Hoy quería hablar de inversiones, pero me distraje con una nota sobre la generación Z. Resulta que son muy duchos en el tema, que les va muy bien en las criptomonedas. No lo dudo, las cripto son un buen instrumento de inversión si eres joven, muy joven, entre más mejor.
Este instrumento, sobre todo el Bitcoin, es extremadamente volátil. Te puede triplicar tu inversión en pocos años incluso meses y con la misma facilidad te puede dejar en la calle. Por eso es bueno si estás chavo, tienes toda la vida por delante para recuperar lo que perdiste. Lo malo es que la mayoría de los chavos no tiene la cantidad necesaria como para que la inversión valga la pena.
Yo dejé de invertir ahí por dos razones: me hice viejo y noté que se comportaba diferente al dinero fiat. Se supone que las cripto debían funcionar como un instrumento de intercambio, pero se han convertido en un mero instrumento de inversión. La gente las compra para venderlas cuando aumenta su valor. “Valor” que consiste en la fe que tienen los inversionistas de que más tarde valdrán más.
Verán, el dinero fiat (pesos, dólares, euro, etc) vale porque la gente los usa para comprar cosas, las cripto… en términos generales nadie las usa.
Sin embargo, El Salvador se convirtió en el primer país en legalizar el uso del bitcoin. Esto quiere decir que todo su sistema financiero en principio y después todo el comercio podrá y tendrá que aceptar esta moneda como instrumento de intercambio. No sólo eso, el gobierno salvadoreño es el primero del mundo en usar la energía de un volcán para minar bitcoins.
Esto es revolucionario. El único argumento válido que conozco contra las cripto es que necesitan grandes cantidades de energía para el minado y ¡la sacan de un volcán! Ni China, que es el principal minero, hace eso. Curioso el caso chino, que lo hace el gobierno, pero lo declaró ilegal para los ciudadanos.
Volviendo atrás, el uso de las criptomonedas apenas da sus primeros pasos y tal vez estés tentado en invertir. No obstante, antes de meter tu dinero en este instrumento pregúntate: ¿Cuánto dinero puedo permitirme perder?
Piensa en la cantidad que te gastarías en una salida con los cuates, juguetes o alguna tontería como, por ejemplo, un casino. Eso es lo que debes invertir. Si tu respuesta es “no puedo permitirme perder dinero”, entonces las criptomonedas no son para ti.
David Fernández
* Originario de CdMx, con licenciaturas en Derecho y Ciencias de la Comunicación; diplomados en Administración, Finanzas, Derechos Humanos, entre otros; cuenta con autorización de la CNSF para dar asesoría en prevención financiera; ha realizado estudios en Historia y Religión; periodista en medios del centro y sur del estado; así como catedrático en nivel medio superior y superior. Contacto: https://tarjeta.id/brindis