero bajaron a dos hombres, uno murió y tras la muerte del muchacho nos dejaron ahí, ellos se fueron y nos dejaron solos a la buena de Dios a como saliéramos del camión”, narró.
Los migrantes finalmente lograron atraer la atención de automovilistas que pasaban por la zona, quienes los ayudaron a salir. Algunos de ellos presentaban signos de deshidratación y estaban al borde del desmayo debido a las condiciones extremas en las que viajaban.
Este caso resalta el peligro y las dificultades que enfrentan los migrantes que buscan el «sueño americano». Los traficantes de personas explotan a estas personas vulnerables, cobrándoles miles de dólares y poniendo en riesgo sus vidas.
Guillermo Garduza, director de la Casa del Migrante Santa Faustina Kowalska, narra que el uso de fármacos en migrantes se ha venido documentando desde hace ocho años en el sur de Veracruz.
“Hay dos clases de medicamentos, muchos me dicen que allá en Chiapas donde hace calor se los dan y despiertan donde hace frío, no ubican la ciudad donde es, pero si sienten el frio, se supone que el frío es de Xalapa para arriba, no los dejan bajar al sanitario, ellos vienen ocultos, vienen encerrados, y lo que les dan- la droga- es para que se duerman o estén como idos no se muevan, no den lata, no delaten, es lo que están haciendo es la modalidad que se ha usado antes y que se esta usando hoy más todavía”.
En busca de una oportunidad para continuar su viaje hacia Estados Unidos, Nayeli y otros migrantes sin documentos se encuentran asilados en la Casa del Migrante y ahora buscan obtener los permisos necesarios para seguir su camino sin tener que arriesgar nuevamente sus vidas y las de sus seres queridos.
Con información de AVC