La perversa prolongación de la guerra de Ucrania por los Aliados
Lenin Torres Antonio
En su libro “el malestar en la cultura” Sigmund Freud dice, “…bajo circunstancias propicias, cuando están ausentes las fuerzas anímicas contrarias que suelen inhibirla, se exterioriza también espontáneamente, desenmascara a los seres humanos como bestias salvajes que ni siquiera respetan a los miembros de su propia especie (…) quien evoque en su recuerdo el espanto de las invasiones bárbaras, las incursiones de los hunos, de los llamados mongoles bajo Gengis khan y Termelán, la conquista de Jerusalén por los piadosos cruzados, y, ayer apenas, los horrores de la última Guerra mundial, no podría menos que inclinarse desanimado, ante la verdad objetiva de esta concepción”, sumemos a esto, la 2ª Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam y las Coreas, los conflictos en el Medio Oriente (Irak, Siria, Palestina, Irán, Afganistán), Centroamérica, Nicaragua, El Salvador, Panamá, y en Sudamérica, Chile, Colombia, Brasil, Venezuela, Bolivia, y en el Caribe, Haití, Cuba, y los conflictos en África y Oceanía, etc.,, y hace poco en el seno de la civilización ilustrada, Ucrania. Como ven la historia del hombre ha sido la historia de sus guerras, y muchas de ella por el intervencionismo de las grandes potencias, principalmente por EEUU, quien por cierto, no ha sufrido en carne propia las guerras, y su intervencionismo ha dejado un reguero de muertos y muchísimo sufrimiento, y parece que todavía no entendemos que las pulsiones violentas, egoístas y sexuales son la verdadera naturaleza del hombre; y lo que pasa en Ucrania es el resultado de las confrontaciones geopolíticas de los grandes imperios, dinero, dinero, poder, poder,
Pero insistimos en vernos diferentes y exclusivos en la cima de la pirámide evolutiva de la naturaleza, pero en la realidad seguimos siendo el ser vivo más rapaz y depredador que habita este mundo; incapaz de contener, cuando su marco simbólico se colapsa y descubre como dice Freud su verdadero rostro, su conducta contradictoria, pedante, peligrosa y agresiva, y lo digo porque en plena convocatoria por la paz y la concordia por la guerra de Ucrania, sobreviene expresiones contrarias que avivan las llamas de la guerra, que prolonga el sufrimiento del pueblo ucraniano, que está siendo destruido sistemáticamente.
Dos noticias internacionales recientes confirman lo anterior: “la visita del primer ministro de Inglaterra Boris Johnson a Kiev (Ucrania), y su promesa de suministrar más armas al comediante Zelensky”, y “la tragicómica entrevista a Wally, un mercenario canadiense que asegura que ganaran la guerra contra los rusos”, aún a sabiendas que eso no sucederá, y que en toda guerra no hay ganadores sin que se lleve algunos raspones, como el mismo EEUU, quien pese haber evitado las guerras en suelo propio, a sacrificar a miles de sus connacionales en aras de “la libertad” y la preservación de sus intereses hegemónicos mundiales, como sus 50000 soldados muertos en la guerra de Vietnam, pero a la postre, ha sido el imperio moderno que ha sufrido menos en comparación con Alemania, Francia, Inglaterra, Rusia, China, y Japón, por eso lo vemos en la guerra de Ucrania, junto con sus aliados, avivando las llamas del conflicto bélico con el único propósito de prolongarla para debilitar a su enemigo Ruso, quien junto con China, le compite la hegemonía mundial y la supremacía nuclear, y ve oportuno debilitarlo económica y políticamente.
La puesta en primera plana la entrevista del mercenario wally, desvela la tragicomedia de la guerra de Ucrania, de un individuo que ha estado en los conflictos de Irak, Siria, etc., a sueldo, asesinando y hiriendo a seres humanos, ahora es usado como un estandarte de justicia del destruido pueblo ucraniano, quien vive una guerra provocada por decisiones fatales e irracionales de sus políticos, quienes siendo utilizados por los intereses hegemónicos han expuesto a la muerte y sufrimiento a sus pueblos, y la destrucción de sus ciudades; y todavía hay que escuchar al comediante Zelensky hacer un llamado a que no lo dejen sólo en su guerra tragicómica, y exponer al mundo irresponsablemente a una fatal guerra nuclear, pues el conflicto ucraniano puede situarnos en una situación de proporciones inimaginables a la especie humana si estalla una guerra nuclear.
El llamado a resolver la guerra en base al diálogo y por las vías civilizadas no ha venido en ningún momento, y lean las declaraciones de los países capos de la OTAN, EEUU e Inglaterra, por las potencias involucradas en el conflicto, y si un constante llamado a continuar suministrando armas y pertrechos bélicos al ejercito nacionalista de Zelensky, y declarar la agilización de la incorporación a la OTAN, de Ucrania por cierto, la justificación que usó Rusia para iniciar la guerra contra Ucrania, dado que la OTAN es una alianza militar que contempla poner pertrechos militares en los países socios en dirección del enemigo histórico de Occidente Rusia, ahora sin la ideología marxista, pero si un competidor por el control e influencia del mundo.
La guerra de Ucrania ha expuesto además de esas mortales contradicciones e irresponsabilidades, la esencia perversa del ser humano para justificarla a través de la manipulación de los medios de comunicación, aparte de ver el macabro actor Zelensky que da declaraciones y regaña a parlamentos en un set donde atrás están pueblos ucranianos destruidos y cadáveres regados por las calles, justifica sin empacho su decisión de aferrarse a “meterse entre las patas de los caballos” de los intereses de las potencias mundiales, y en este caso, de servir de pieza de ajedrez al imperio occidental, y ser responsable directo de la guerra de Ucrania; la facilidad de manipulación de las masas por parte del imperio occidental a través del poder mediático, ahora con el genocidio “perpetrado por los rusos” del pueblo de Bucha, y lograr que se pronuncie unánimemente el mundo “libre” contra el “despiadado agresor ruso”, por cierto, sin investigar si realmente fueron los rusos causantes de las matanzas, porque toda guerra no hay decoro ni apego a la verdad, tan sólo porque los medios de comunicación lo señalan como un hecho, por mor de la verdad, creo que también se debe señalar a Zelensky como otro criminal de guerra por exponer a la muerte y destrucción a su país.
Quién o qué pondrá fin a esta absurda y perversa guerra de las potencias mundiales en Ucrania, o un error de cálculo ruso que impacte a un país aliado de la OTAN para justificar su involucramiento directo en la guerra de Ucrania, y se inicie la temida guerra nuclear que sabemos nadie saldría victorioso, o esperamos que funcione la estrategia maquiavélica del imperio occidental con EEUU a la cabeza de desgastar a Rusia prolongando la guerra de Ucrania dándole más armas al comediante Zelensky, valiéndoles que haya más muertos y destrucción en Ucrania, y esperar además una sublevación contra el liderazgo de Putin, porque parece que ha esto último le está apostando, con el aislamiento y sanciones económicas a Rusia, aunque creo que China no dejará que Rusia se debilite porque significa enfrentarse sola a un imperio occidental revitalizado y fuerte por la guerra de Ucrania, principalmente los EEUU, quien por cierto, y paradójicamente hace que le den dinero la Unión Europea para que le compre armas, pues EEUU es el principal país que tienen el mayor negocio de armas del mundo, y si esto último falla, apostar como último recurso a lo que debería ser primero, el acuerdo y el diálogo, que se dará con una desbastada Ucrania, que sería perverso e inhumano, por eso digo, la perversa prolongación de la guerra de Ucrania por los Aliados.
Hay que resaltar que EEUU y sus aliados no se habían topado con un peso pesado como lo es Rusia, estaban acostumbrados a pasarse por el arco del triunfo el derecho internacional y el Consejo de Seguridad de la ONU, interviniendo cuando le daba en gana y provocar destrucción y muerte en muchísimos países, últimamente en los del Medio Oriente, Irak, Siria, Afganistán, Palestina, Líbano, Irán, hasta que les puso un alto Rusia, esto no es un alivio para el mundo, pues al final de cuenta el mundo sigue sometido a los reacomodos geopolíticos de las grandes potencias en su luchas económicas, políticas y territoriales, pero sí ha sido un alto al despotismo del imperio occidental encabezado por los EEUU, quien hace poco lo vemos, ante la crisis energética que ha provocado la guerra de Ucrania, sin vergüenza, sostener encuentros con la Venezuela de Maduro para explorar “alianzas estratégicas energéticas”, dado que Venezuela tiene una de las reservas de petróleo más importantes del mundo, aun lado echaron su discurso ilustrado democrático, y su hace poco beligerante apoyo a su títere Guidó, y como siempre ha actuado con su doble moral que le caracteriza.
Estos esquemas de reacomodos geopolíticos de las grandes potencias se deben de plano a la disputa por los medios de control y explotación, en ningún caso para hacer un mundo más justo, seguro y próspero. Es un esquema que viene del triunfo de los aliados en la 2ª Guerra Mundial, y el predominio que ha tenido los EEUU como primera potencia mundial, y dado la intromisión histórica del crecimiento exponencial de China, el mantenimiento de Rusia como potencia nuclear, no dudemos que el conflicto y la guerra de Ucrania haya sido planeada perversamente por el imperio occidental, la información de la existencia de laboratorios de investigación de desarrollo de armas biológicas de EEUU conjuntamente con Ucrania indican que las razones de peso que tenía Putin al ver con las intenciones de la OTAN de ampliar el cerco contra Rusia anexionando Ucrania a su alianza militar.
¡Ojo!, la ingenuidad del romanticismo que nos induce el pensamiento único legitimador ilustrado de occidente, nos vuelve unos auténticos zombis e imbéciles al no ver lo que se pone en juego en esas guerras de las potencias mundiales, e incluso la prolongación que tiene en lo local.
Abril de 2022