Xalapa, Ver.- En Ayahualulco, municipio serrano y de población indígena, están saqueando lo que pueden del hospital que quedó en obra negra desde hace más de siete años, se llevan hasta varillas para venderlas como fierro viejo.
Iván Edilberto Munguía Vargas, regidor único de Ayahualulco, señaló que llevan años solicitando la construcción del nosocomio, pues ya existía un proyecto y los trabajos se detuvieron sin explicación alguna.
“La gente con malas intenciones ha ido cortando esos tramos de varilla que quedaron, están vandalizando la construcción y saqueando lo poco que ya tenía de avance”, lamentó.
La falta de hospital ha ocasionado la muerte de enfermos que no lograron llegar al hospital más cercano en Perote o Teocelo, a más de una hora de distancia en coche particular.
“Se quedó en obra negra, nunca funcionó, nunca se hizo. Hemos tenido muchos decesos de personas, derivado de diferentes enfermedades y esto también trae problemas para la sociedad”, puntualizó el edil.
Se quedó en obra negra y desde hace más de siete años que Gobierno del Estado de Veracruz sin ninguna explicación paró las maniobras de construcción, recordó Josefino Trinidad Hernández, habitante de este pueblo ubicado en la montaña.
“Esta construcción se gestionó por parte del Movimiento Antorchista. Una obra muy importante que beneficiaría a toda esta región con más de 80 mil habitantes”, dijo mientras él y dos acompañantes miraban el escenario desolador de lo que sería el hospital.
La humedad ha reblandecido los muros, el piso está completamente destruido, los cuartos han sido utilizados como basureros. El edificio está en completo abandono y creen que en poco tiempo terminará por ser una construcción inservible.
En un principio, para el hospital se invirtieron aproximadamente 80 millones de pesos, pues con ello se beneficiaría a municipios como Cosautlán, Ixhuacán, Xico, y Perote, entre otros.
Hugo Rafael Rivera Zavaleta, otro de los lugareños comentó que el ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en tiempos de campaña recorrió el lugar y lo llamó “el elefante blanco”.
“Prometió que se iba a rehabilitar a la construcción, por eso se le hace el llamado al gobernador Cuitláhuac García que le den seguimiento a este hospital porque es muy necesario, pues hay casos en que señoras ya no pueden llegar a los hospitales y tienen a sus bebés en los carros que se transportan”, señaló Rivera Zavaleta.
La obra luce los muros de ladrillos, no tiene techo, sólo hay puras entradas y salidas, ventanales sin herrería y resalta el color café de las gruesas varillas oxidadas en las bardas de lo que sería este nosocomio.
Linda Mora
