‘La trayectoria de Andrés Manuel López Obrador ha estado marcada por la firmeza en sus convicciones, la honorabilidad y el compromiso incuestionable por el pueblo, al que con tanta dignidad representa. México es la razón a la que se debe, la patria de sus amores.
‘En nuestras circunstancias, durante más de dos décadas conocí al primer mandatario tanto, como un hombre puede conocer a otro en las complejidades de la amistad; lo expreso sin presunción: conozco la profundidad de un ser humano extraordinario. Tuve la oportunidad de acompañarlo en tiempos aciagos, perseguido desde las distintas facciones del poder, y tuve también la suerte de recibir su invitación para sumarme al proceso de transformación que hoy encabeza.
‘El presidente me encomendó dar sentido a la concepción más pura del derecho: poner la ley al servicio del pueblo en búsqueda de la justicia social de un país tan desigual que hoy necesita justicia. Desde la lealtad, oxígeno entre la gente que se quiere, acordamos la elaboración de las reformas que hoy son base de este proyecto de nación.
‘Hoy el ciclo se ha completado, esa es la razón por la cual doy terminada la máxima distinción en mi carrera profesional: el trabajo hombro a hombro junto al presidente de México como su consejero jurídico.
‘Desde la Consejería Jurídica atestigüé la batalla diaria que el presidente López Obrador emprendió para que los mexicanos vivamos orgullosos de este, nuestro gobierno, de nuestra nación y de nosotros mismos.
‘A partir de hoy lo haré desde otro lugar. No son palabras ligeras, nacen desde el corazón, presidente. Hay compromisos finitos; los de la lealtad y los de la amistad son irrenunciables.
‘Mi gratitud para cada uno de sus colaboradores; pero para usted, mi gratitud infinita, presidente.’
Muchas gracias.