Hace mucho calor. Si allá en la zona montañosa no dejan de quejarse del calor, acá en el sur, es infernal.
Le juro que no miento, estoy crudo y no es por haberme ido de pachanga. Es el calor. Anoche, aunque el termómetro marcaba los 29 grados, ni con el aire acondicionado estábamos tranquilos. Hoy estamos a puro ventilador. Apenas es un alivio. Cada pocos minutos detengo mis tareas para ir a mojarme la cabeza y buscar algo muy frio para beber.
El agua del lavabo no es que salga muy fresca que digamos, pero al menos templada sirve para reducir la insolación que provocan las paredes blancas de la casa.
La tentación de prender en aire acondicionado es cada vez mas fuerte, pero los recibos de la CFE han llegado de 600, 700 y hasta más de mil pesos. Sino alcanza para la tortilla y la verdura (porque eso de carne ni hablemos), eso de estar metido en el clima todo el día es de locos.
Así que mejor prendemos todos los ventiladores…. Lo cual tampoco es un alivio porque suman al costo del recibo y aunque el Peje haya dicho que no subirá el precio de la energía eléctrica más bien lo que quiso decir es que mantendrán congelados los precios artificialmente por seis meses.
“Es tiempo de ahorrar”, así se iba a llamar este comentario originalmente porque 6 meses es lo que tenemos para prepararnos para el golpe inflacionario. Si usted no entiende que eso de la inflación, con que sepa que es la subida de precios basta.
Usted dirá que los precios siempre suben y es verdad. México es un país con una inflación alta, pero ahora es peor. No hemos terminado de padecer los efectos económicos del Covid y de aquí a dos meses estaremos resintiendo con severidad las consecuencias de la guerra en Europa, y cuando todo eso pase (que vaya a saber Dios cuando sea) vamos a tener en nuestra cara la escasez de energías y el cambio climático. El recibo de la CFE no hará nada más que subir al igual que las gasolinas. Eso claro va a encarecer más el costo de los alimentos y desde luego no va a reducir las altas temperaturas, pero no va a haber dinero que pueda con el recibo del aire acondicionado… y la tele… o en mi caso la computadora porque hay que trabajar.
Como lo veo, es tiempo de sembrar. Literal y metafóricamente. Si tiene el espacio ponga muchos árboles en su casa y haga el esfuerzo sobrehumano de ahorrar. Ahorre primero y luego vuelva ahorrar.
Digamos que soy pesimista, pero nada parece indicar que esto vaya a mejorar, por el contrario. Entonces, vaya y cómprese un helado. Mientras se lo come piense en la energía que se necesita para mantenerlo frio, en producirlo, en transportarlo, en esa energía que se está acabando y que podría ser el último helado que pruebe en su vida.