Xalapa, Ver.- La desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo de las reglas de operación del programa “La escuela es nuestra” afecta a mil 64 planteles que brindaban este servicio —que incluye alimentos para los estudiantes— en el estado de Veracruz, aunque desde 2020 los recursos de este programa se usaron para atender la pandemia por covid-19.
En el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó el acuerdo 05/02/22 en el que desaparecieron las Escuelas de Tiempo Completo; de acuerdo con la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), en la entidad había mil 64 planteles que brindaban el servicio extendido y alimento a estudiantes habitantes de 59 municipios.
El programa tenía el objetivo de mejorar el rendimiento de los alumnos de las escuelas públicas de educación básica, mediante la ampliación de las horas que los alumnos asistían a la escuela con una jornada de entre 6 a 8 horas; adicionalmente se ofrecían servicios e insumos para la alimentación de alumnos y docentes.
Previo a su desaparición docentes denunciaron falta de pago, mientras SEV regresó dinero a la federación.
Sin embargo, desde agosto de 2020, maestros denunciaron que dejaron de recibir el pago por su jornada ampliada; un pago mensual de entre 4 mil y 5 mil pesos, que se suman a los salarios que cada maestro recibe. Los docentes señalaron que el recurso había sido enviado por la federación al estado pero que no se pagó y con ello afectaron a casi 4 mil maestros que tenían este ingreso.
Por su parte, el secretario de Educación, Zenyazen Escobar García, informó que durante el primer semestre de 2020 había pagado 54.5 millones de pesos para este componente.
Cabe destacar que en la tercera entrega del informe de cuenta pública 2020 entregado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) se observó que en 2020 se destinaron 125.9 millones de pesos para este programa en Veracruz, pero la SEV regresó 341 mil pesos no ejercidos ese año.
Del total de recursos entregados al estado ese año, 73.8 millones de pesos se destinaron al apoyo económico de 3 mil 916 docentes y 3.6 millones de pesos para el pago de 342 coordinadores escolares.
Sin embargo, la ASF observó que la SEV destinó 40.1 millones de pesos para el servicio de alimentación y 36.4 millones de pesos para la compra de paquetes satinizantes y servicios de desinfección para las mil 64 escuelas en la entidad, así como para la compra de 46 mil 686 despensas no perecederas, a pesar de que en 2020 se decretó la suspensión de clases presenciales con motivo de la pandemia por covid-19.
Ante los reclamos de los maestros, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, informó que el retraso en el pago se debió a que tras el inicio de la pandemia por Covid-19 el gobierno federal destinó recursos extraordinarios para su atención y que al no haber clases presenciales los recursos del programa habían sido diseccionados.
Cabe destacar que en Veracruz los municipios en los que se tenían más escuelas de tiempo completo son aquellos con niveles de pobreza extrema; en Zongolica, por ejemplo había 58 planteles en este esquema; en Chicontepec, había 51 y Las Choapas, 50.
Este programa comenzó a operar en México en 2007 con 441 escuelas de educación básica y llegó a superar los 27 mil planteles en todo el país; sin embargo, con la nueva administración federal, los recursos fueron suspendidos incluso antes del inicio de la pandemia por covid-19, cuando se frenaron las clases presenciales en las aulas.
En 2018, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) realizó un impacto del programa de escuelas de tiempo completo y determinó que en las escuelas primarias se identificó una disminución significativa en las tasas de repetición y rezago educativo, respectivamente, en el periodo 2007-2017.
Y que estos efectos son particularmente de mayor magnitud y robustez para aquellas escuelas ubicadas en localidades de alta marginación. Por otro lado, en términos generales, no se encuentra evidencia del efecto del programa en las escuelas secundarias, toda vez que la mayoría de los resultados no fueron robustos.
Aún así, el informe advierte que el incremento de la duración de la jornada escolar en un esquema con servicio de alimentación es una intervención efectiva para mejorar el logro educativo y el nivel de aprendizaje, primordialmente, entre los estudiantes de escuelas primarias en localidades de alta marginación.
“El propio diseño del programa presupone un mecanismo causal que vincula a la población en situación de vulnerabilidad o en contextos de riesgo social con la necesidad de mayor tiempo de instrucción y alimentación como el medio para incrementar su nivel de logro educativo”, señaló el estudio.
Este martes el programa quedó fuera de las reglas de operación del programa “La escuela es nuestra” y con ello 3.6 millones de estudiantes en el país se quedaron sin el servicio de horario ampliado en escuelas y 1.4 millones sin el alimento que recibían de manera gratuita.
Con información de AVC