Xalapa, Ver.- José Bocarando Santana, limpiador de calzado, es víctima de una doble desaparición forzada que ha marcado a su familia durante más de una década. Primero, el 10 de mayo de 2012, José fue detenido por elementos de la Secretaría de Marina Xalapa. Una semana después, la Fiscalía General del Estado (FGE) recogió su cuerpo sin vida y lo depositó en las fosas comunes del panteón municipal Palo Verde, pero sus restos, siguen sin volver a casa.
La última vez que José Bocarando tuvo contacto con su familia fue a través de una llamada telefónica a Roxana Ramírez Calte, madre de su hijo, para informarle que había sido detenido por la Marina. «Yo le llamé ese día para decirle que necesitaba dinero para el niño, y me dijo: ‘Sí, mija, permíteme tantito, hay operativo de la Marina y no sé qué pasa’. Desde ahí no supe nada», relata Roxana, quien ha vivido estos 12 años de búsqueda mientras enfrenta su lucha contra el cáncer.
Durante nueve años, Roxana buscó a José con la ayuda de otros colectivos de familias de desaparecidos. En 2019, empleados de la dirección de Servicios Periciales de la FGE mostraron a las madres un catálogo con fotografías de cuerpos localizados, credenciales, tarjetas de banco y ropa. Fue entonces cuando Roxana reconoció a José en una de las fotos. Seis años después de ese hallazgo, las autoridades aún no han encontrado el cuerpo en la fosa común del panteón Palo Verde.
«Hemos ido a dos exhumaciones; salen cinco o tres cuerpos, pero ninguno de los cuerpos es él. No saben dónde está«, explica Roxana. «Son cuatro años y ni Periciales ni Fiscalía me han dicho: ‘Aquí está tu desaparecido’; no saben en qué punto se encuentra. Está doblemente desaparecido. Solo nos dicen que está en el panteón Palo Verde, pero no sabemos dónde. Es impotencia, coraje», añade.
En mayo de 2022 y abril de 2023, la familia de José y los empleados de la dirección de Servicios Periciales realizaron exhumaciones en las fosas comunes del panteón Palo Verde, sin éxito en la localización del cuerpo. Roxana describe la desesperación de no poder cerrar este doloroso capítulo: «Mi hijo tenía 3 años cuando desaparecieron a su papá. Ahora tiene 15 años, y seguimos sin encontrarlo».
En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, las familias del colectivo «Buscando a Nuestras Desaparecidas y Desaparecidos» llevaron a cabo una rodada por la avenida Arco Sur hasta llegar al centro de la ciudad, donde se manifestaron en la plaza Sebastián Lerdo, exigiendo justicia y respuestas a las autoridades.
Roxana Ramírez Calte, en nombre de su familia y de tantas otras, sigue exigiendo justicia: «Necesitamos que la Fiscalía se comprometa de verdad, que haya presupuesto, que haya resultados. No podemos seguir así, con una simulación de justicia que no nos lleva a ninguna parte».
Con información de AVC
