*Las leyes son semejantes a las telas de araña; detienen a lo débil y ligero y son deshechas por lo fuerte y poderoso. Nada hay más injusto que buscar premio en la justicia. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
EL PODEROSO GOBIERNO
Un acucioso político de la era cuaternaria, de esos que analizan y a veces callan, ahora no calló. Me dijo que ya nadie defiende a Tito Delfín Cano, el exalcalde de Tierra Blanca, a quien le revivieron una vieja telenovela del Orfis y la activaron para, cuando menos lo esperaba, fuera detenido en plena campaña por la presidencia estatal del PAN, lo que, en el bando contrario, el del Chapito Guzmán, echaron las campanas al vuelo y se congratularon. Ahora mismo en la portada de Crónica Tierra Blanca, el gobernador en su informe tiró un mensaje que no fue subliminal, fue directo al corazón, como uno de esos tiros en el béisbol, una línea de 99 millas como las tira el pitcher mexicano, Julio Urías. Primero, criticó Cuitláhuac García a ‘los delfines del pasado, luego fue más claro, duro y a la cabeza: “Resultaron unos verdaderos ladrones de Tierra Blanca…, perdón, de cuello blanco”. En el escenario los diputados panistas, como los mariachis, callaron.
EL PAN ESTATAL
El PAN estatal había tocado la puerta del poderoso secretario de Gobernación, un tal Adán sin Eva, tabasqueño de la tierra de AMLO, y ahí se vio al tal Marko Cortés, presidente nacional, y a Santiago Creel, impulsor de la reunión, para llevar 10 puntos que solo ellos conocieron. Se ignora si el tal Julen Rementería, veracruzano que aspira y suspira por la gubernatura de Veracruz, y que es aliado del Chapo Guzmán, que ahí estaba sentadito en esa mesa palaciega, le pidió a Adán Augusto López Hernández la liberación de Tito Delfín Cano, si no tocó el caso, es seguro que Delfín allí se quede los tres años que va a durar este gobierno y los de enfrente echen las campanas al vuelo cuando el triunfo se les dé en esa contienda interna, que pronto se sabrán los resultados. Son los presos políticos olvidados, aunque la fracción de Morena dice que no son presos políticos, que son políticos deshonestos encarcelados, y es posible que Rogelio Franco Castán, otro de ellos, ahí aguante estos tres años solo en espera de ver quién llegue a la presidencia de México, si Morena la gana, como tal parece así será, con Claudia Sheinbaum, el gobernador Cuitláhuac gozará de pasaporte oficial y cabal salud y es probable que hasta agarre chamba en la CDMX. Pero si es Marcelo Ebrard Casaubón, esta tercia que gobernó Veracruz tendrá que buscar una isla muy lejana, para irse como Speedy González, a raja madre. Si es Ricardo Monreal, ni lo duden, ese hombre ha venido dos veces a Veracruz a intentar liberar a unos jóvenes a los que le aplicaron la Ley de Herodes, es decir, la de Ultraje a la autoridad, y al pobre Monreal ni quien lo pele, ni caso le hacen. Se las está guardando, sin duda. Porque esa vieja consigna de ‘los carniceros de hoy serán las reses del mañana’, sigue vigente y seguirá operando en la política, sino, vean el ejemplo del titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, que apenas dio un mal paso en la boda que molestó e incomodó al presidente AMLO y fue renunciado, ahora lo persiguen los fantasmas de las filtraciones en medios, por la enorme fortuna que desarrolló en tan pocos años, y contra la pared sale a explicar que él no es tentón. Si Marcelo o Monreal llegan, la tercia que gobernó Veracruz deberá buscar una isla como la de Robinson Crusoe, porque les llegará la mano de la ley hasta dónde estén. Al tiempo, diría Kamalucas, un filósofo de mi pueblo.