Mientras circulaban por la carretera México-Pachuca, el ingeniero Benito y María Gabriela, un matrimonio originario de Orizaba vivió momentos de terror cuando se encontraron con dos piedras grandes que les volaron las dos llantas del lado derecho.
Viajaban rumbo a la Ciudad de México cuando en el kilómetro 38 ocurrió el percance y supieron que se trataba de un asalto.
En esas condiciones, siguieron avanzando en busca de un lugar seguro y se encontraron otro carro con asistencia vial de Los Ángeles Verdes, les había pasado lo mismo, pero ellos centraron las piedras y se les averió la transmisión.
A través de audios de Whatsapp, María Gabriela pidió a sus amistades orar por ellos.
Estando ahí llamaron a la Guardia Nacional y a su seguro, pero el conductor de una camioneta pasó y les advirtió que huyeran, porque atrás había varios carros retenidos, desnudaron a los pasajeros y los estaban despojando de sus pertenencias.
La mujer que participa en actividades de la Rectoría de Nuestro Señor del Calvario, en Orizaba, narra que escucharon disparos y el mismo señor les pidió subir a su camioneta, todos lo hicieron y dejaron los autos abandonados.
«Nos subimos y cuando nos estábamos yendo, llegó un Ibiza color rojo y empezaron a asomarse, vimos que seis hombres estaban bajando con armas largas y nos fuimos. Llegamos a una gasolinera que está del lado de Pachuca, ahí llegó la Guardia Nacional y los ajustadores de Quálitas».
Momentos más tarde, ya con resguardo, regresaron al lugar donde dejaron los autos.
«Afortunadamente mi carro no lo trataron de abrir ni nada y eso que dejamos las llaves pegadas, la luz del carro encendida y ahí veo la maravilla de Dios; al carro de adelante le abrieron la manija y no sé si se llevaron cosas de ahí».
Consideró que el conductor de la camioneta fue un ángel que los ayudó y les pidió a sus amigas seguir orando para que esto no le pase a más gente.
De la Redacción