Orizaba, Ver. – Comerciantes de la avenida Las Palmas en Orizaba expresaron su malestar debido a que desde la implementación del servicio de transporte Gallo hace aproximadamente un mes, sus ventas se han reducido entre un 40 y un 60 por ciento.
Molestos, atribuyen esta disminución a las estrictas regulaciones de la Policía Vial que prohíben a los vehículos aparcarse.
Los comerciantes argumentan que antes del servicio de transporte Gallo, no había problemas con el transporte público. Sus clientes solían estacionarse durante 15 o 20 minutos, y los autobuses simplemente los rebasaban sin mayores complicaciones.
Sin embargo, con la introducción del transporte Gallo, diseñado para llevar a turistas y residentes a los atractivos turísticos de la ciudad, la situación ha cambiado drásticamente. Según los comerciantes, la Policía Vial ahora se enfoca en hostigar a los automovilistas. Incluso, se han llevado algunos vehículos al corralón porque sus propietarios no pudieron moverlos de inmediato.
Los comerciantes subrayaron que no están en contra del desarrollo de la ciudad, pero han tenido que enfrentar un aumento en los costos de alquiler y salarios del personal. Argumentan que aunque el artículo quinto de la Constitución garantiza el derecho de todos los ciudadanos a ejercer la profesión que elijan, el ayuntamiento de Orizaba no proporciona las condiciones necesarias para que los comerciantes puedan llevar a cabo sus actividades de manera efectiva.
Añadieron que los clientes solían estacionarse en la avenida Las Palmas debido a que los residentes de las calles adyacentes no permiten el estacionamiento, e incluso algunos vehículos han sido vandalizados en represalia.
Gabriela Domínguez