Acertijos
+Falleció el empresario cordobés, Eloy Díaz, dueño del legendario restaurante Mariscos Díaz. En paz descanse. Gilberto Haaz Diez DE TIN MARIN DE DO El presidente AMLO llegó a Veracruz, donde las palmeras se emborrachan de
+Falleció el empresario cordobés, Eloy Díaz, dueño del legendario restaurante Mariscos Díaz. En paz descanse. Gilberto Haaz Diez DE TIN MARIN DE DO El presidente AMLO llegó a Veracruz, donde las palmeras se emborrachan de
Y cuando despertamos, estábamos eliminados. Camelot Gilberto Haaz Diez ASI JUGO MEXICO Después de la tempestad siempre vuelve la calma, dice el clásico. Echado en el mullido sillón, dijera Gil Gámez de Milenio, me apoltroné
*De García Márquez: La vida es como son los viajes, no es lo que uno vivió, sino lo único que uno recuerda, y como lo recuerda para contarlo”. Camelot. Gilberto Haaz Diez HOY VUELVE MEXICO
*No se deja de pedalear cuando se envejece, se envejece cuando se deja de pedalear. Camelot. Gilberto Haaz Diez EL NOBEL NO MERECIDO Suele la Academia Sueca, de vez en cuando, ‘chafear’. Algunas veces padece
*No desgasta el poder, lo que desgasta es no tenerlo. Camelot. Gilberto Haaz Diez LA MARCHA QUE NO VI Absorto en las cosas del Mundial, cuando no hay un juego están las barras de los
“Estoy arrepentido del 99% de todo lo que hice en mi vida, pero el 1% que es el fútbol salva el resto”, Diego Maradona. Camelot. Gilberto Haaz Diez HOY JUEGA MEXICO Mañana de sábado. México
Y la muerte pisó su huerto, y la música entristeció. Camelot. Gilberto Haaz Diez LA MUERTE DE PABLO MILANES Murió Pablo Milanés, en Madrid, donde se había refugiado a curarse una enfermedad. A su muerte,
*Y cuando despertamos, Argentina estaba abatida. Camelot. Gilberto Haaz Diez LOS DIOSES NO ESTAN RENDIDOS Muy temprano, para amanecer, el mundo despertó sorprendido de que Arabia Saudita había vencido a Messi y sus argentinos. Desde
*Siempre aparecen los mexicanos locochones del Mundial. Camelot. Gilberto Haaz Diez EN EL ARCO DEL TRIUNFO El alcohol y los mexicanos no son buenos amigos en los mundiales, dice la historia, y cada vez que