Durante décadas en México hemos exigido que el gobierno cumpla su tarea de ser un garante de la seguridad de cada uno de los ciudadanos. Ha sido, es y será un tema del discurso político para enamorar a los electores. La realidad es que nunca se ha cumplido la ley y mucho menos se ha trabajado para que los tres órdenes de gobierno cumplan su misión.
Y claro que aunque la Constitución y las leyes que de ella emanan dejan claramente establecida esa obligación gubernamental, donde también se incluye al Poder Judicial, los ciudadanos debemos participar en esta tarea que urge se lleve a cabo en México. Mucho de lo que podemos y debemos hacer está en la Prevención del Delito, básicamente en la educación y en el respeto al prójimo.
Cuando se habla del Estado Mexicano, inmediatamente se enfoca uno en los órganos de gobierno, para fines prácticos creo muchos sí hablan del Estado Mexicano en las obligaciones del gobierno, pero la realidad es que el Estado Mexicano está formado por: El territorio, la población y el gobierno con sus leyes. De igual manera se usa mucho el término de Estado de Derecho, el cual es: El principio de gobernanza por el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estados, están incluidos en leyes que se promulgan y se hacen cumplir por igual.
Con estas observaciones lo que notamos en México, y en mi opinión personal, una de las principales razones de la inseguridad, es la falta del cumplimiento de las leyes por casi todos los ciudadanos que vivimos en México y los más grave la falta del cumplimiento de parte del gobierno, así como la falta de justicia. Ante los delitos, no hay denuncias ciudadanas y no hay denuncias por desconfianza a la autoridad. Es un calvario ir a una agencia de la Fiscalía a levantar un acta y por otro lado de los delitos denunciados más del 90% quedan impunes, no hay investigación y mucho menos justicia.
Siempre lo he dicho que lo que más le duele al ciudadano es el delito que le afecta en su persona, familia o pertenencia. Ese delito normalmente es un delito del fuero común, o sea un delito que les toca a los gobiernos locales (estatales) prevenir, investigar, perseguir y castigar. En la lista de esos delitos está: Homicidio, secuestro, extorsión, robo, lesiones, amenazas y fraudes por ejemplo. Esos delitos normalmente no se denuncian e ínsito si se denuncian no pasa nada. Creo todos hemos sido víctimas de alguno de esos delitos. Yo en lo personal he sido víctima de dos de esos delitos, he ido a levantar mi acta de denuncia y no pasa nada. No hay justicia y por ende la delincuencia sigue avanzando.
Para prevenir, para disuadir o para minimizar el delito existe un brazo del gobierno que es la policía, se entiende por policía: Como una institución depositaria de la fuerza del Estado, que opera bajo el marco Constitucional, cuya función radica en mantener el orden público, garantizar la seguridad de los ciudadanos y ser auxilio de la Fiscalía en la investigación y persecución de los delincuentes. Pero eso es letra muerta.
En México hay diferentes tipos y corporaciones policíacas pero en total desorganización, sin mandos claros, sin formación especial. Y a río revuelto ganancia de pescadores. Si hay una institución que debe ser respetada y debe ser apoyada así como querida es el de la Policía. Pero desafortunadamente acá no pasa eso, muchas veces se ve como el enemigo ciudadano.
Antes en México teníamos como encargados de seguridad y prevención la policía federal, la estatal y la municipal. Hoy está la Guardia Nacional, que no acaba de ser una institución confiable y civil y las mismas policías estatales y municipales. Además de la policía responsable de la investigación y persecución de delitos que es la Ministerial o de Investigación. Y el problema no es en el número de policías ni de elementos que tenga cada institución es la falta de resultados, de capacitación y una respuesta clara del Poder Judicial. Además obvio el tener buenos ciudadanos que cumplan y respeten la ley.
Conforme al artículo 21 Constitucional la seguridad pública es la función a cargo del Estado que tiene como fines salvaguardar la integridad y derechos de las personas, así como preservar las libertades el orden y la paz públicos. El Estado no cumple su función, viola la Constitución y eso es corrupción además de ilegal, por lo que los actores gubernamentales responsables deben ser enjuiciados.
En México existe el Sistema Nacional de Seguridad Pública, también es letra muerta. Bajo este Sistema se presume que las instituciones policiales de los tres órdenes de gobierno deberán coordinarse entre sí para cumplir con sus fines de seguridad pública. Tampoco pasa de manera efectiva, y lo que sí pasa es que los gobernadores se hacen de la vista gorda y no cumplen el mandato. Todo quieren que se los resuelva la federación. Si no lo creen recuerden cuan Lázaro Cárdenas pedía a gritos auxilio en Michoacán por incapaz y tuvo que entrar Felipe a combatir el crimen en ese estado.
Por eso urge que el gobierno en sus tres órdenes y la ciudadanía, apoyada por el Poder Judicial cumplan sus funciones. Que no hay impunidad, que no haya más violaciones a la ley, que exista una verdadera policía ministerial que resuelva los casos y un Poder Judicial que castigue a los delincuentes. Ya basta. A trabajar que para eso están.
Tomás Trueba Gracián