Xalapa, Ver.- Urge legislar e incluir en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el tema de la violencia vicaria, señaló María Lilia Viveros Ramírez, magistrada adscrita a la Octava Sala del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial del Estado, durante su participación en el foro «Hablemos de la Violencia Vicaria y el Interés Superior de la Niñez, hacia las reformas legales».
La violencia vicaria se refiere a cuando un hombre usa a sus hijos para lastimar a la mujer. En dicho foro se explicó que ese tipo de violencia es muy común, pero no hay un tipo penal que la sancione.
“Respecto a que se incorpore como un tipo de violencia, la violencia vicaria y a mi me parece de lo más pertinente el poder considerarlo, el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia es un derecho humano y de manera responsable esta legislatura toma este tema”, citó la magistrada Viveros Ramírez.
La violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. El padre ejerce una violencia extrema contra los menores, llegando incluso a causarles la muerte y utilizando recursos de particular crueldad para la eliminación de los cadáveres, en muchas ocasiones.
De acuerdo a la magistrada , el juzgar hechos sobre personas que deben rendir cuentas, obliga “a contar con un marco legal actualizado, que permita considerar las dinámicas en las cuales hemos estado inmersas y hemos sufrido violencias, el nombrarlas, reconocerlas es ir rompiendo los paradigmas legales del sistema jurídico patriarcal, sobre el cual se ha fundamentado el sistema jurídico en México”.
Celebró que invitaran a través de su ponencia, al Poder Judicial, pues los jueces y magistrados resuelven a través de leyes que elabora y vota el Congreso Local, ya que ayuda a exponer situaciones concretas donde se estén lastimando derechos humanos, en este caso de menores.
¿QUÉ ES LA VIOLENCIA VICARIA?
El ánimo de causar daño a su pareja o expareja a toda costa supera cualquier afecto que pueda sentir por ellas/os. El asesinato de las hijas o hijos es la parte más visible de esta forma de violencia extrema que destruye a la mujer para siempre; pero es habitual la manipulación de hijas o hijos para que se pongan en contra de la madre o incluso la agredan.
Esas hijas e hijos sufren un daño irreparable y son también víctimas de violencia de género. El objetivo es el control y el dominio sobre la mujer, en un alarde máximo de posesión en una relación de poder que se sustenta en la desigualdad.
La violencia vicaria cuenta con la complicidad de una sociedad que cuestiona permanentemente a las mujeres, que las priva de autoridad y pone en duda su palabra.
Las mujeres suelen intentar que su voz se oiga en el colegio de esas hijas o hijos, entre las amistades, en la propia familia, en los juzgados, pero los imaginarios del “buen padre” y la “mala madre” se imponen.
Se prefiere escuchar al varón y apoyar al hombre que juega a ser víctima, que a esas mujeres que, desesperadas, intentan hacer oír su voz para evitar que el padre haga daño a sus hijas o hijos.
La violencia vicaria es la más cruel y despiadada porque causa un daño irreparable y destruye a la mujer. Más de 40 niñas y niños han sido asesinadas/os -en México- por sus padres biológicos o parejas o exparejas de la madre desde que en 2013 se empezó a contabilizar este tipo de asesinatos, cuyo objetivo es destruir a la mujer para siempre.
Linda Mora