EN EL CHILATOLE DE HOY: AMLO y los mitos

David Fernández Opinión

Es un fenómeno que se ha dado en todas las culturas y todas las épocas. Casi sin excepciones, la clase gobernante trata de tener una conexión con alguna figura mítica de su pasado.

Los mitos, vale la pena decirlo, son un punto tan atrás… tan lejano en la historia de un pueblo que la realidad se mezcla con la leyenda. Los faraones, por ejemplo, decían ser sucesores del dios Horus, a quien consideraban el iniciador de la civilización egipcia. Era esa divinidad la que justificaba que ellos, y no cualquier otro, tuvieran el poder. Con ello lo justificaban, pero con las armas lo sostenían.

Filipo II de Macedonia, conquistador de Grecia decía descender de Hércules mientras que su esposa Olimpia alega serlo de Aquiles. Con esos antepasados, el hijo de ambos, Alejandro Magno, tenía todo el derecho de conquistar y civilizar el mundo. Al menos eso decía él.

Los romanos reconocían como antepasados a los hijos de una prostituta: Romulo y Remo, quienes pertenecían a la tribu latina, cuyo fundador casó a su hija con Eneas, último heredero de Troya. Al menos eso dice la Eneida. Esto justificó su hegemonía primero en Italia y luego en todo el Mediterráneo.

El mismo Julio César alegaba ser descendiente de la diosa Venus.

Así sucesivamente en cada pueblo la filiación con el mito ha justificado los gobiernos o para ser más preciso, el mito da poder al discurso que permite la hegemonía.

En la edad Media era Dios quien designaba al rey y la nobleza; a los judíos Dios les regaló Palestina; en los aztecas solo el Tlatoani podía hablar con los dioses; y en México el PRI era el heredero de la Revolución.

Decía Heródoto que Aquiles quería ser como Hércules y se convirtió en Aquiles; que Alejandro quería ser como Aquiles y se convirtió en Alejandro, del mismo modo que el Peje quiere ser Madero y Juárez.

La 4T ha desempolvado y revitalizado a los héroes revolucionarios. Apoyando la piedra de su iglesia en la infalibilidad moral, que si uno escarba un poco vera que de moral no tenían mucho, pero es su mito lo que importa, el andamiaje que la sostiene… Y decía Filipo II que es una vida solitaria, cuando vives con los mitos.

* Originario de CdMx, con licenciaturas en Derecho y Ciencias de la Comunicación; diplomados en Administración, Finanzas, Derechos Humanos, entre otros; cuenta con autorización de la CNSF para dar asesoría en prevención financiera; ha realizado estudios en Historia y Religión; periodista en medios del centro y sur del estado; así como catedrático en nivel medio superior y superior. Contacto: https://tarjeta.id/brindis
Síguenos y da Me Gusta:
Twitter
Visit Us
Follow Me
YouTube
YouTube
Instagram