¡El chaleco de las mangas! de Lilly Téllez
Lenin Torres Antonio
Parafraseando el programa televisivo “las mangas del chaleco”, quienes sus creadores busca definirlo como poner “el dedo en la llaga de los errores de los políticos con humor y sarcasmo”, introduzco “el chaleco de las mangas”, donde más que señalar los errores de los políticos, pretendo evidenciar la carencia en México de una clase política inteligente, informada, y consciente que la política implica el debate de las ideas; y para denunciar que ésta carencia ha ido en detrimento de la calidad de la democracia, y mayormente en la falta de gobernantes capaces de gobernar con idóneas políticas públicas que resuelvan los graves problemas que la vida en sociedad de los mexicanos va generando, más que errores, podemos evidenciar en el actuar y el comportamiento de muchos actores “políticos”: improvisación, patologías mentales, rencores, ignorancia, y lo peor, nula capacidad de autocrítica y autoanálisis.
También, “el chaleco de las mangas” pretende señalar la construcción de liderazgos improvisados, pseudo protagonistas de la vida política, e incluso, intentos de los medios masivos de comunicación de crear liderazgos de la nada para competir por el poder político y público, usando la vieja estrategia goebbeliana fascista de hacer que “se repita, en este caso, no una frase, sino un personaje para hacerlo(a) un producto interesante (que dice muchas verdades) y pueda convertirse en líder”, como el caso de la cobertura que los principales medios informativos de México, Excélsior, Reforma, etc. hacen con personajes como Ricardo Anaya, Lozano, Lilly Téllez, Kenia López, Xóchitl Gálvez, etc., que sin recato, salen en sus principales planas sus ocurrencias, simplezas, ad hominem, retóricas, poses, imposturas, y hasta contradicciones.
En esta ocasión, “el chaleco de las mangas” son de Lilly Téllez, un personaje como de antaño, de los tiempos gloriosos prianistas, venido de los medios de comunicación, la farándula, del concubinato, el deporte, la pseudo sociedad civil, o hijos de políticos, y últimamente, de las redes sociales, que fueron y son encumbrados en el poder político, y ejemplos tenemos muchísimos, es el caso de Irma Serrano, Cuauhtémoc Blanco, Laura Zapata, Carmen Salinas, Ana Guevara, Sergio Mayer, Manuel Negrete, Ernesto D’Alessio, Elizabeth Morales, Anilú Ingran, Samuel García, Luis Donaldo Colosio, éste último, hasta lo quieren utilizar la oposición prianista para volver al “pinche poder”, es el haz bajo la manga, etc., y nuestra protagonista, Lilly Téllez, ex conductora, por cierto, no de las principales, de televisión Azteca.
Este fenómeno en la política de reclutar personajes populares de la farándula, el deporte, los medios de comunicación y las redes sociales no es nuevo ni reciente, ni privativo de México, ni tampoco podemos decir que no salga de ellos algún buen político, pero en mor a la verdad, la mayoría pasa sin pena ni gloria en política, ni abona ni abonaron nada para el fortalecimiento de la política, ya que sólo fueron y son usados por los partidos políticos o los poderes económicos y mediáticos como cebos clientelares para asegurar la representación popular y continuar ejerciendo el poder público.
Una característica de esos personajes venidos a políticos y representantes populares, es su proclividad al apuntalamiento narcisista, pues cuando llegan al poder y lo viven, sumado a su vivencia personal de estar en el centro del plato, llegan a confundir la realidad con la ficción, así que su comportamiento narciso en la política se ve fortalecido por el ejercicio del poder público. Se sitúan más allá del político y más allá del ciudadano, como una especie diferente que es capaz de asumir todas las experiencias en un solo ser.
En Lilly Téllez no es casual su forma de andar, sus desplantes, su histrionismo y su retórica, actúa como en un plató televisivo, dirigiendo las cámaras que la enfocan, en una ocasión en una de sus pobres (dialécticamente hablando) intervenciones, pasó de estar situada en su curul en el senado, a pasar al podio de los oradores y terminar en un podio lateral para según ella “mirar de frente a su interlocutor”, por eso digo que se mueve en el senado como en un set televisivo, queriendo dictar el guión previamente acordado del o los temas que se van a comunicar, cuidando que las cámaras estén a punto, y ágil en ubicarse delante de la cámara respectiva durante la transmisión del programa o de la parte del programa que le corresponde hacer. Lilly Téllez es un espectáculo, pero no por lo que dice, lee o debate, sino por sus poses, su andar, su mímica, su histrionismo, queriendo decir más con las manos que con la boca, o quizás, sin poder decir más con la boca recurre a las manos.
Su llegada al poder público, senadora del congreso legislativo de México, ocurre por invitación, y no es porque formara parte del grupo de mexicanos auténticos morenistas-obradoristas que se echaron en el hombro la titánica tarea de sacar del poder a la envilecida clase política prianista, ni por su obra social en Sonora, ni siquiera por sus conocimientos de la situación político, económica, social, etc. del estado de Sonora, y mucho menos por su probada residencia en el estado de Sonora, pues físicamente y en tiempo real la mayor parte del tiempo ha estado viviendo en la ciudad de México, salvo y quizás en sus días de descanso y esparcimiento sea Sonora, quizás, porque estoy seguro que prefiere vacacionar en el extranjero o en el bello caribe mexicano; así que está senadora no es la única ni el único, y eso es lamentable, que llega al Senado por simple invitación, en éste caso, por el propio presidente Obrador, craso error que critico porque es como repetir las viejas prácticas del pasado que tanto daño le han causado a México.
Lilly Téllez desde el principio se le veía su desplante conservador y clasista, en los vídeos y las fotos cuando estaba en MORENA se pueden percibir su incomodidad, su des-naturaleza en las filas del pueblo, y ahora la vemos plena en un contexto donde se siente estrella, protagonistas, e incluso, también como señalé más arriba, se le percibe estar más allá de ellos, pero cómoda. Es una especie de personaje narcisista que no puede ocultar su afán protagónico, su necesidad de ser el centro de atención la lleva a metafóricamente hacer ruidos cuando menos con sus zapatos, o lo que tenga al alcance, gritos, acusaciones reiterativas que el guión de la oposición se ha encargado de hacer desde el primer día que perdieron la presidencia ante AMLO, así que entre más ruido mejor, al igual que toda la oposición no vemos que haga análisis político propositivo (como debería ser como senadora) para resolver los graves problemas que vive el país, que serías pedir demasiado, así que cuando menos, a los del estado de Sonora, donde únicamente la hemos visto ir a entregar una ambulancia al pueblo de Álamos Municipio de Ures en el estado de Sonora.
Provocadora, en ocasiones grosera y clasista, provocación que tiene que ver con sus incapacidad de debatir en el terreno de las ideas, por eso recurre no tan sólo al insulto, sino también a una retórica ramplona, a la pose, como cuando fue el Secretario de Gobernación al congreso legislativo a entregar el informe del presidente Obrador, en el que intentó interpelar con un reduccionismo falaz, “puras mentiras”, y al no conseguir la atención, la vimos deslizarse casi arrastrando los pies hacia un curul, esos momentos son insoportables para todo narcisista, y ese momento para Lilly Téllez no fue la excepción.
Así que, entrando al mundo banal, narciso, falaz y patético de Lilly Téllez vayamos a “el chaleco de las Mangas” de Lilly Téllez:
Política exterior e internacional:
Geopolítica, la guerra de Ucrania.
Intervenir, aunque no se sepa el tema, pero hay que intervenir, aunque su interlocutor la haga pedazos, pero eso no importa, lo que importa es oponerse, aunque sea a una evidente verdad, o en éste caso, a la carencia de información y conocimientos:
El Dip. Noroña en el estrado trataba el tema de la geopolítica a propósito de la guerra en Ucrania. Lilly Téllez con su sonrisita como especie de mueca, avizorando según en su mente “un golpe contundente al ponente”, pide la palabra, y le lanza una simple pregunta al Dip. Noroña, ¿Putin es un demócrata?
La respuesta contundente del Dip Noroña no se hizo esperar, “agradezco mucho la pregunta porque cuando algún dirigente europeo es elegido hasta que decide retirarse, como Angela Merkel; si es de derecha, se les considera un demócrata, como Margaret Thatcher, casi se murieron en el poder y no había ningún cuestionamiento” y después le explica que Putin fue electo por los ciudadanos rusos y goza de una buena aceptación.
Lo que creo que le faltó decirle al Dip Noroña es que también “los demócratas” tanto de oriente como de occidente tiran bombas, como lo hizo EEUU y sus aliados Inglaterra y Francia en Irak, Afganistán, Líbano, en la guerra de la extinta ex Yugoslavia, Vietnam, Corea, Sudamérica y África, y ahora también participan activamente tirando bombas, pero encubiertos, en la guerra de Ucrania, como también lo hacen los rusos y chechenos bajo el mando del presidente Putin.
Aquí Lilly Téllez con ingenuidad, falta de conocimiento, y como digo, movida por su afán protagónico, e incluso me atrevo a decir con la consigna de hacer escándalo de todo como una estrategia política, como lo hacen muchos personajes de la oposición, aunque algunos tienen más tablas, más inteligencia y oficio, no entiende que intervenir no es sólo con deseos o humores sino con información, conocimiento e inteligencia, y que debió saber que su pregunta era débil y fácil de refutar y evidenciar sus carencias, pero eso no le importó ni a Lilly Téllez y a los medios de comunicación que inmediatamente la integraron para ser parte de sus noticias más importantes, la intervención de Lilly Téllez, como también fie primera plana en los medios conservadores cuando fracasó en su intentona de interpelar al secretario de gobernación, o hace poco, cuando llegó el senador Narro al Congreso y se topó con Lilly Téllez y ésta le grita “tienes la cola larga”. Patéticamente así la vemos deambular, y ser incluso trending topic con sus simplezas y ocurrencias provocadoras, y claro estas tendencias cuestan y mucho, ya que no es gratuito ser tendencia, esto es el gran negocio de las redes sociales, los trending topic cuestan buenas sumas de dinero.
Seguridad y crimen organizado:
Hasta los pocos doctos saben que el problema de la violencia es multifactorial, esto quiere decir que incurren en ella muchos factores para analizarla y resolverla, por lo que no se puede atajar únicamente con el enfrentamiento y persecución directa a los actores causantes de la violencia, sino también, atendiendo las desigualdades, fomentando la educación, y la cultura de la legalidad y la paz, cortando las fuentes de financiamiento, atendiendo el problema de las adicciones; y pedir enérgicamente a los países consumidores, principalmente a EEUU, que atajen las redes de suministro, y el terrible problema que no quieren verlo así, de adicciones, y contenga el tráfico ilegal de armas. Como vemos el tema de la violencia en México es multifactorial además que es un problema que se ha venido generando desde hace mucho tiempo, y que no es creado por generación espontánea en un tiempo puntual como lo intentan hacer ver algunos actores de la vida pública de México.
Para apoyarme en mostrar la carencia de profesionalismo sobre el tema de seguridad de la protagonista de “el chaleco de las mangas de Lilly Téllez” me permito rescatar algunos párrafos de un artículo que escribí que titulé “la histeria de Lilly Téllez” (2).
(Exultante termina su intervención la senadora Lilly Téllez, la otrora ex morenista, ahora venida panista de extrema derecha, como el buen torero, perdón, torera, para hablar con un lenguaje inclusivo, aunque distorsionando el buen español; que después de lidiar un buen toro bravo y haberle asestado el estoque mortal, pasea alrededor del coso taurino mostrando las orejas y el rabo en señal de triunfo, ejemplar estética de la tauromaquia, ella, se queda unos instantes alrededor del atril del orador con el libro “El padrino” de Mario Puzo, mostrándolo y dejándolo al alcance de la mano de los comparecientes, los responsables de la seguridad del gobierno federal progresista del presidente Obrador, antes, esgrimió la retahíla de conocidos argumentos para demostrar que el tema de la inseguridad y la violencia es un asunto pendiente de resolver, le faltó sólo decir, “como hace muchísimo tiempo”, y también, hay que señalar que como periodista nunca adoptó una oposición crítica tan histérica a los anteriores gobiernos neoliberales, quizás por eso, porque fueron neoliberales, aunque fuesen ineficientes, corruptos y responsables director del deterioro del estado mexicano).
(Intenta que queden sus palabras resonando como si hubiera descubierto el inédito argumentos para demostrar que las políticas públicas en materia de seguridad han fracasado, y en forma de sátira y mofa grita: “ahí están los abrazos mejor que los balazos”, convencida que la Guardia Nacional al encontrarse con elementos de la delincuencia organizada deberían actuar con contundencia y combatir la violencia con violencia, porque en su limitada visión del problema de la violencia “los abrazos” no funcionan, recordando con esto, al generalísimo comandante supremos de la fuerzas armadas Felipe Calderón Hinojosa, que vestido marcial y borolezcamente inicia la lucha frontal contra el crimen organizado sin un plan integral, y sin importarle que al asunto del narcotráfico todavía no llegaba a la vida cotidiana de los mexicanos, e inició sin ton ni son el desangramiento de México a costa de miles de vidas humanas, tanto de miembros del crimen organizado como del mexicano de pie).
(Lilly Téllez con su pobre visión piensa que el problema de la violencia y el crimen organizado es por generación espontánea, y que debe el Estado Mexicano usar la fuerza de las armas para detenerla, como hacen los niños en sus lúdicos juegos de guerra, donde su imaginación les da nada más para poner de un lado a “los malos”, y del otro lado a “los buenos”, y agarrar con sus manitas a los que le hace de “buenos” y golpear a los “malos”, aunque después de jugar, dejen a todos los participantes tirados en el suelo como un campo minado de cuerpos inertes, donde nadie, ni buenos ni malos se mantiene de pie).
(Pasa desapercibida que la violencia y el crimen organizado tienen un proceso de desarrollo de multifactores que inciden para que se convirtieran en un problema grave en México, y que en la actualidad más de 500,000 personas, aproximadamente, en México, estén involucradas en el crimen y la delincuencia organizada, y sean factores que generan violencia y perturbación a la tranquilidad de los mexicanos).
(De su perorata sobre la inseguridad en México, lo que más intentó que hiciera ruido, es exhibir a la Guardia Nacional como impasible y permisiva ante el crimen organizado, apoyándose en vídeo conocidos, cuando se topan miembros de la Guardia Nacional con miembros del Crimen Organizado, y su reproche ingenuo o malintencionado, de reclamar que no hacen nada, pensando limitadamente que lo que se tienen que hacer es aprenderlos, obvio, a través de la violencia, aunque se “lleven entre las patas” a la población civil. Esa manera de calificar al personal castrense con la palabra misógina “de edecanes”, ignora que hoy el personal castrense no está al servicio del narcotráfico ni de los intereses de esa clase política que lo usaba para ocultar sus fechorías como los 43 estudiantes asesinados de Ayotzinapa, y que tienen muy claro que primero está la preservación de la integridad de la población. Ahora la senadora venida voxista quiere que México se convierta en un campo de batalla).
Y el resultado de esa pobre visión sobre la seguridad y violencia queda para la historia tragicómica de México.
Pero “el chaleco de las mangas” de Lilly Téllez dan para hacer un libro de humor negro y clínico, como su ataques a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la Dra. Claudia Sheinbaum, a quien sabe que es una de las fuertes candidatas para suceder al presidente Obrador, y no escatima injurias, y retahíla de sentencias tragicómicas, “te lo digo a ti Claudia, de mujer a Corcholata: México no será tu piñata” (2), claro ninguneando, situándose siempre arriba, con desdén, tosca y groseramente, hace énfasis en que ella si es mujer; o cuando el embajador de EEUU en México cometió un lapsus linguae al nombrar presidenta a Sheinbaum, y su comentario pobre y lleno de complejos, “Claudia Presidenta solo en sueños”, responde Lilly Téllez ante la confusión de Ken Salazar (3).
Pero su pasarela no se detiene y es cubierta por los principales medios de comunicación, e incluso alabadas por innombrables como el ex presidente Vicente Fox, que a través de ella materializa sus rencores y odio hacia el presidente Obrador.
Hace poco fui espectador de sus provocaciones que los medios de comunicación ad hoc lo usan para continuar interviniendo en política fuera de sus fines profesionales de imparcialidad, y lo peor es que Lilly Téllez apuntala más su narciso, o sea se la cree, que ella es la verdadera oposición, aunque diga puras sandeces y simplicidades.
En los pasillos del Congreso vio al youtuber Vicente Serrano y sin medir consecuencias y como siempre guiada por sus pulsiones agresivas y su afán protagónico, se le acercó para interpelar, y la primera expresión que hace tiene que ver con su estructura psíquica narciso, además con tintes clasista, Lilly Téllez le dice a Vicente Serrano, “-No sabía que era usted tan bajito-, el otro ágil mentalmente le contesta, -Ni yo, tan flaquita. La imaginaba de otra manera- “(4), contestó.
Como a Ricardo Anaya, a Lilly Téllez los medios de comunicación intentan hacerla protagonista de la oposición, “una futura presidenciable”, y ella con toda su estructura psíquica se deja llevar, cubriéndose su pobreza argumentativa, su falta de conocimientos elementales. Aunque en estos tiempos, hasta un actor cómico puede ser presidente y llevar al exterminio a su pueblo como Zelenski, presidente de Ucrania, y lo digo no porque justifique a los rusos y su presidente Putín, pero sí, porque sabía Zelenski que la invasión iba a ocurrir, y sin medir consecuencias se dejó manipular por la OTAN, y principalmente por los EEUU, y ahora está en un callejón sin salida, volviendo a Ucrania el terreno de la lucha geopolítica entre los EEUU y sus aliados y Rusia e indirectamente China, Ucrania pone los muertos más de 90000 soldados ucranianos muertos, EEUU las armas y la motivación para decirle al oído a Zelesnki que está librando la madre de todas las batallas por la libertad y la democracia del mundo, y evada la verdad, que es un instrumento para defender el sistema de explotación y dominio del Imperio neoliberal, ¿vale la pena la muerte de esos 90000 ucranianos por la “libertad del mundo”?
México no está para improvisaciones ni improvisados, México tiene el reto de consolidar la 4ª transformación pacífica que resuelva los graves problemas que laceran la vida cotidiana de los mexicanos, por lo que personajes como Lilly Téllez, así como otros, Samuel García, Colosio Jr., Xóchilt Gálvez, son un retroceso y se corre el peligro de que sean usados por el poder económico y mediático para proteger sus privilegios y riquezas.
El pueblo mexicano ha aprendido que está en sus manos quitar a los malos gobernantes, o poner a buenos gobernantes, y su destino, seguro tomará la decisión correcta en el 2024, y esos personajes como siempre quedarán en la basura de la historia donde pertenecen y como ejemplos de lo que no debe hacer los partidos políticos que es buscar el voto a costa de lo que sea, en lugar de cuidar la calidad de la democracia, y esto va para todos los partidos políticos,
Paquita la del Barrio ex candidata de Movimiento Ciudadano es un prestigio de la cultura mexicana, Lilly Téllez buena comunicadora, pero está ahí, ni ellos deben ceder a las tentaciones del poder ni los partidos políticos usarlos para preservar el poder.
Que nos sirva de advertencia, Zelenski mal comediante no lo era, pero ahora es uno de los principales personajes, junto a Putin, Biden, Macron, entre otros, de poner al mundo en una peligrosa e impredecible escalada bélica, que ha costado a parte de miles de muertos, inflación, desorden financiero, y el peligro latente de una guerra nuclear de consecuencias catastróficas para la humanidad.
La política es y debería ser una ciencia para el bienestar del hombre, y no el lugar de las pasiones, perversiones y atrofias mentales en la esfera de lo público.
(4) https://www.radioformula.com.mx/nacional/2022/9/13/vicente-serrano-lilly-tellez-chocan-en-el-senado-asi-fue-el-encontronazo-video-731603.html