Veracruz, Ver.- Kenia Marisol Reyes Molina acudió a la Fiscalía de Veracruz para presentar una denuncia a finales de octubre por la asfixia perinatal severa que provocó la muerte de su bebé, pero la querella está teniendo una gran lentitud que la denunciante considera anormal.
El 11 de marzo de 2022, con 15 semanas de gestación, acudió a su primera consulta médica por concepto de un estudio transnucal con la doctora Erika N., en su consultorio ubicado en el cuarto piso del Hospital D’María.
Así no la narró:
“El bebé venía sin alteraciones. Se me indicó tomar ácido fólico; posteriormente acudí a consulta el día 6 de julio de 2022, con 22.6 semanas de gestación y tras realizar una prueba, doy positivo a COVID; de manera posterior al COVID me realizan el estudio estructural y arroja como resultado que el bebé venía en perfectas condiciones a pesar del contagio COVID, el cerebro venía en perfectas condiciones como se hace constar en el ultrasonido estructural de la fecha mencionada, resultados que se pueden comprobar en los estudios realizados y que se encuentran en mi poder.
Sin embargo, en el momento del parto, “me intentan sin éxito poner 3 veces la epidural logrando entrar hasta la cuarta vez, no dejan pasar a mi esposo hasta que el quirófano lo dejaran lo más listo posible. Solicito ya anestesia, calmante o algo porque ya no aguantaba el dolor, nunca me agarró la epidural.
Ya con demasiadas contracciones comencé a pujar, pero inmediatamente me sentí débil ya que llevaba toda la noche soportando los dolores y las contracciones, por lo mismo le comento a la doctora que ya me haga la cesárea porque ya no podía pujar más. Ella insistió en que sí podía tenerlo por parto natural y que siguiera pujando, ya que la dilatación era la adecuada y se veía la cabecita de mi bebé, fue un lapso largo mientras estuve pujando y no lograba salir.
Me comentó que necesitaba que hicieran un push, el cual lo haría su colega el doctor Enrique para ayudar a mi bebé a salir, intenta contactarlo sin éxito por 5 minutos aproximadamente, posteriormente logra contactarlo y le dice que sí puede hacerlo que lo espere, estuvimos esperando a su colega el doctor Enrique casi media hora (tiempo crucial en la vida de mi bebé, y durante todo este tiempo diciéndole que no aguantaba pujar más, que estaba débil y que por favor ya me hiciera la cesárea).
Cuando llega el Dr. Enrique le pide apoyo con el push porque yo ya no tenía fuerza para pujar más, sin éxito varias veces y ella sólo decía ya viene y mi bebé seguía sin bajar bien por el canal de parto.
Siguen haciendo push sin éxito y el anestesiólogo le dice: ¿ya la bloqueo, ya para abrir?… y la doctora menciona que no, que ya venía el bebé.
Me da una crisis muy fuerte de ansiedad en el parto y grito que me duerman y abran porque ya no aguanto más, aumentan la dosis del bloqueo, la doctora comienza a cortar por debajo de la vagina para poder ayudar, con mis pocas fuerzas que tenía seguí pujando, con la doctora jalando a mi bebé y con el push entre el anestesiólogo y el doctor Enrique, lograron sacarlo a las 6:32 horas, sin vida.
El parto fue prolongado por aproximadamente hora y media. Mi bebé sale sin vida, me doy cuenta de inmediato, continúo con dolor fuerte en el vientre y me indica que me estaba sacando la placenta. Grito por la vida de mi bebé y comienzo a hablarle y gritarle para que me escuche y regrese.
El proceso de reanimación a mí bebé comienza inmediatamente por parte de la pediatra, auxiliando el anestesiólogo y el doctor Enrique para poder reanimarlo. A la doctora la noto claramente nerviosa y ansiosa por la situación, saca la placenta y me cose, entre la adrenalina no me había dado cuenta que me había abierto (pero mi esposo si lo vio), me cose prácticamente volteada viendo los intentos de reanimación de mi bebe. Notablemente nerviosa, la tuvo que ayudar el ginecólogo a terminar de coserme ya que la doctora Erika no podía terminar por su nerviosismo.
Me dejaron cerca de una hora incomunicada en la sala de recuperación, sola y con una enfermera de la cual desconozco su nombre, pero la señalo de violencia obstétrica y poca empatía ya que le solicito me de informes sobre la salud de mi bebé y groseramente me dice que ella no sabe nada, le solicito aunque sea mi celular y nuevamente grosera me dijo que ella no sabía nada, ni ella ni nadie pudieron acelerar el proceso de subirme al cuarto o proporcionarme algo para tranquilizarme.
Ella estaba haciendo su reporte y mencionó muchas veces: que ella no tenía idea que venía un parto hasta que ya estaba ahí y que estaba hecha bolas, con lo que se había tomado del paquete y lo extra, que antes de subirme ella tenía que cerciorarse de qué materiales y medicamentos adicionales se habían tomado para podérmelas cobrar.
El 10 de octubre del año 2022, en una temporalidad de las 4:41 horas a las 6:32 horas (hora del nacimiento), en el Hospital D’ María, la doctora Erika N, a pesar de no estarse dando las condiciones necesarias para un parto normal, y después de haberme suministrado en exceso medicamentos para inducir el parto, realizó en mi persona procedimientos violentos, para impedir una cesárea, lo que me causó lesiones en mi cuerpo, y daños en mi bebe, quien a consecuencia de lo anterior nació con asfixia perinatal severa, lo que la causó la muerte, en virtud de los procedimientos realizados por la ahora denunciada».
Hasta ahora en la Fiscalía las diligencias no avanzan y la justicia en el caso de la muerte ocasionada al bebé de Kenia está en la impunidad, sin justicia.
Con información de AVC