Orizaba, Ver. – Tras más de cuatro años de angustia e incertidumbre, la familia de Néstor Torres Ramos finalmente pudo recuperar sus restos, gracias a estudios genéticos realizados en el Centro de Identificación Humana de Nogales.
Néstor, de 22 años, desapareció el 27 de julio de 2019 en el tramo San José de Abajo-Zapote, en Cuitláhuac. Tres días después, su cuerpo fue localizado en el río Blanco, a la altura del rancho El Jarocho en la comunidad La Primavera, pero las condiciones en las que se encontraba impidieron su identificación inmediata.
El cuerpo permaneció en el Semefo de Córdoba hasta que fue trasladado al Centro de Identificación Humana, donde finalmente se confirmó su identidad.
Araceli Salcedo Jiménez, representante del Colectivo de Familiares de Desaparecidos Orizaba-Córdoba, expresó que este hallazgo brinda un cierre doloroso pero necesario a la familia de Néstor. Su madre, Adelfa, quien forma parte activa del colectivo, participó durante años en búsquedas y actividades, sin saber que su hijo ya había sido encontrado.
A través de redes sociales, el colectivo informó sobre la recuperación de los restos de Néstor y destacó la importancia de los esfuerzos coordinados entre las autoridades y las familias para ofrecer respuestas a los casos de desaparición en la región.
Gabriela Domínguez
