Córdoba, Ver.- Una madre de familia de Córdoba denunció la agresión que sufrió su hija de siete años por parte de dos alumnos de segundo grado de primaria de la escuela Úrsulo Galván, sin que la maestra, la directora y la supervisión escolar hayan hecho nada más que intimidar a la niña para que mantuviera el secreto.
La madre de la víctima señaló que su hija recibió golpes con el puño, arañones y rodillazos en la zona vaginal e incluso sus agresores lastimaron también a otras dos menores.
Explicó que los hechos ocurrieron el 1° de septiembre cuando su hija jugaba con otras dos niñas y llegó un menor y le torció los brazos hacia atrás mientras el otro la golpeaba.
Agregó que las dos niñas le avisaron a la maestra Diana, de segundo grado A.
Tras la golpiza, su hija y sus dos amigas entraron al baño y ahí entró el niño que la había golpeado, la sacó por la fuerza y la volvió a golpear, además de pegarle también a las otras dos niñas.
Agregó que la maestra al parecer intentó encubrir lo ocurrido y le dijo que lo que le había pasado era un secreto y no lo debía decir.
Comentó que el 8 de septiembre metió un oficio a la Supervisión Escolar dando a conocer el caso, anexando fotografías y un certificado de las lesiones, con lo que evidencia que la menor tenía moretones en los brazos, antebrazos, piernas, estómago y rasguños en brazos y cara.
Señaló que metió otro oficio el 12 de septiembre sin que a la fecha haya respuesta.
Al ver que no pasaba nada, con el fin de proteger la integridad de su hija optó por cambiarla de plantel, pero hizo un llamado a las autoridades educativas para que tomen cartas en el asunto, pues no es posible que una niña sufra una agresión de esa naturaleza y no pase nada.
Gabriela Domínguez
