Córdoba, Ver. – Con más de 120 años de historia, el reloj ubicado en el palacio municipal de Córdoba se erige como una auténtica joya en la región.
Mantenido con esmero por el experto relojero Gregorio Carlos Herrero Velasco, este reloj representa un legado único en su género.
Encargado por el ex presidente Porfirio Díaz a un renombrado fabricante de Francia, quien se rumora también trabajó para la familia Bonaparte en aquel entonces, este reloj es una obra maestra de ingeniería y artesanía. Compuesto por alrededor de 600 piezas meticulosamente hechas a mano, su construcción requirió aproximadamente 3 mil horas hombre y la participación de una decena de hábiles artesanos.
Herrero Velasco, quien ha dedicado gran parte de su vida a mantener este tesoro histórico en perfecto funcionamiento, resalta la minuciosa atención que demanda el reloj. Desde el constante mantenimiento hasta la delicada limpieza de las piezas para prevenir su oxidación.
Aunque se le da cuerda cada tres o cuatro días, la fluctuación de temperatura sigue siendo un desafío constante, impactando ligeramente en su precisión en unos dos o tres minutos. Sin embargo, a pesar de estas adversidades, el reloj conserva su autenticidad y esplendor original.
Entre sus características más destacadas se encuentran las campanas originales de España y la representación del número 4 con cuatro barras en lugar de números romanos, añadiendo un toque distintivo a su diseño.
Herrero Velasco expresa su deseo de que en el futuro se pueda abrir este espacio histórico para que más personas puedan apreciar y maravillarse con esta obra de arte única, que trasciende el tiempo y sigue siendo un orgullo para la ciudad de Córdoba.
Gabriela Domínguez
