¿Por qué es necesaria la reforma electoral del presidente Obrador?
Lenin Torres Antonio
El espíritu que movió la invención de la representación proporcional en México, establecida por la reforma política de 1977 y 1996, tiene que ver con dar “voz a las minorías”, posibilitando que los partidos políticos minoritarios a pesar que no ganen una elección de mayoría puede acceder a una representación en el congreso de los diputados y senadores, además de asegurar un equilibrio entre las fuerzas políticas en México, reforma promovida por Jesús Reyes Heroles destacado intelectual y político veracruzano, quien con esa fórmula legislativa, aparentemente democrática, se aseguraba que el partido político en el poder mantuviera la mayor cantidad de las diputaciones plurinominales para garantizar mayoría frente a las minorías, y que deja ver una perversa simulada apertura democrática.
He dicho que la dictadura “democrática” casi perfecta prianista había constituido un sistema político mexicano que se auto legitimaba a través de secuestrar a la democracia para legitimar el accenso al poder de los grupos políticos conservadores que se revelaban el poder público, así mismo, construían andamiajes ideológicos, legales y sociales que les permitían hacer parecer que México vivía en una plena democracia, aunque en lo real, en la pirámide del poder público el ejecutivo, o sea, el presidente de la república estaba en lo alto de la pirámide y controlaba los demás estadios de poder de la pirámide, entre ellos, el poder legislativo y el poder judicial, teniendo en cuenta la proclividad humana al narcisismo y el egoísmo, usaba el dinero público para mantener intacta la estructura piramidal de complicidades y el insano equilibrio entre los intereses privados y los públicos.
Esa dictadura “democrática” casi perfecta prianista insertaba dentro de esa pirámide del poder a “instancias pseudo liberales” como los derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil, al INE, el tribunal electoral de la defensa del voto, etc., y se daba el lujo ante esa aplanadora electoral que podía hacer que si candidateaba a una Vaca a un cargo de elección popular, ésta saliera ganadora; una de esa misericordiosas acciones de gracia política electoral fue la introducción de las representaciones proporcionales mejor conocido como las plurinominales.
Las diputaciones plurinominales tenían entre comillas sentido, cuando la maquinaria perfecta y bien engrasada prianista arrasaba en las elecciones en México, y las voces de las minorías quedaban excluidas de la formalidad legislativa, y las calles eran los únicos reductos que les quedaban. Aunque en mor a la verdad, a partir de su instalación formal, la representación proporcional nunca tuvo el sentido más amplio de dar voces a las minorías, puestos que estás fueron creándose por grupos de poder empresarial como el Partido Verde Ecologista, que más que defender a ultranza el equilibrio entre la physis y el nomo, siempre ha constituido un partido político que se mueve al mejor postor, es así que esas minorías nunca han tenido posicionamiento ideológicos propios sino eslóganes propagandísticos muy ad hoc a la moda de los tiempos, viniendo a constituir al final de cuenta, espacio minoritarios de cacicazgos de grupos que eternamente mantienen el control político, véase al partido Movimiento Ciudadano, que hasta la fecha sigue siendo controlado por Dante Delgado a través de una pseudo democracia al interior del mismo, un tiempo lo vemos de presidente, en otro, en puesto relevantes dentro de MC, pero siempre teniendo el control político del mismo, partido político como casi todos los minoritarios, que se mueve electoralmente por intereses de grupo, y acostumbra hacerse con una clientelismo electoral producto de la farándula, el deporte, o, los nuevos personajes de las redes sociales como son los influencer.
Esa pseudo apertura a las minorías propiamente es una de las razones para que desaparezca ese sistema promiscuo de representación proporcional, aunque haya otras razones aún peores, pues a lo largo de la historia de esa pseudo apertura democrática podemos constatar, como el hecho que primero las diputaciones y senadurías plurinominales pasaron de ser usadas como espacios para los expertos en la jerga legislativa, y así veíamos a los viejos lobos de mar del prianismo pasar de diputados a senadores y viceversa, como lo hicieron el priista Gamboa Patrón, el ahora integrante de la corriente democrática del PRI, el Oaxaqueño Ulises Ruíz, los finados priistas los Ruíz Massieu, el recordado por la roqueseñal, Roque Villanueva, o todavía, el panista Santiago Creel, etc., o, fueron utilizadas las plurinominales para mantener el control de líderes sindicales o gremiales, así que quién no vio al finado Fidel Velásquez tener un sillón permanente con sus siglas en el congreso de los diputados, o, al innombrable ex líder del Sindicato Petrolero Romero Deschamps, o a la omnipresente ex líder sindical del magisterio, la impune Elba Esther Gordillo; a degradarse la designación de las plurinominales al servir para designar a diputada(o)s o senadora(e)s a hijas o hijos de poderosos políticos prianistas, o, amiguetes y enamorada(o)s de los líderes prianistas en turno, e incluso designar a sus choferes que demostraron lealtad a sus patrones prianistas, o, a cómplices de sus fechorías de los prianistas; todavía resuena el desdén a la envestidura legislativa de la diputada priista Paloma Sánchez decir “soy pluri y a gusto”.
Parafraseando la canción de Joaquín Sabina Más de cien mentiras, “tenemos memoria…tenemos silencio…tenemos cenizas de revoluciones…más de cien palabras más de cien motivos para no cortarse de un tajo las venas”, tenemos más de cien razones para hacer una reforma electoral en México:
Desaparecer las diputaciones plurinominales por el gasto superfluo que representan, por la ausencia de una auténtica minoría, por el uso pueril para pagos y favores, por la depravación de ser utilizadas para darles un espacio de poder (dinero) a sus amiguetes, parentela, amantes, etc., que han hecho y hacen los prianistas.
Disminuir al mínimo el INE para dejar de ser la democracia más cara del mundo (1), en México el voto cuesta 314.87 pesos, en Canadá 270.35 pesos, en EEUU 171.31 pesos, en España 105.28 pesos, en Argentina 76.97 pesos y en Alemania 31.46 pesos, además con esto, evitamos el mundo de banalidades y opulencia en que viven los consejeros del INE, quienes se dan el lujo de tener los sueldos más altos como funcionarios públicos, por encima del presidente de la república, quienes contratan carísimos seguros de salud para protegerse no tan sólo a ellos sino a todo su parentela, quienes sólo trabajan en elecciones y el resto del tiempo se la pasan en viajes de placer so pretexto de trabajos del INE, organismo que tiene uno de los presupuestos más altos de México.
Un INE que participó su actual directiva en complicidad y contubernio con la casi dictadura “democrática” perfecta prianista para mantener en el poder a la clase conservadora, y que estaba sometida al poder presidencial para que le dictara lo que era correcto e incorrecto y fuera parte del secuestro de la democracia.
Una reforma electoral que va a permitir por primera vez que la elección de los consejeros del INE no sea producto de la repartición del poder entre partidos políticos sino producto de la voluntad ciudadana, como son electos los jueces en los Estados Unidos de Norteamérica por el voto popular directo.
La oposición con mentiras, pseudo argumentación, y principalmente con mala fe, defendiendo más sus espacios de poder que el interés general de los mexicanos, se ha lanzado a una campaña sin sentido y bajo una pseudo bandera de “defensa del INE”, cuando en la realidad la reforma electoral es otra, la democratizan más del INE, que lo volverá ahora sí autónomo e imparcial, y lo pone al servicio ahora sí del interés general de los mexicanos y no como un instrumento de la pirámide del poder de la dictaduras pseudo democráticas casi perfecta como la que ejercieron los gobierno prianistas.
La reforma electoral del presidente Obrador forma parte de las necesarias reformas estructurales que necesita México para consolidar la 4ª Transformación pacífica, no puede haber un juez electoral con esas características y esa conducta facciosa e imparcial, no puede continuar siendo el INE el reducto o el búnker de la oposición conservadora prianista, el INE debe responder a los nuevos tiempos de una cultura democrática real y capaz de transformar la realidad para el bien de los mexicanos, quién no está de acuerdo que debemos tener un árbitro imparcial, autónomo y que nos cueste lo menos al bolsillo de los mexicanos, la reforma electoral del presidente Obrador es necesaria pero no suficiente, por eso se debe enriquecer a través de un debate sin dogmas y científico, donde prevalezca el sentido común y el interés de todos los mexicanos, pero antes debemos sacar la reforma electoral de la politiquería donde quiere ubicarla esa pusilánime oposición prianista.
(1) https://politico.mx/cuanto-cuesta-el-voto-en-mexico-y-en-el-mundo.
Noviembre de 2022
