DE PRIMERA MANO

Omar Zúñiga Opinión

Gurría 2024

Por Omar Zúñiga

El lunes pasado se realizó el foro “Diálogos por México”, convocado por el CEN del tricolor, en el casi mítico edificio de Insurgentes Norte en la Ciudad de México, en un intento por revivir…

Por dicho foro desfilaron personajes como la senadora Beatriz Paredes, que se ha caracterizado por su discurso anti A(m)lito Moreno, en abierta oposición a su dirigente nacional, pero con la suficiente madurez política, para dejarse ver en estos lugares, denotando su altura de miras y que no por nada es considerada seria contendiente a la candidatura presidencial 2024 de su partido, independiente de si habrá o no alianza.

Otro personaje que se dejó ver por ahí, fue José Ángel Gurría Treviño, quien también sabe más por viejo que por diablo, luego de su paso por la administración pública como canciller y secretario de Hacienda, fue designado como presidente de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) por tres periodos consecutivos, del 2006 al 2021.

El tampiqueño dejó en claro que es necesario retomar las bases de la Alianza va por México para 2023 y 2024, pues “sólo así habría posibilidades de prevalecer, de ganar, pero más importante aún, sólo así se actualizaría y se modernizaría el sistema político de México”.

No es gratuito –obvio- que Gurría dejara este tema en claro, pues previo a su participación en este foro y de hecho lo que lo motiva a presentarse, es de hecho la posibilidad de participar en 2024.

El influyente Wilson Center de Washington, se refiere a él como el personaje que “consolidó el papel de la OCDE como uno de los pilares del sistema de gobernanza económica mundial, redefiniendo su misión como la de diseñar, desarrollar e implementar “Mejores políticas para una vida mejor”. Además, logró reemplazar la percepción de la OCDE como “el club de los países ricos” por la de “la casa de las mejores prácticas” para la promoción de un crecimiento más incluyente y sostenible”.

“Durante sus tres mandatos consecutivos (2006-2021), transformó la Organización en una institución más global e influyente. Aumentó el número de países miembros, al promover la incorporación de Chile, Estonia, Israel, Letonia, Eslovenia, Lituania, Colombia y Costa Rica. Lanzó un programa de cooperación con los más importantes países emergentes, convirtiéndolos en “socios clave” (Brasil, China, India, Indonesia y Sudáfrica). Impulsó los Programas Regionales con el Sureste de Europa y MENA (Middle East and North Africa/Medio Oriente y el Norte de África), y lanzó nuevos programas con Eurasia, el Sureste Asiático y América Latina y el Caribe, promoviendo una cooperación dinámica con más de 100 países en vías de desarrollo”.

“Durante sus últimos cinco años al frente de la OCDE, encabezó las conversaciones con seis países que solicitaron oficialmente su adhesión: Argentina, Brasil, Bulgaria, Croacia, Perú y Rumania. Dichas solicitudes están actualmente en consideración del Consejo, con la excepción de Brasil y Perú, que fueron aprobados en 2007 y 2021 respectivamente”.

Pésele a quien le pese, el tipo algo le sabe al asunto de las relaciones internacionales y el desarrollo de las naciones, que si bien había mantenido la cabeza abajo por obvias razones, pues especialmente en este gobierno quien se asoma, le arrancan la cabeza, Gurría Treviño, quien por cierto asumirá la Presidencia del Foro de París para la Paz en marzo de 2023, dio un paso adelante al aceptar en corto sus aspiraciones al 2024 y no necesariamente por el PRI, pues él sabe perfectamente que el tricolor está en terapia intensiva y por sí solo no gana ni una jefatura de manzana.

Pero más tardó en hacer saber su participación, que en acercarse varios institutos, el tricolor por supuesto, pero también gente del PAN, PRD y sí, el Movimiento Ciudadano de Dante Delgado Rannauro.

¿Será que Gurría pueda articular fuerzas con miras a convertirse en el primer gobierno de coalición en la historia reciente de nuestro país?

Aún falta mucho, pero el mismo presidente fue quien –contrario a toda lógica- adelantó su sucesión tres años, y ni todas las cortinas de humo para tratar de evadir el desastre de país que tiene, pueden parar la carrera presidencial que se convirtió en un maratón.

¡Qué barbaridad!

deprimera.mano2020@gmail.com

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