Prosa Aprisa

Arturo Reyes Isidoro Opinión

Entroniza AMLO, ¿rumbo al 24, ahora sí?, a una veracruzana

Arturo Reyes Isidoro

En medio de la batahola por la última masacre en el estado y el problema creado por el encarcelamiento y la vinculación a proceso de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Jucopo del Senado, desde su refugio de convalecencia por el contagio de Covid-19 que sufre por segunda vez, el presidente Andrés Manuel López entronizó ayer a la veracruzana Ariadna Montiel Reyes, de 48 años, al nombrarla como titular de la Secretaría de Bienestar, de la que era subsecretaria desde el inicio del actual sexenio.

El nombramiento cobra relevancia por la importancia de la Secretaría a la que llega, la más emblemática de la administración federal por el manejo que hace de todos los programas sociales en el país, que para este año cuenta con un presupuesto social de 3.4 billones de pesos para atender a los más necesitados y vulnerables y que en 2021 destinó a Veracruz 60 mil millones de pesos (en el actual bimestre enero-febrero tan solo para adultos mayores se están pagando en el estado 19 mil millones de pesos).

Tampoco puede pasar inadvertido en el terreno político de cara al relevo en la gubernatura en 2024 porque ella si es veracruzana con todas las de la ley y ha mantenido constante presencia en la entidad, aunque siempre se ha manejado de forma discreta. Muy cercana con el delegado Manuel Huerta, su futuro dependerá mucho del éxito que vaya teniendo en su nueva encomienda, pero es indudablemente que AMLO la colocó en una plataforma de lanzamiento privilegiada, y a partir de ya se convierte en protagonista dentro del escenario sucesorio de 2024.

Por su actualidad, reproduzco ahora la columna que con el encabezado: “¿Mandan a calentar el brazo a una mujer?” publiqué el 22 de octubre de 2019:

“Mmmm. Ariadna Montiel Reyes, subsecretaria de la Secretaría de Bienestar (antes Sedesol federal), volvió al estado el pasado fin de semana pero ahora para desplazarse a las comunidades indígenas de Chicontepec perteneciente a la región federal de Tantoyuca.

Su visita no tendría nada de extraordinario porque finalmente habría venido a hacer su trabajo, pero hay detalles que llaman la atención.

La joven funcionaria es persona bastante cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador y al titular de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard (fue directora general de la Red de Transporte de Pasajeros del entonces Distrito Federal, durante su administración), y aunque nació en la Ciudad de México le gusta resaltar su origen veracruzano (e hidalguense).

Resulta que su padre, un profesor normalista rural, era originario de Chicontepec (su madre del Valle del Mezquital, Hidalgo), por lo que ella se siente veracruzana, pero además el artículo 11 de la Constitución Política local le otorga la “nacionalidad” jarocha por el derecho conocido en el argot jurídico como ius sanguinis, o sea por el derecho de sangre (de su padre).

En ‘Prosa aprisa’ del pasado 29 de septiembre, con el subtítulo “Una funcionaria que sí viene a trabajar”, comenté:

‘Rara avis’ de la política, la subsecretaria de Bienestar del gobierno de AMLO, Ariadna Montiel Reyes, vino el miércoles 25 a Xalapa a trabajar sin hacer mayor ruido: llegó a la hora de la comida, hizo unas breves declaraciones a unos cuantos reporteros y se encerró a revisar el estado de los programas sociales en Veracruz, hasta que le dio la noche y paró.

Le puso una estrellita en la frente al súper delegado Manuel Huerta, dijo que es uno de los mejores de los 32 que hay en el país y reconoció que Veracruz es uno de los estados con mayores avances en la entrega de apoyos a la población y en la instrumentación de los programas sociales prioritarios como pensión de adultos mayores, a personas con discapacidad y el programa de niñas y niños en estancias infantiles.

Lo extraño es que no se supo que se haya entrevistado con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ni para tomarse una foto juntos, ¿por qué?, ¿qué instrucciones traía? En cualquier estado la primera autoridad es la primera autoridad.”

Esta vez, acompañada de Manuel Huerta, supervisó en la Huasteca veracruzana el pago de las pensiones a casi ocho mil adultos mayores y a cinco mil personas con discapacidad, así como el trabajo que realizan los llamados Servidores de la Nación.

Lógicamente, no perdió la oportunidad para platicar con quienes ella considera sus paisanos e incluso les adelantó que para el próximo año se proyecta aumentar las pensiones para los adultos mayores.

Les dijo que los visitaba con el compromiso presidencial de atenderlos primero por su condición de pobreza y como integrantes de pueblos originarios, escuchó a todos los que quisieron hablar con ella y hubo un momento en que les dijo que estaba muy feliz de estar ‘en mi tierra, Chicontepec’.

Qué cosas, ella ha llegado a decir que fuera de su trabajo en el Gobierno de México lo suyo es bailar salsa, pero que ahora ya no le queda tiempo para hacerlo, aunque en ninguna de sus dos visitas oficiales se ha reunido con el gobernador, salsero como ella. Mantiene la distancia, pues.

Ella empezó a incursionar en política como militante del Partido de la Revolución Democrática y de su corriente Izquierda Democrática Nacional, partido en el que ocupó cargos en el entonces Distrito Federal, ya fue senadora suplente de la actriz María Rojo y de 2012 a 2015 fue diputada a la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal, de la que fue presidenta de la Mesa Directiva, y en 2015 fue electa diputada federal.

Su nombramiento actual lo adelantó el entonces presidente electo López Obrador el 14 de agosto de 2018 y el 1 de diciembre de ese mismo año entró en funciones.

Tiene tablas políticas, pues, defiende su derecho de sangre como veracruzana, es cercana al presidente (sobre todo eso) y ha empezado a visitar el estado, que es posible que en plan de trabajo (tiene a su cargo algunos de los principales programas sociales de la 4T) empiece a recorrer aunque sin hacer mayor ruido.

Y la apapachan. Parece ser que hay instrucciones desde el altiplano que la muestren o que la dejen que se muestre y que también la cuiden. ¿Acaso la están mandando ya a calentar el brazo (para usar términos beisbolísticos, el deporte favorito de AMLO) por si tiene que entrar de relevo a la lomita de las responsabilidades por si falla el actual pitcher? ¿O para encarrilarla para que sea abridora en 2024?

Todo pareciera indicar que en Morena ya no quieren correr el riesgo de postular a alguien sin experiencia política y la novedad sería ahora, como mayor atractivo para el electorado, que se eche mano de una mujer para, además, hacer valer la paridad de género, una mujer de las confianzas de quien decide, quien, me han deslizado, quiere demostrar a propios y extraños que tiene una buena reserva humana de que echar mano en el momento en que lo necesite”.

Hasta ahí. Si Sergio Gutiérrez Luna es hasta ahora el caballo negro entre el grupo de aspirantes a suceder a Cuitláhuac, ¿Ariadna pasa a convertirse en la potranca negra? El único gobernador de Veracruz que ha habido nativo de Chicontepec fue Adalberto Tejeda Olivares, hijo de Eutiquia Olivarez, nativa del llamado “Balcón de la Huasteca”, y de Luis Tejeda Guzmán, originario de Jalacingo. Una paisana suya está ahora en el carril de arranque.

Ahora viene a Pacho Alejandro Rojas Díaz Durán

El pasado 6 de enero, el consejero de Morena, senador suplente y consejero político del presidente de la Jucopo en el Senado, Alejandro Rojas Díaz Durán, al criticar que al gobernador Cuitláhuac García le diera risa la comisión creada en el Senado para investigar los atropellos por la “ley garrote”, dijo que “ha mandado 2460 inocentes a la cárcel por un delito díazordacista de ultrajes a la autoridad”, y anunció: “Iré a Veracruz a exigir justicia y buen gobierno”. Viene y estará mañana jueves en Pacho Viejo para dar un mensaje. ¡Uf!

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