Los malos contra los buenos. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
¿A QUE HORA SE NOS JODIO VERACRUZ?
Algunos piensan que es la situación del reflejo de la política de abrazos y no balazos. Otros aseguran que cuando llegó a gobernador Cuitláhuac García Jiménez, sabía de ser machetero y bailarín, pero no de gobernar, y la delincuencia aprovechó todos esos carriles y se fueron apropiando de ciudades, de barrios, de colonias, de muchos sitios donde mucha gente del pueblo sabían que allí convivían, menos las autoridades. Pero Cuitláhuac salió premiado. Y así es esa política.
En la zona de las Altas Montañas hubo meses y meses y meses que la delincuencia organizada ponía retenes en las dos cumbres, la de Maltrata y Acultzingo, sobraron testimonios de que todos sabían quiénes eran, menos las autoridades federales y estatales. Cuitláhuac seguía bailando. La población vivía y vive con miedo.
Hubo muchísimos casos de familias a las que despojaban sus autos y los mismos autos robados ellos mismos los traían luciendo como si nada, y la autoridad federal, bien gracias.
A Veracruz llegó una racha mala de usar como el tiro al blanco a candidatos y ex políticos veracruzanos, matándolos sin piedad. Es la impunidad lo que los hace cometer estos delitos, porque no se castiga. y la presidenta Claudia Sheinbaum, con la presión que trae de los americanos, que señalan que el narco es dueño de varios estados, apretó el puño y envió al mejor policía que tiene este país, Omar García Harfuch, que no descansa y día y noche vive combatiendo narcos y huachicoleros. Es el Eliot Ness mexicano y por las redes comienzan a surgir informaciones de que en Tampiquera y en Boca del Rio y Veracruz Puerto, ya andan patrullando para poner orden.
HOY ES DOMINGO
Escribo estas líneas regias, es decir, desde Monterrey, un domingo que parto de regreso a casa. Estuve por asuntos médicos unos días y las camas hospitalarias son terribles, los pocos días que allí estuve aguanté vara, diría Fox, pero nada hay como la camita de uno. Alejado casi una quincena debo oler el mar de Veracruz y el aire de las Altas Montañas orizabeñas, que dan pureza y cada día es una ciudad que maravilla a turistas y a propios y extraños. La están cuidando los orizabeños. No se debe perder todo lo ganado.
Los rezos ayudaron, el creador y la Virgen nuestra y la de Fátima, que era su día cuando entré al quirófano, hicieron que esos rezos ayudaran. Era cirugía sin mucho riesgo, aunque todas tienen riesgo, pero siempre la convalecencia pega, más cuando llega el dolor. Para cuando lean ustedes estas líneas, ya debo andar por tierras veracruzanas. Intentaré continuar con mis escritos diarios, si no se puede, serán terciados. Así es la vida, diría un francés: Cést la vie.