Naolinco, Ver.- Con flores, velas y llanto, recibieron los cuerpos de Misael, Giovanni y Jair en San Marcos Atexquilapan.
Pasaba la medianoche cuando llegaron los féretros de los jóvenes fallecidos en el llamado «tráiler de la muerte» en San Antonio Texas, el 27 de junio.
Familiares, amigos y vecinos estallaron en llanto cuando las carrozas fúnebres arribaron al poblado, una comunidad de artesanos de artículos de piel ubicada a unos 30 kilómetros de Xalapa.
Yolanda Olivares, madre de Jair y Giovanni, apenas puede sostenerse en pie, “mis dos hijos se me fueron y cómo regresan, no así, no así”, grita desconsolada.
Al arribar a la casa donde velarían los restos, todos se acercan, quieren cargar los ataúdes. Un joven pregunta ¿Quién es? ¿Quién viene aquí? Un hombre responde: “Es Jair, éste es Jair”
Conmovido, Gerardo Olivares, padre del jovencito pide un aplauso para su «pollito».
Enseguida, llega el segundo féretro, su madre grita “es mi Yovani, mi Yovani, no, no me quiten, me está doliendo, son mis dos hijos, hijos».
El último féretro es el de Misael, le espera su madre, con dolor exclama: “Misael mi amor, hijo no, no, hijo, no ¿Por qué regresas así? ¿Por qué Dios me lo regresas así? Mi hijo de mi alma”.
Es inevitable no llorar por Jair, por Giovanni, por Misael, por sus familias.
El director general de Atención a Migrantes en Veracruz, Carlos Enrique Escalante Igual, estuvo presente, entregó las actas de defunción, brindó sus condolencias y recibió palabras de gratitud. El Gobierno del Estado los apoyará, reiteró.
Los restos de los tres jovencitos llegaron a Toluca a las 2 de la tarde, para posteriormente trasladarlos a la comunidad de Naolinco.
Los cuerpos de otros tres veracruzanos originarios de Misantla, Tlapacoyan y Santiago Sochiapan podrían llegar este fin de semana.
Linda Mora
