Xalapa, Ver.- Isidro tenía siete, no 12 años como difundieron las autoridades, aclara Laura, madre del niño secuestrado y abandonado sin vida en La Haciendita.
El viernes 13 de septiembre, Laura y Chilo, su niño, acudirían a rezar un rosario. Laura se dedica a la crianza de cerdos y aún impregnada del olor a corral, le pidió a su hijo que se bañara antes de ir a la oración, pero él le recomendó bañarse primero, mientras él jugaba con las vecinas y se compraba unas “cacalas” o chicharrones.
Después de asesarse, la mujer comenzó a buscar al niño en casa de Diana Patricia, donde, le dijeron, había ido a pedir agua, Nadie le abrió. La búsqueda se extendió a casa de Emilio, el padre de Diana, él le dijo que estaban en casa de Diana, viendo televisión, volvió a buscarlos pero nadie abrió.
“Esas personas que se llevaron a mi hijo, somos vecinas, nunca tuve problemas con ellas, aparentemente la llevábamos bien, nunca les hice daño, ningún mal. Mi niño se puso a jugar con las niñas que viven frente a ellas, y se juntaron las niñas de arriba y se pusieron a jugar. Mi niño les pidió agua, tengo testigos de que se metió a esa casa, y Diana Patricia le dijo que no le daría agua, que le daría un juguito, y le dieron de cenar”.
Laura informó a los vecinos que no localizaba a Chilo, se corrió la voz y gente del pueblo se unió a la búsqueda.
Con el transcurso de las horas, Laura se enteró, por voz de los vecinos, que Diana Patricia lo invitó a pasar, le dio de cenar y posiblemente algo para sedarlo.
Por la noche, desesperada, fue a pedir ayuda a la Policía Municipal de Alto Lucero. A pesar de sus súplicas y de que se trataba de un menor de siete años de edad, los oficiales le recomendaron esperar 72 horas.
La madre de Isidro pasó la noche en vela, sentada en la banqueta de su casa, esperando un milagro. Antes de amanecer, el sábado 14, Laura regresó a la cabecera municipal de Alto Lucero para decirle a los policías municipales que Isidro no había regresado.
“Iba entrando a Alto Lucero, como a las 7 de la mañana, en eso me marcan y me dicen oye Laura ya apareció tu niño. Les dije, no, no ha aparecido. Me dice mi vecina. Es que tu niño ya apareció. Le pregunté, mi niño está bien, sanito, salvo. Me dijo: Lo siento mucho y se puso a llorar. Me repetía: Lo siento mucho”.
Pero Laura, que estaba llegando a la comandancia de policía, no comprendió el mensaje y le dio el teléfono a su yerno mientras ella insistía en que le ayudaran a buscar a su hijo. El comandante le pidió que lo acompañara a Xalapa, a la Fiscalía General del Estado.
“Ni el Comandante me quiso decir, me vinieron a decir aquí en Fiscalía que a mi niño lo habían encontrado tirado en La Haciendita, que las mujeres lo traían en el carro, que lo iban a dejar en el Super Che (de la colonia Campo de Tiro en Xalapa) pero el niño las reconoció”.
El cuerpo sin vida de su hijo fue hallado en la colonia La Haciendita, en Xalapa. Según las investigaciones, las mujeres que lo secuestraron decidieron asfixiarlo cuando las reconoció y amenazó con contarle a su madre.
Han pasado 20 días desde que las vecinas se llevaron a Isidro y Laura aún llora de impotencia porque esa misma noche, ante la policía municipal, ella las señaló como responsables de su desaparición, pero no le hicieron caso.
“Desde el principio se los tiré. A Diana Patricia (hija de Emilio Arenas); a María Paola (cuñada de Diana Patricia y pareja de Ludwing hijo de Emilio Arenas), a María Eugenia Ochoa (mamá de María Paola) y al mismo papá (Emilio Arenas) que me dijo que estaban encerradas en la casa de Diana Patricia».
Laura recuerda el momento en que reconoció el cuerpo de su pequeño. «Lo único que quiero es justicia para él, no puede quedar impune, quiero justicia era un niño, un bebé, no les había hecho nada”.
En cuestión de días, la Fiscalía General del Estado detuvo a Diana Patricia y María Paola, imputándolas por el delito de homicidio calificado.
Con lágrimas en los ojos, Laura repite una y otra vez que nunca tuvo problemas con las vecinas. Ahora, solo busca que el crimen no quede impune y la detención de otros dos implicados.
“Pido justicia y que nunca las saquen, que agarren a María Eugenia Ochoa y hasta a Emilio porque esos cuatro estaban de acuerdo. Ellas tienen hijos (Diana Patricia y María Paola), mi hijo es de la edad de sus hijas; yo nunca tuve riñas con ellas, si querían dinero se los hubiera dado, le hubieran dicho a mi hijo vete a tu casa, ellas son muy malas” lamenta Laura.
“A ninguna madre le deseo este dolor, se hubieran metido conmigo, conmigo, conmigo. Mi hijo era un niño indefenso, él no se supo defender, dos mujeres en contra de él, matándome a mi niño cómo si fuera un animal, nunca voy a volver a tener a mi niño en mis brazos” lamenta Laura y exige justicia para Isidro.
Con información de Verónica Huerta/AVC
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