“LA UNAM: REFERENTE NACIONAL DE PLURALIDAD Y TOLERANCIA”.
Dr. Carlos Javier Verduzco Reina
Tal como se había previsto, el 21 de agosto se publicó en la Gaceta Universitaria la convocatoria para la elección del rector de la Universidad Autónoma de México para el periodo 2023-2027.[1] Quien resulte electo sustituirá al Dr. Enrique Graue Wiechers quien cubre su segundo periodo cuatrianual encabezando nuestra máxima casa de estudios.
Siempre que se inicia en la UNAM el proceso de selección de rector, comienzan una serie de cuestionamientos, inquietudes e incluso abiertos ataques a nuestra máxima casa de estudios. Esta vez no es la excepción, pero quizá algunas de estas diatribas se han exponenciado en el contexto de la situación política que se vive en el país y la división ideológica que impera en amplios sectores de la población. Para fortuna de todos, la mayoría de los misiles que se dirigen a la universidad y a su aún rector carecen de un sustento real, de manera que podemos apreciarlos como parte de una dinámica natural que impera en un proceso de selección como este.
Es relevante por ello analizar la importancia que guarda la Universidad no solo como una institución educativa (la más importante en la educación superior en México) sino también como un espejo de la realidad social y de la importancia que representa mantener hacia su interior los equilibrios necesarios para su continuidad y buena marcha. Veamos un poco su historia reciente.
Una de las luchas más significativas que ha dado lustre y personalidad a nuestra máxima casa de estudios fue la concesión de la autonomía universitaria. Recordemos que, a partir del movimiento universitario de 1929, el entonces presidente de la República Emilio Portes Gil presentó el proyecto de Ley Orgánica de la UNAM. La ley fue publicada el 26 de julio de 1929, dio inicio a la vida autónoma de la Universidad Nacional.[2] Ser autónomos representa para los universitarios mantener un espíritu crítico abierto que no obedece a un contexto especifico, que permite la discusión abierta de los temas que interesan a la sociedad bajo puntos de vista contrastantes, que han apoyado decisiones de gobierno pero que también en muchas ocasiones se ha confrontado directamente con él. De ahí que la autonomía universitaria nos define y nos distingue en la sociedad como un punto referente para el desarrollo nacional.
A partir de su autonomía, grandes nombres se han significado como rectores de nuestra máxima casa de estudios.[3] Ante el riesgo de omitir alguno, solo recordaría algunos emblemáticos para la UNAM como el Dr. Ignacio Chávez Sánchez (1965-1966), el inolvidable Javier Barros Sierra (1966-1970), quien encabezara “La Marcha del Silencio” en defensa de la autonomía universitaria durante el fragor de los acontecimientos de 1968 y más recientemente universitarios de la talla de Guillermo Soberón Acevedo (1973-1981), Jorge Carpizo MacGregor (1985-1989), Octavio Rivero Serrano (1981-1985) o Juan Ramón de la Fuente (1999-2003), entre muchos otros.
Para el actual proceso electoral, aparece una baraja de mujeres y hombres, nos parece, de probada capacidad, con experiencia en el área de formación profesional de que proceden, con trayectoria universitaria y con méritos reales para aspirar al más alto cargo para un universitario. Y aunque el tema de los candidatos propuestos es interesante, el que ha cobrado actualidad es el proceso de selección. Es decir, más que cuestionar a los candidatos, algunas voces pretenden influir para modificar la forma de elección del rector. Sin embargo, creemos, un rector no se elige por voto popular y directo. Sobran ejemplos de universidades a nivel internacional que nos ilustran que la elección de rector debe provenir de electores calificados, conocedores de la realidad social y sobre todo inmersos en la dinámica universitaria.[4]
En el caso de nuestra UNAM, la elección del rector corresponde a los miembros que integran la Junta de Gobierno (15 actualmente) y que se conforma a partir de la propuesta que realizan las diversas corrientes de opinión que conforman el mosaico ideológico y de especialidades profesionales propios de la Universidad. Así, en la Junta de Gobierno encontramos profesiones tan diversas como historiadores, filósofos, abogados, físicos e incluso un biólogo con cuya presencia y percepción de lo que representa la universidad, buscan conformar la diversidad suficiente que permita elegir con objetividad y con un propósito de universalidad también a quien deba encabezar la rectoría. Desde luego es una empresa nada fácil e implica una responsabilidad institucional de la mayor importancia y trascendencia no solo para la propia universidad, sino también para el país.
El primer punto que la candidata o el candidato a rector debe tener presente es que para ser rector requiere de una votación con mayoría calificada en la Junta de Gobierno, debiendo asegurar por lo menos 10 votos de 15 posibles, de manera que debe convencer con argumentos, programa de trabajo, presencia universitaria a dos terceras partes de los miembros de la Junta. Esto debe garantizar que la persona electa represente un crisol de expectativas lo más amplio posible.
Ahora que se ha publicado la convocatoria, y si usted no es universitario quizá desconozca la línea de tiempo que va a correr de aquí al mes de noviembre en que conozcamos el nombre de nuestra nueva o nuevo rector. Lo comentaremos brevemente. A partir del 21 de agosto y hasta el 4 de septiembre, la Junta de Gobierno comenzará a recibir las postulaciones formales de los posibles candidatos. El 6 de septiembre se pondrá a la vista de la comunidad universitaria la semblanza curricular de cada uno de los candidatos que se hayan propuesto para ocupar el cargo de rector.
Por lo general, los candidatos surgen de la propia comunidad universitaria al ser directores de facultades o escuelas, siendo ésta el primer impulsor de su candidatura. Ante ello, la Junta de Gobierno forma comisiones para escuchar las opiniones de universitarios que respaldan cada una de estas postulaciones. Esta primera etapa resulta muy enriquecedora, consideramos, para los propios miembros de la Junta de Gobierno pues les permite pulsar la opinión del universitario común y concluye el próximo 9 de octubre.
El 12 de octubre, la Junta de Gobierno dará a conocer a la comunidad universitaria el nombre de aquellas personas que “reúnan las mejores cualidades para ocupar la rectoría durante el periodo 2023-2027”, considerando a los aspirantes que representan las posibilidades más sólidas y mejor estructuradas para el momento histórico que vive la universidad.
Los universitarios considerados en esta segunda etapa son invitados a partir del 23 de octubre por la Junta de Gobierno a exponer de viva voz su visión sobre la universidad. Estas entrevistas se estilan individuales y a las que únicamente asiste la persona convocada, y, a diferencia de la auscultación previa grupal.
Finalmente, una vez agotada esta fase final la Junta de Gobierno da a conocer su decisión sobre quien es la persona electa para ocupar el cargo de rector para el periodo 2023-2027.
Si bien el proceso se advierte sencillo, hacia adentro de la universidad debemos admitirlo, aumenta la tensión y los grupos de poder siempre pretenden posicionarse. Nuestra universidad ha marchado siempre en la lógica de la diversidad y del respeto a las opiniones de todos los que integramos la comunidad universitaria. Por muchos años, se nos tachó de ser promotores de la izquierda y en algún punto no faltó el atolondrado que llamara comunistas a los universitarios. Hoy algunas voces acusan sin fundamento a la universidad de haberse derechizado. Ninguna de las dos posturas referidas corresponde a la realidad.
Y es que nuestra máxima casa de estudios como todas las universidades públicas del país, nunca debe estar secuestrada por principios ideológicos porque justamente la diversidad es la que enriquece y fomenta los valores universitarios. Le puedo asegurar estimado lector que no hay ninguna sola Facultad dentro de la Universidad en la que todos sus integrantes piensen de la misma forma. Quienes tenemos el privilegio de ser académicos, lo podemos constatar y en lo personal lo defendemos como una de las concesiones más valiosas que representa la autonomía de catedra dentro de la universidad.
Esto permite que los alumnos elijan dentro de la estructura ideológica de sus propios maestros, con quienes quieren formarse, que tipo de país perciben y quien puede aportar o contrastar su propio punto de vista. Así, la UNAM representa el más brillante espacio de pluralidad y de diversidad de opiniones. Nadie nos censura al interior. Ese es el respeto mejor ganado y la mejor forma de conservar y fomentar la autonomía universitaria que tanto costara a generaciones pasadas.
Desde luego, siempre existirán criterios y formas de ver a la universidad. Nunca faltara quien pretenda, por la importancia que tiene, que la universidad sirva para intereses particulares o de grupo, pero al final la unidad de los universitarios siempre ha sabido mantenerse firme, aunque no siempre pensando de forma homogénea.
La famosa frase de Voltaire «podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo», pone en relieve y manifiesto lo que ha sido la universidad y lo que todos los universitarios queremos que siga siendo: el espacio más amplio de discusión y de contraste de opiniones porque sin ellas el país no podrá avanzar. En una sociedad democrática como la nuestra, necesitamos una universidad plural, precisamos de la crítica constructiva y en favor de la patria.
Todos los que nos hemos formado en sus aulas le debemos ese compromiso y esa lealtad a nuestra máxima casa de estudios.
Fuentes Bibliográficas:
[1] Gaceta UNAM. Inicia el proceso de nombramiento para la rectoría. Emite convocatoria la Junta de Gobierno 22-23. Disponible en file:///C:/Users/Despacho%202022/Downloads/230821%20(1).pdf recuperado el 21 de agosto del 2023
[2] Fundación UNAM. 30 años. Celebra UNAM 90 años de autonomía. Disponible en https://www.fundacionunam.org.mx/donde-paso/celebra-unam-90-anos-de-autonomia/ recuperado el 21 de agosto del 2023
Archivo Histórico de la UNAM (AHUNAM). 90 años de la autonomía de la UNAM. Disponible en http://www.ahunam.unam.mx/autonomia/1929.html recuperado el 21 de agosto del 2023
[3] Universidad Nacional Autónoma de México. Acerca de la UNAM. UNAM en el tiempo. Lista cronológica de Rectores. Disponible en https://www.unam.mx/acerca-de-la-unam/unam-en-el-tiempo/lista-cronologica-de-rectores/rectores-1946-2011 recuperado el 21 de agosto del 2023
[4] Curiosamente uno de los textos que nos dejan ver un estudio muy interesante de cómo se eligen rectores de universidades extranjeras fue escrito por uno de los actuales precandidatos a ocupar la rectoría, el Dr. Imanol Ordorika, y puede consultarse en https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-27602015000300001