NO NORMALICEMOS LA DESGRACIA

MÉXICO NECESITA LÍDERES NO CACIQUES

Opinión Tomás Trueba

En México tradicionalmente han surgido caudillos, caciques que tratan a los ciudadanos como masa, que usan a la ciudadanía para lograr sus fines, no les importa el Bien Común, sus arengas son para enardecer a los ciudadanos y para tener seguidores que le den fortaleza a su persona, que tengan personas que le ayuden a satisfacer sus apetitos personales, y la ciudadanía no ha sido capaz de identificar ese cáncer y mucho menos ha hecho el intento de sacudirse ese mal. Por lo tanto lo que ha faltado en México es ciudadanía.

En general se define a un cacique como una persona que ejerce un poder abusivo. El origen del cacique está en los pueblos indígenas, era el jefe de la tribu, el guía, pero se fue desvirtuando el significado en la medida en que se fue abusando de ese poder. Igualmente se fue desvirtuando la forma de ser caudillo, pasó de ser el jefe de un grupo armado a dictador político, generalmente un militar. Ambas concepciones se usan de manera ilustrativa para darle significado a lo negativo del uso del poder.

Hoy más que nunca en nuestra Nación urge la presencia de líderes éticos, que luchen por el Bien Común para fortalecer a la ciudadanía, urge la participación informada de la ciudadanía, urge la unión y la cooperación para ser contrapeso del mal gobierno, de la tiranía, de acabar con la simulación de que somos en este momento una República democrática. Hoy se necesita la presencia de una oposición propositiva para lograr el diálogo y los consensos necesarios que nos lleven por el camino de la justicia, la libertad y tener una vida digna.

Mucho tiempo nos acostumbramos a vivir bajo bolas de humo, a creer en las falsas promesas de cambio, a padecer de las mentiras y demagogias del PRI, tuvimos un pequeño respiro de 12 años donde pensamos que la alternancia venía con la buena nueva de una vida mejor, pero se acabó muy rápido ese sueño y desde 2018 millones de mexicanos creyeron que el mesías había llegado, pero no fue así, se perdió mucho más, la mentira y el ansia de poder fueron la clave para hundir más a México, y seguimos en el 2° piso de esa mentira. Nos dan espejitos y caemos.

Ahora que es lo más grave, lo más grave es la falta de un liderazgo opositor, es la falta de organizaciones políticas confiables, se perdió la confianza en los Partidos Políticos, se perdió la capacidad de salir delante de manera unida, no hay quien mueva las almas. Nos desbaratan los actuales gobernantes y todos callamos, no nos movemos. Ejemplo claro es el asalto al INFONAVIT si fuéramos organizados y no nos ganara la apatía, ya habríamos tomado las calles, ya habríamos alzado la voz en conjunto, pero no pasó nada, creo que por falta de líderes y falta de ciudadanía.

Se necesita ese líder que oriente y conduzca a los ciudadanos y que éstos reconozcan su autoridad, sobre todo su autoridad moral. Se necesita ese liderazgo que no es más que el conjunto de principios que tiene una persona para influir y lograr las metas de la sociedad. Nos faltan líderes que actúen con transparencia y ética alineando sus acciones con sus palabras y compromisos. Y al escribir esto automáticamente me viene a la memoria que eso era Acción Nacional. Esa organización ciudadana, de personas que sin apetitos personales, prejuicios ni resentimientos se unieron por una causa común, la Nación.

Hoy mucha gente clama y pregunta ¿Dónde está la fuerza opositora organizada? Hay cientos de organizaciones de la sociedad civil haciendo su trabajo, pero desarticulados, con temas específicos y especializados que resolver, hoy las funciones de los Partidos se han perdido y por eso el clamor,

pero además todos esperando que llegue el gran salvador, nadie pone de su parte para actuar en conjunto y eso es más peligroso como nos pasó con López Obrador, llegó ese salvador y no salvó a nadie, aunque millones estén agradecidos por el dinero que reciben, eso no es salvar. Por eso hoy más que nunca urge que el PAN resurja, retome el camino y sea la organización ciudadana que fue en sus inicios para lograr conjuntar a la ciudadanía en una causa común y tener la Patria ordenada y generosa, con una vida más digna para todos.

Hace unos 13-14 años en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN se debatía si el Partido debería ser más pragmático que doctrinario, si debería actualizarse, que si sus Principios y forma de ver la política era muy arcaica, se sigue hablando que los valores del PAN ya no le dicen nada a los jóvenes y nuevas generaciones, que el discurso debe cambiar, pero de manera paradójica López Obrador y hoy Claudia Sheinbaum se dicen humanistas, hablan del humanismo mexicano, cuando todos sabemos que el Partido humanista era el PAN, hasta eso permitimos que se robaran esos tiranos.

Y en lo personal creo que la manera de ver la política de parte del PAN es la adecuada, llevar su ética y su Doctrina a la vida pública, llevarla a cada ciudadano, que conozca esa forma de trabajar, la haga suya y salir adelante, no es arcaica, sigue actual lo que hace falta es vivirla, lo que falta es la congruencia, lo que falta son los líderes que trabajen por el Bien Común, no las pandillas que cercan sus huertitos de vanidades para tener control de la vida institucional, no se dan cuenta que esa ambición es pequeña, son fuertes hacia adentro, pero ante la ciudadanía no tienen valor ni presencia.

Invito a los verdaderos militantes panistas a sacudirse del yugo de sus caciques, invito a los líderes verdaderos del PAN a salir de su letargo y retomar la bandera que dejaron los fundadores. Invito a los ciudadanos a luchar por las causas justas, por la vida, por la libertad, por la justicia y la democracia. Ahora es cuando, no hay mañana.

Tomás Trueba Gracián.

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