Molestan mis críticas; me “exhiben”
Arturo Reyes Isidoro
Se habían tardado, pero al menos tuvieron la delicadeza de hacerme llegar, a la media noche entre el martes y el miércoles, el video con el título “Miguel Ángel Yunes Linares prepara un baño de sangre en Veracruz”, en el que me aluden (y a otros compañeros también) diciendo que estoy a su servicio e intentan exhibirme.
¿Qué dicen de mí? Que estoy muy mal de salud (ya casi me dan por muerto) y económicamente, que voy a dormirme a mi trabajo en la UV, que estoy desesperado porque mis hijos no encuentran trabajo con plazas sindicalizadas para jubilarse por lo que tengo que cubrirles sus “necesidades primarias” y que “todos” son “adictos al trago y a las drogas”, que uno de ellos trabaja en el PRD “con un miserable sueldo de $8 mil pesos mensuales”, que “solo a uno” pude colocar “como asesor de la SEV con un sueldo de $75 mil pesos con el secretario Zenyazen, enloquecido desde ahora con ser el candidato al gobierno del estado en 2024 quien como condición pide no lo ataquen aunque lo mencionen para que no sea descubierto”, y el remate: “Arturo Reyes Isidoro… presiente que su final físico se acerca por sus males de salud”.
De lo poco que dicen, algo hay de verdad, para que voy a negarlo. Pero son muy burdos. Estoy seguro que el gobernador Cuitláhuac García no es el autor, pero sí alguien de su gobierno. Si quien mandó a hacer el video, por lo que a mi toca, me hubiera preguntado, le hubiera dado información completa y correcta. Le hubiera platicado que no tengo uno sino varios problemas de salud (el que más me preocupa es el de mi hipoacusia –sordera–), que, como dejó consignado Juan Ruiz de Alarcón, “Los muertos que vos matáis gozan de cabal salud”, pues aunque vivo con dos stents en el corazón y tuve una fibrosis pulmonar perra consecuencia del Covid-19 que padecí me encuentro bastante bien de salud, tanto que a mis 72 años camino y subo las calles empinadas de Xalapa, hago ejercicio diario (más de una hora en caminadora o bicicleta fijas o en remadora), bailo salsa y danzón y, de paso, cuando hay ocasión, me echó mis mezcales o disfruto algún buen vino tinto o me da por escanciar el whisky o, si hace mucho calor o voy a la costa, opto por el ron. Cuál sufrir. Pero, de veras, sinceramente, le agradezco don anónimo que esté atento y se preocupe por mi salud (al inicio del gobierno del licenciado Miguel Alemán sicarios de un pasquín desataron contra mi una campaña diciendo que tenía yo SIDA, solo porque me nombró director de Prensa).
De mi situación económica, es cierto, voy al día, pero ahí la llevo. Y háganmela buena. Ojalá y Yunes tome nota y me pague lo que me debe, igual que Zenyazen al hijo mío que dicen. Sobre la situación de mis hijos, sí, como casi todos los mexicanos, vamos con nuestras altas y bajas por el desempleo. Les agradezco también que me presenten como un buen padre que no los abandona y se preocupa por ellos (ningún padre los deja a su suerte, tal vez quienes mandaron hacer el video sí, por eso les llama la atención mi actitud); que son “adictos al trago”, no a ese grado, pero sí, cuando se puede, convivimos con unos alipuces de por medio, “y a las drogas”, ¡órale!, ¡chale!, a partir de ya voy a estar vigilante por si las dudas.
¿Nada más eso me encontraron? Se hubiera ahorrado tiempo. Le hubieran preguntado a Javier Duarte (no encuentro diferencia entre unos y otros). Molesto por mi línea crítica, en su gobierno el gordo ordenó que me investigaran. Mandó que abrieran mis declaraciones de situación patrimonial (ustedes tienen los archivos, lo pueden hacer) y halló que mi situación económica era deficitaria, buscó para ver si tenía concesiones de placas de taxi o de algún tipo de transporte o algún contrato de alguna obra o servicio y no me encontró nada, pidió que me vigilaran, que me siguieran, que tomaran fotos y videos de mi casa y se sorprendió cuando comprobó que era muy modesta (cuando Dante Delgado era gobernador me visitaba y el día que la conoció por dentro ofreció que me regalaría una, de tan modesta que la encontró; no lo hizo pero hasta la fecha le agradezco su intención); Duarte me quiso acusar de aviador porque halló que alguien con mis apellidos trabajaba en una dependencia de gobierno: es una hermana mía, con más de veinte años laborando y con un sueldo mensual, entonces, de 4 mil pesos. Hizo remover piedra sobre piedra para exhibirme y acusarme pero no halló elementos. Javier hoy está en la cárcel, no me alegro aunque tampoco me disgustará si le echan unos años más tras las rejas.
En el gobierno de Duarte también dijeron que Yunes me pagaba fuertes cantidades de dinero, molestos porque yo pedía un cambio y proclamaba que nunca más Duartes en Veracruz (aquí narré que alguna vez a una persona que lo iba a ver le mostré las boletas de las casas de préstamos y las de empeño para que le platicara cómo sobrevivía yo).
¿Qué me duermo en mi trabajo en la UV? Desde principios de 2020 yo y todos mis compañeros editores trabajamos home office por la pandemia, esto es, no vamos físicamente y además, como debe ser, tenemos que hacer un reporte semanal de lo que hacemos y en un chat tenemos que estar pendientes y atentos todos los días para responder por algo que se requiera. No me investigaron bien, no preguntaron a quien debían, me señalan de oídas como han señalado a miles de veracruzanos a los que tienen en prisión.
Es evidente que quien ordenó hacer el video no quiere a Zenyazen. Es muy muy chambón. Con la mención que le hacen y el señalamiento es obvio que lo quieren contraponer con el gobernador diciendo que le paga al hijo de uno de sus críticos. Cuando lo tratan de descalificar diciendo que está “enloquecido” por ser el candidato a gobernador, Zenyazen debe saber muy bien quién no lo quiere adentro para dar con el autor del video.
No soy perfecto. Fui hombre del sistema, pero mi expediente está limpio y por eso tengo autoridad ahora para hacer críticas y denuncias. Vivo de mi sueldo y, sí, soy aspiracionista porque quisiera estar mejor, igual que mis hijos y toda mi familia como, creo, todas las familias.
Vivo a plenitud –o trato de hacerlo– mi adultez (o mi vejez, je je). La disfruto. Dios me ha dado más de lo que merezco. Soy feliz con mis libros (de lo que más atesoro), con mis lecturas, con mis bailes. A estas alturas de mi vida ya no necesito más.
Qué lamentable que ocupen su tiempo, que debieran dedicar a la atención y a la solución de los muchos y graves problemas del estado, en mi persona. Si Dios no me llama antes a cuentas los voy a sobrevivir a su gobierno y entonces haré un balance final de su actuación y ya veremos si les debo o me salen debiendo. Se advierte que les duelen mis críticas, mis comentarios, comentarios que ellos mismos alimentan todos los días con sus errores, con sus omisiones, con su mala actuación, con sus atropellos, con sus violaciones a la ley. Ellos mismos me ponen los temas en charola de plata.
No se dan cuenta, porque no tienen alcances, que con el video no hacen más que confirmar que el gobierno al que sirven es represor de la prensa, que busca acallar las voces críticas; que su intención de descalificarnos se les revertirá porque ahora organismos nacionales e internacionales de defensa y protección de la libertad de prensa están ya atentos al caso (agradezco a los compañeros de Artículo 19, de la CEAPP y al abogado Tomás Mundo Arriasa sus mensajes y llamadas). No reparan en que le causan daño al gobernador, porque al final terminarán por culparlo.
Torpes, lanzaron el video en el momento más inoportuno: cuando tienen casi toda la atención mediática nacional encima por el caso Del Río Virgen. Con esto dan pie para que confirmen que son represores. Pero qué se le hace. Ni siquiera hay que empujarlos o soplarles. Solitos se caen. De todos modos, don anónimo, mis respetos para usted. Me hizo el día.
Apoyemos a niños que sufren frío
“¿Tienes por casa ropa de abrigo, cobijas o bufandas que no echarías en falta? ¡Dónala a los niños de la comunidad de Conejos, Perote, Veracruz!” Me hago eco de esta campaña. Pueden contactar a Arely León al teléfono 2282935117 por WhatsApp, vía Facebook o por Twitter: @cuentosparaconejos. Esos niños viven muy cerca del Cofre de Perote donde ha estado helando y nevando.