Elsbeth Lenz
Hasta la Wonder Woman tiene días en que necesita aunque sea un casco
La Lenz
Zapatero a tus zapatos
Mucho se ha escrito estos días, respecto a la competencia del señor Ahued Bardahuil al frente de la Secretaría de Gobierno, como todos el señor empresario tiene sus simpatizantes y sus detractores, los primeros afirman que los tiempos de la ley del garrote, han quedado atrás, que hoy el tejido fino y el oficio político del señor secretario de gobierno impera, que el autoritarismo y shalalalala son cosas del pasado, todo el discurso está muy lindo y suena muy avant garde pero para Holanda o Bélgica, aquí en Pueblo Quieto, pareciera que las cosas no son tan civilizadas, habrá que esperar los resultados.
Te cuento lector, lectura querida que en el artículo 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, dice que el Secretario de Gobierno en materia de gobernabilidad y política interior tiene por funciones, mantener la estabilidad política y social, dialogar con las distintas fuerzas políticas y sociales para mantener la paz y el orden; en cuanto a coordinación institucional el secretario de Gobierno, es el enlace entre el Poder Ejecutivo y otros poderes, además de coordinar las relaciones con el gobierno federal, otros estados y municipios.
Ahora bien, las áreas de influencia del secretario de Gobierno, llegarían hasta los ámbitos de la protección civil, de los derechos humanos y la migración, de la comunicación social, también influye en el ámbito legislativo y jurídico, pero ademas tiene bajo su responsabilidad, la coordinación de elecciones a nivel estatal y lo más importante, él es quien debe coordinar a las fuerzas de seguridad y de inteligencia en temas de seguridad interior, en todos los ámbitos y finalmente él es quien supervisa las políticas relacionadas con el sistema penitenciario.
Con esto entendemos que el secretario de Gobierno, tiene autoridad e injerencia en casi todos los ámbitos gubernamentales y tiene que estar preparado en muchas áreas o por lo menos contar con asesores capacitados, para poder dar la batalla, no conozco a fondo ni por encimita, al equipo del señor Ahued, ni mucho menos las cartas credenciales con las que ellos cuentan, me haré a la tarea de verificar.
Ahora bien, historias en torno a la inclusión de señor Ahued en el gabinete de la gobernadora Nahle García, hay para todos los gustos y de todos los colores, desde la versión que afirma que doña Rocío Nahle, lo ve como su único sucesor para el 2030, hasta otra mucho más perversa, que sostiene que la gobernadora Nahle lo mantiene cerca y vigilado, puesto que ella es consiente de su cercanía y nexos con el clan Yunes, ya que hay quien afirma que a Ricardo Ahued, lo une una sólida y fraterna relación con los Yunes de Perote, con quienes comparte al interior de un grupo político muy cerrado y que por ello, sería la permanencia de Oliver Aguilar Yunes, en el selecto círculo de la confianza de Ahued Bardahuil.
Versiones muchas, la realidad solo doña Rocío Nahle García la sabe, lo único que aquí resulta imperativo, es que una vez pasada la elección, se haga un profundo corte de caja, porque muy a pesar de que el señor Ahued se promueva como la quintaesencia de la honorabilidad, la honestidad, la decencia y todas las flores que le caen encima, la realidad nos alcanzó hoy día con los muertitos que ha traído la elección y de seguir así la situación, seguramente la gobernadora Nahle, habrá de revisar a fondo su gabinete de seguridad, ya que ella ha ejercido su papel con la mayor dignidad, demostrando ser una política con una inmensa capacidad de gestión y prueba de ello es que los veracruzanos de a pie, se lo reconocen en estos primeros 6 meses de su gobierno.
Supongo que la primer mandataria veracruzana, será la primera en darle al secretario de Gobierno, el voto de confianza del pueblo veracruzano, ahora que también sería deseable que el señor Ahued Bardahuil, hiciera un profundo autoanálisis y posteriormente un acto de contrición ya sea perfecta o imperfecta, que eso al pueblo veracruzano le da igual, puesto que como es vox populi “El primer acto de corrupción de un funcionario, es aceptar un cargo para el que no está preparado” ¡Y bueno! Pues él mismo, que aquí no somos jueces y no juzgamos nadie.
Será cuestión de tiempo y de que la violencia sea pasajera, porque nadie se murió hasta ahora, por los embotellamientos y el tráfico que tuvimos como resultado de la gestión y planeación de las obras de su gobierno en Xalapa, sin embargo si podría morir mucha gente, por una mala gestión del gabinete de seguridad, cuya gestión recaería de primeras en el ámbito de responsabilidad del señor Ahued Bardahuil.
En fin, que arrancamos semana con muchos ánimos, tercera semana de campaña, nos leemos mañana.
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