Orizaba, Ver.- El trastorno bipolar es una enfermedad mental crónica la cual se caracteriza por generar cambios emocionales extremos en el estado de ánimo que comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).
En el marco del Día Mundial del Trastorno Bipolar, que se conmemora el 30 de marzo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Sur informa a la población sobre este padecimiento, la importancia de la detección oportuna y el acompañamiento médico para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La psicóloga del IMSS, Paola Úbeda Sierra, explicó que las personas que viven con trastorno bipolar pueden tener cambios en el estado de ánimo, que pueden llegar a afectar el sueño, la energía, el nivel de actividad, la forma en la que se perciben las situaciones, así como la manera de reaccionar ante estas, y aunque esto es una afección crónica, se pueden controlar los cambios en los estados de ánimo con medicamentos y apoyo psicológico.
Úbeda Sierra indicó que dentro del trastorno bipolar existen dos tipos principales, estos son el trastorno bipolar tipo I (TBI) y el tipo II (TBII). El tipo I está caracterizado por episodios de manía y depresión, y el tipo II presenta episodios de hipomanía y depresión.
La diferencia principal entre ambos es la severidad de los síntomas maníacos. La manía dificulta de manera severa la funcionalidad, incluye síntomas psicóticos, y muchas veces requiere de hospitalización.
En cambio, la hipomanía, no es lo suficientemente severa para causar un deterioro significativo en la funcionalidad laboral y social; y no es necesaria la hospitalización en estos pacientes.
Refirió, que a la fecha no se conoce una causa exacta para desencadenar un trastorno bipolar; sin embargo, existen varios factores que podrían influir en el desarrollo de la enfermedad como la genética, donde es más frecuente en personas que tienen un familiar en primer grado con este trastorno.
La especialista añadió que entre los síntomas más habituales son:
– Episodios maniacos donde hay euforia, irritabilidad, ideas de grandiosidad, aceleración del habla, hiperactividad, etcétera.
– Episodios depresivos donde el paciente puede sentirse decaído, triste o ansioso, más lento o inquieto, tener problemas para concentrarse, dificultad para conciliar el sueño.
Resaltó que, es primordial saber para identificar los síntomas psicológicos de alarma para acudir con el médico familiar y describir lo que está sucediendo, ya que como especialista posee las competencias necesarias para identificar, abordar o derivar en caso necesario a otros servicios como psiquiatría o psicología (según amerite el caso), esto permitirá recibir ayuda oportuna, ya que de no hacerlo, podrían presentarse complicaciones que pueden ir desde el progreso del trastorno, hasta el desarrollo de nuevas enfermedades o incluso en casos más complicados, llegar a una discapacidad.
Finalmente, recordó que el objetivo de esta conmemoración es concientizar a la población sobre este padecimiento y sobre todo eliminar el estigma que aún existe, a mostrarnos más empáticos y normalizar los trastornos de salud mental y adicciones como cualquier otro padecimiento físico que cualquiera podría llegar a desarrollar.