Esta laguna, catalogada como Sitio Ramsar categoría Sub 3, es una reserva ecológica de 74 hectáreas, de las cuales solo queda la mitad debido a la expansión de asentamientos humanos permitidos por administraciones municipales anteriores.
El presidente de «Rescatemos Pancho Poza» destacó que la preservación de la laguna es vital debido a su deterioro causado por la deforestación, la contaminación y el exceso de visitantes. Se estima que, de seguir este ritmo, la laguna podría quedarse sin agua en 15 años.
A pesar de ser declarada Área de Conservación de Flora y Fauna desde 1996, la laguna ha sido explotada para actividades turísticas, promoviendo incluso mitos sobre sus propiedades curativas; sin embargo, se ha demostrado que el agua no tiene cualidades terapéuticas y su consumo directo puede representar riesgos para la salud.
Uno de los principales problemas es la contaminación generada por las granjas porcinas en el Valle de Perote, cuyos desechos han contaminado los mantos freáticos y llegan hasta la laguna. Además, la falta de regulación municipal ha permitido la venta de alimentos y bebidas alcohólicas en la reserva, exacerbando la situación.
La laguna de «Pancho Poza» alberga especies endémicas en peligro de extinción, como el «Dragoncito de la Sierra Madre Oriental», que son víctimas de la violencia y la negligencia de los visitantes. Además, se han registrado casos de uso indebido de la reserva para actividades como el lavado de autos, lo que agrava la contaminación.
