Gilberto Haaz Diez, columnista de Veracruz

Acertijos

Gilberto Haaz Opinión
*Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida. (Juan 5:24)
Gilberto Haaz Diez
LA AUSENCIA MEXICANA
En las redes sociales y en los medios escritos, la crítica es fuerte hacia la presidenta Claudia Sheinbaum, al negarse a asistir al funeral del Papa Francisco. Y esgrimen las causas, aunque ella sea no católica y sea judía, debió ir, muchos jefes de Estado del mundo, sean de otras religiones, como los ingleses, asistirán. Más criticaron que fuera la secretaria de Gobernación en su lugar, cuando pudo haber enviado a Marcelo Ebrard o a Juan Ramón de la Fuente, que dan mejor nivel. Más aun cuando habrá más de cien jefes de Estado del mundo y reyes y reinas y México estaría sentado en ese sitio. Los representantes van filas atrás. Todo porque México es católico en un 80%, y Guadalupano casi un cien por ciento. El Papa mismo pidió que en su féretro, le pusieran una estampita de la Virgen de Guadalupe, para que lo acompañe en su camino al cielo. Ni hablar. Hay días así.
EL PAPA CHAMBEADOR
A su muerte brotan muchas historias del caminar del Papa. En el libro de Javier Cercas, que es el número uno en venta en España, ‘El loco de Dios en el fin del mundo’, dan un recuento de cómo es el trabajo del Papa. Le contó un cura del Vaticano al periodista: “Este hombre lleva una vida muy intensa, sobre todo para su edad. Se levanta cada día a las cuatro y media de la madrugada. Dedica mucho tiempo a la oración, a las seis o seis y media dice misa. Luego desayuna, a las nueve empieza su actividad oficial; la que es publica, quiero decir, la que figura en su agenda. Todos los días recibe a ocho o nueve personas, en uno o dos grupos, y al final los saluda a todos, uno por uno conversa con ellos. Luego almuerza y dedica la tarde a sus actividades privadas, que ya solo conocen sus secretarios personales. Entonces recibe a gente y hace llamadas por teléfono, las suele hacer personales, él marca a quien le interese hablar. Esa es más o menos la actividad de un día. Luego están los viajes, este año llevamos ya cuatro, con todo esto te quiero decir que el Papa no para y aunque está a punto de cumplir ochenta y ocho años, sigue teniendo un proyecto. Por supuesto, él sabe que no va a vivir quince años más, ni siquiera diez, pero sí tres o cuatro. Y tiene algunos objetivos”.
QUIENES ENTRAN COMO SALEN
Cuenta la historia, y así ha sido a través de los 266 papas que han habitado Roma, que quienes entran papables salen cardenales. Es decir, aquellos que ya sienten que la gloria les llega y se ven en el balcón dando su mensaje de nuevo Papa, casi siempre salen derrotados. Veremos qué ocurre ahora.
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