Coatzacoalcos, Ver.- José Alejandro originario de Venezuela denunció el viacrucis que pasan los extranjeros sin documentos en la zona selvática que cruza la frontera entre Colombia y Panamá mejor conocida como el «Tapón del Darién» territorio controlado por el ejército y grupos de guerrilleros.
Alejandro actualmente se encuentra en Coatzacoalcos en la búsqueda de poder concretar el sueño americano y pese a que la travesía por el país ha sido dificultosa, no se compara con la experiencia que se vive en la también llamada ruta más peligrosas del mundo.
«Tienes que pagar sino tienen dinero te puede ir un poquito mal, gracias a Dios a mi hubo mucha gente que me ayudó y me pagaron el pase, porque tienen que pagar un pase, te cobran aproximadamente 120-100 u 80 dólares, varían los precios dependiendo del día, después de ahí te arrancas caminando para poder llegar al primer campamento y duras un día caminando hasta dos días dependiendo del ritmo al que vayas, porque hay que subir una montaña, la primera montaña que subes es una de las montañas más fuertes”.
El tapón de Darién consta de cinco mil kilómetros cuadrados de selva tropical, montañas escarpadas y ríos, en dónde se ubican al menos tres campamentos montados por los grupos de nativos y por el que forzosamente deben de pasar los migrantes y refugiados.
“Ya sales de selva y de ahí te lleva un convoy militar hasta un refugio panameño, te dan comida, te vuelven a registrar, te echan fotos como si fueras un delincuente -enfrente, de lado, es un protocolo, hay un autobús que tienes que pagar y supuestamente no, tienen que pagar 40 dólares y te lleva a otro refugio casi frontera con Costa Rica, quedas más adelante, pasas por el canal de Panamá y te llevan porque ellos no dejan que transites caminando, ni nada de eso”.
De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de enero a febrero 2 mil 500 venezolanos cruzaron Darién.