La justicia tardía también es injusticia, advierte el senador Ricardo Monreal en su columna «Justicia tardía, uno de muchos casos emblemáticos» difundida este jueves en El Financiero.
Como ejemplo de justicia tardía, se refiere al caso de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, a quien se le señala como autor intelectual del homicidio de Remigio Tovar.
Basado en información de la defensa, señala que el Juez de Control del XI Distrito Judicial en Xalapa, Francisco Reyes Contreras, dictó auto de vinculación a proceso «injustamente» por las siguientes razones:
1.- No existen hechos o testimonio alguno de personas que lo vinculen con el asesinato de Remigio Tovar. En consecuencia, la imputación que se le hace se sostiene únicamente a partir de conjeturas, sin ningún elemento de convicción objetivo que si quiera ponga en tela de juicio su derecho a la presunción de inocencia.
2.- En la audiencia para dictar el auto de vinculación a proceso, el Juez de Control, Francisco Reyes Contreras, expresamente reconoció y resolvió que en la carpeta de investigación no existe ninguna prueba que señalen a José Manuel del Río Virgen como autor intelectual del homicidio, lo que violenta también el denominado principio in dubio pro reo, que expresa la obligatoriedad de probar los hechos y que, en el caso de que no haya pruebas suficientes para demostrar la presunta participación de alguien en la comisión de un delito, la decisión judicial deberá favorecer siempre al acusado del delito.
3.- El Juez de Control planteó alrededor de siete teorías para sostener dicha imputación, destacando de manera puntual que ninguna de ellas fue planteada por los fiscales en la audiencia, en la petición de orden de aprehensión o en la misma imputación.
4.- Al tomar la decisión de vincularlo a proceso, el juez se limitó a dar lectura de sus argumentos, lo que realizó con notorias dificultades, por lo que válidamente se puede inferir que claramente desconocía el contenido de dicho documento y que, a pesar de que ese pronunciamiento no expresa absolutamente nada sustancial para el fondo del asunto, es de extrañarse que le haya tomado más de cuatro horas en “prepararlo”, lo que llevó a una mayor demora de su resolución.
«Todo lo anterior confirma y demuestra que José Manuel del Río Virgen es víctima de una evidente injusticia, ya que no existe hecho, prueba o testimonio que lo vincule de forma alguna con lo que se le acusa, dejando observar que las imputaciones que se le realizan se basan simplemente en conjeturas que exhiben una intención perversa y ajena al Estado de Derecho», señala Ricardo Monreal.
Advierte que las irregularidades en este proceso demuestran que la acusación realizada a Del Río obedece, más que a una cuestión de justicia, a una venganza política y que, por tanto, su detención y vinculación a proceso son acciones arbitrarias que carecen de motivación y fundamentación.
El senador menciona que este caso demuestra lo endeble de la impartición de la justicia en México, sobre todo para aquellos ciudadanos que enfrentan largos procesos judiciales. Este caso en particular deberá ser recurrido ante el propio Tribunal, quedará en la decisión de los magistrados conducirse con honorabilidad y probidad en la impartición de justicia.
Señala que «lamentablemente, este es solo un caso que se suma a los miles que existen actualmente en el Estado de Veracruz».
Afirma no tener duda de la inocencia del Dr. José Manuel del Río Virgen, ya que «es una persona íntegra que ha dedicado su vida al servicio público, por lo que estoy convencido de que al final se hará justicia, ya sea en los tribunales locales o federales. Sin embargo, no hay que perder de vista que la justicia tardía, también es injusticia».
De la Redacción
