Acertijos

Gilberto Haaz Opinión
Cuando la ira llega, el descontrol se apodera de uno. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
EL REBELDE PADRE SOLALINDE
El cura Alejandro Solalinde tiene su historia de claro oscuros. Admirado por unos en un tiempo, por su trabajo a favor de los migrantes, ahora es repudiado porque, según algunos, perdió la brújula y un hombre de Dios no puede ser tan cruel en un mensaje a una mujer que estaba fallecida, Isabel Miranda de Wallace, aun su cuerpo se encontraba en un ataúd, cuando el Padre soltó este comentario, que parece vendría de los sótanos del infierno: “La antimujer que con Norma Piña representaba lo más podrido del Poder Judicial”.
Malo desde cualquier punto de vista.
El antiguo párroco de AMLO no fue lejos por las respuestas.
Joaquín López Dóriga lo trató de “Miserable”
Y Carlos Marín, otro columnista, lo llamó: “Este miserable es un canalla y el más podrido es él”.
Alguna vez de hace unos años, lo encontré en el aeropuerto de CDMX rumbo a Veracruz, me acerqué, porque solía visitar con asiduidad la radio XEJF de Tierra Blanca, cuando ayudaba a los migrantes y tenía las puertas abiertas.
Ya traía en la mira a algunos gobernadores y comenzó a hablar mal de uno. Le dije que muchas de esas cosas que le decían eran falsedades, cabeceó un poco como Jared Borguetti cuando metía gol, pero solo eso hizo. No se echó para atrás.
Otra vez llegó a Orizaba y quería una cita con el alcalde, pero no fue recibido. Ya creaba escozor y era incómodo para mucha de la gente y para el poder político y el eclesiástico.
Así iba su vida, hasta que desafortunadamente reapareció con esta declaración inhumana. Malo para ser de un hombre de Dios, que debe ofertar la plegaria y la buena convivencia, como dice La Biblia: “Vivan en paz y armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino amigos de los que la gente desprecia. No se crean mejores ni más sabios que los demás”.
Fin de la historia.
LOS LENGUAJES Y LA VENDIMIA
Hace nada escuché a una jovencita hablar de una ‘Vendimia’, que habían hecho en algún sitio. La corregí, le dejé saber que la vendimia es solo un acto de la recolección y la cosecha de la uva. Nada más. Suelen decir: voy a la Vendimia de tal lado, donde ofertan algunas cosas de mercadeo. Mal dicho. La vendimia es otra cosa, se lo dije y la entendió.
Otra dice: “Estoy en la vendimia vendiendo unos globos”.
Nada, allí no hay vendimia, hay mercadeo o hay ofertas de tal producto.
Algunos escritores también han utilizado ese término que suena bonito, pero no es del proceso de la uva.
La palabra «vendimia» proviene del latín vindemia, este se divide en los vocablos vinea, que significa vid, y demere, que significa quitar, arrancar, tomar o retirar; esto quiere decir que la vendimia es la acción de tomar las uvas del arbusto y se realiza cuando el fruto ya está maduro.
Listo, aclarado.
Síguenos y da Me Gusta: