Columna Sin Nombre

Opinión Pablo Jair

@pablojair

¿QUE LOS YUNES VAN A TRAICIONAR AL PAN?… ¡AY, PAR FAVAR!

+ La presidenta Sheinbaum vivirá en Palacio Nacional.
+ Andy va a la Secretaría de Organización del CEN de Morena.
+ Fiesta nacional de Pueblos Mágicos en Boca del Río.

Necesito urgentemente el nuevo iPhone
–Chopenjawer


¿Neta los Yunes van a traicionar a su partido? No es nada nuevo ni sorprendente: hay antecedentes sobre la manera en que el patriarca de la familia, Miguel Ángel Yunes Linares, ha sobrevivido políticamente, y eso ha sido cambiando de partido y asestando puñaladas por la espalda a quienes lo apoyaron.

Por algo es un sobreviviente.

Por ejemplo, cuando no le dieron la candidatura a la gubernatura en 2004, Yunes Linares hizo berrinche y renunció al partido que le hizo su carrera política: el PRI. En ese entonces, el coraje fue que se lo dieron a su némesis Fidel Herrera Beltrán, quien a la postre se convertiría en gobernador.

A su renuncia al PRI se fue al Partido Acción Nacional (PAN) por invitación del entonces dirigente estatal Alejandro Vázquez Cuevas, mejor conocido como “El Pipo”, a quien varios le aconsejaron que no dejara entrar a Yunes al PAN por su historial tramposo y tenebroso.

“Pipo” no hizo caso pensando que podría controlar al ex secretario de Gobierno y ex diputado federal. En unos meses, Yunes Linares, con muchos recursos y “colmillo”, fue ganándole espacios al «Pipo» hasta que llegó a tener el control del partido.

A otro panista que traicionó en ese entonces fue al ex candidato a la gubernatura de Veracruz, Gerardo Buganza, a quien no sólo le puso “cola” (espionaje) para vigilar todos sus movimientos, sino que lo grilló con el presidente Felipe Calderón para arrebatarle la candidatura en 2010 diciéndole que el cordobés tenía reuniones privadas que podían afectar al partido.

Debe decirse que los panistas actuaron quizás de buena fe, pero demasiado ingenuos. No estaban listos para lidiar con un mañoso callejero como Yunes Linares, dado el perfil empresarial, “mocho” y de (supuestas) buenas costumbres de los panistas de ese entonces.

Así, Yunes Linares se hizo del control del PAN y logró ser candidato en 2010 a la gubernatura, enfrentándose a un desconocido Javier Duarte de Ochoa, pero con todo el respaldo y poder de Fidel Herrera Beltrán.

Javier Duarte no sólo ganaría la elección, sino que se convertiría en el gobernador más joven de Veracruz (a los 37 años) para el periodo 2010-2016, venciendo a Yunes Linares y a otro veterano “colmilludo” de la política: Dante Delgado Rannauro.

Obstinado, Yunes Linares logró su sueño de convertirse en gobernador de Veracruz bajo las siglas del PAN… pero a medias: Duarte, meses antes de salir del gobierno, logró que se aprobara una iniciativa de tipo electoral que (con el argumento de homologar las elecciones locales con las federales) reduciría el siguiente periodo de gobierno a sólo dos años.

De esta manera, Yunes sólo gobernaría de 2016 a 2018, reducido a año y medio en términos prácticos si tomamos en cuenta las elecciones de julio de 2018, donde perdió su hijo Miguel Yunes Márquez y se derrumbó el proyecto familiar de perpetuarse en el Poder Ejecutivo del estado hasta 2030.

Durante la mayor parte de este tiempo (2018 al 2024), los Yunes se hicieron para la sombrita. Reapareció el orgullo del nepotismo (entiéndase Miguel Chiquito) en 2021 para tratar de ser alcalde del puerto de Veracruz, pero no le alcanzó la residencia efectiva e incluso trató de falsificar papeles oficiales para lo anterior, motivo por el cual está denunciado en la Fiscalía General del Estado.

No quedó como alcalde, pero sí como el “primer Damo”: su esposa Patricia Lobeira se convirtió en la presidenta municipal del puerto más importante del país y él pasó a tomar posesión del cargo honorario de presidente del DIF.

Yunes Márquez sigue codiciando la gubernatura, pero sabía que volver a participar en las elecciones de 2024 sería una derrota inminente ante Rocío Nahle. Un trauma difícil de digerir, especialmente cuando fue vencido en 2018 por Cuitláhuac García Jiménez.

Para lo anterior, prefirió un puesto facilito de ganar incluso perdiendo: ser senador de primera minoría (no electo, como le ponen sus fans); es decir, aun quedando en segundo lugar, derrotado por Morena, el panista logró colarse al Senado porque así lo permite la ley con un premio de consolación al candidato perdedor en primera fórmula.

Y de pilón, para cuidar que no le pase algo malo al niño, se apuntó como suplente su papi Miguel Ángel Yunes Linares.

Se habla constantemente que Yunes Márquez buscará en 2025 –desde esa posición– la alcaldía de Veracruz nuevamente y de ahí la gubernatura en 2030, pero quién sabe si le den los números ante la avasalladora victoria de Morena que dejó cifras de votación contundente.

La prueba está que su “primo” postizo, Pepe Yunes (al que perversamente convencieron de que se lanzara como candidato a la gubernatura por la coalición PRI-PAN-PRD en recientes elecciones) le partieron la “mother” por más de un millón de votos de diferencia. Algo que todavía muchos incrédulos no superan.

Ahora que es senador de Veracruz por la primera minoría, en medios nacionales se ha manejado que Yunes Márquez y su papi estarían negociando para dar su voto a favor de la reforma judicial, el famoso Plan C de AMLO. Según lo anterior es porque ambos tienen sendas denuncias que en cualquier momento los pondrían en el bote y con eso los están apretando los malvados villanos morenistas.

Otra versión es que no necesariamente darían voto a favor. Simplemente podría ausentarse con justificante médico (como también el senador priísta Miguel Riquelme) y con la votación del pleno se sacan sin problema las dos tercera partes necesarias para que la reforma judicial pase del Senado al Poder Ejecutivo para su promulgación.

Mire, la neta, conociendo a los Yunes, se duda lo anterior: estarían cometiendo suicidio político y tirarían por la borda toda la simpatía que les queda traicionando al partido que les ha dado todo. Además, se estarían echando encima a muchos amigos jueces federales que los protegen y les cuidan los “business” en la aldea, como el caso de la Torre Arista.

Es poco probable, muy difícil (más no imposible), que den su voto a favor, aún con la historia de traiciones que tiene el padre.

La otra es que los Yunes saben defenderse y saben que el talón de Aquiles de la famosa Cuarta Transformeishion es precisamente lo jurídico-legal; vaya, en la 4T no destacan por tener buenos abogados y tampoco les gusta invertir en ellos, mucho menos ahora que tienen guerra contra el Poder Judicial de la Federación.

Así que espantados-espantados por las denuncias, se duda; ellos saben que tienen el dinero para contratar abogados carísimos para esos trotes judiciales y dar larga batalla. (Se supone que todo esto cambiaría con la reforma al Poder Judicial).

Lo que se ve ahorita, en realidad, parece más un ardid publicitario para que los Yunes se coloquen en el plano nacional. Son especialistas en eso porque también saben invertir dinero en medios nacionales y locales para hacerse notar.

El asunto es que los Yunes podrían estarse promoviendo un escenario de victimización: dejarse señalar, ponerse en el dedo de la “condena” y la “traición” para que al final nunca traicionen y aprovechen el reflector para decirse perseguidos, señalados y venderse como los “héroes” que combatieron la reforma judicial.

Para esto, ya el apellido Yunes estuvo en la agenda pública, ya se hicieron notar, ya se habló de ellos, fueron trend-topic en Twitter, y utilizarán este tema tan mediático para sus fines personales: la búsqueda de la alcaldía de Veracruz y luego la gubernatura.

Luego entonces, esto se antoja más a una vieja treta política usada por la vieja escuela donde se forjó el patriarca: crea el incendio y luego aparece como el bombero héroe para apagarlo.

No obstante, todo puede pasar: en una de esas se vuelve a enfermar Miguel Chiquito y va a hacer todo su show desde un hospital en Estados Unidos, allá donde viven realmente y las reformas al Poder Judicial en el rancho les importan un comino.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: La presidenta electa Claudia Sheinbaum vivirá en Palacio Nacional como lo hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador. O sea, Los Pinos seguirá siendo centro cultural y residencia la sede del Poder Ejecutivo, que la neta se ve más fifí que la Casa Blanca, con todo y que está en pleno centro de Chilangolandia.

OTRA NOTA: Andrés López Beltrán iría como secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional. Ya el presidente confirmó que su chilpayate estará en dicho partido… Todo huele a que desde “La Chingada” se seguirán moviendo muuuuchas cosas en el futuro… Lo anterior recuerda la escena de Michael Corleone cuando reorganiza a la cúpula de la familia: “Qué mejor consigliere que mi padre”.

LA ÚLTIMA PORQUE EDICIÓN DE VIDEO: Veracruz está de fiesta porque todos los Pueblos Mágicos del país estarán en Boca del Río para la magna exposición de estos lugares, donde compartirán parte de su cultura. En verdad es un evento que se antoja muy chido y con mucho por ver.

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