Se hace camino al andar. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
NENA DE LA REGUERA EN ORIZABA
Cuando la secretaria de Turismo de Veracruz, Nena de la Reguera, comenzó su discurso en el legendario Teatro Llave orizabeño, en los 137 años de la Canaco, con el alcalde Juan Manuel Diez Francos y la directiva de ese sector empresarial y ex presidentes reconocidos, la Nena habló maravillas de Orizaba y de su alcalde, a quien no conocía y le dio gusto saber que es un hombre que transformó la ciudad, por tercera vez en su caminar de alcalde. Dulce María, más conocida como Nena de la Reguera, rememoró que en ese Teatro, al que veía muy grandote de chiquilla, alguna vez vino a bailar y los recuerdos llegaron a su mente. Veracruzana de corazón -madre de la gran actriz, Ana de la Reguera, orgullo veracruzano-, al frente de Turismo por encargo de la gobernadora Rocío Nahle García, es mujer agradable, conocedora del estado. Echó tantas porras a Orizaba, que el alcalde ya le andaba buscando morada, para que se viniera a vivir a esta tierra de altas montañas y, con el permiso de la gobernadora, aquí se fijara la sede de la secretaría de Turismo, porque Orizaba es ciudad de gran turismo como Pueblo Mágico. Buen discurso de la Nena, dijo en público que ella traía el Decálogo de Diez, que la misma gobernadora se los dio a su Gabinete, son como los 10 mandamientos orizabeños para hacer un buen gobierno. Alcalde admirado, Nena no dejaba de echarle porras por la transformación de la ciudad. Aplaudida, gente de simpatías y buen decir, hablaba que una vez recorría la ciudad y buscaba un espacio dónde hubiera basura o un bote mal puesto, no lo encontró. Preguntó allí mismo si era cierta aquella versión de que, cuando consiguieron fuera Pueblo Mágico, se negaban a darlo porque todas las calles y banquetas eran de cemento, preguntó a Juan Manuel si era cierto que con empresarios habían viajado fuera del país y mandó a adoquinar muchas de esas calles. No era cierto, pero son las leyendas de los pueblos mágicos. En ese acto, el presidente municipal agradeció la visita y le envió saludos a Rocío Nahle García, una gobernadora que distinguió a Orizaba, porque a ese evento empresarial de Cámara, envió de su representante a la mismísima secretaria de Turismo, acto que se reconoce. Bienvenida.
LAS BRAVATAS
Todo fue orquestado como una trampa. Relato lo que vi en tele del casi clinch del presidente ucraniano, Zelensky y Donald Trump con su guarura, el vicepresidente JD. Vance, en el mismo Salón Oval, donde un tiempo se hicieron travesuras. Zelensky llegó a la Casa Blanca con su vestimenta normal, viste con un pantalón y una sudadera negra. Trump comenzó a vacilarlo entre la prensa: ¡Vienes bien vestido!, le asestó. Zelesnsky solo sonreía. Como si estuviera en Orizaba. Dentro, con los ánimos caldeados el par de presidente y vicepresidente, comenzaron a humillarlo, lo ven chiquito pero es bravo. Ambos dos, diría Fox, se pusieron en defensa del ruso criminal, el que invadió Ucrania y mata a sus oponentes con veneno, Vladimir Putin. Zelensky los cabeceaba, no se dejaba, era una pelea desigual, un par de pesos completos contra un mini mosca. Pero el chiquito no se dejó, tanto, que, al salir, después de ser acusado de casi desatar la Tercera Guerra Mundial, presidentes europeos lo avalaron y confiaron en su política. Trump los quiere ayudar, pero con cobro, quiere ir por esas tierras raras donde hay minerales. Al final del duelo verbal, Marco Rubio, secretario de Estado, quien es bien visto porque repudia a los dictadores cubanos y venezolanos y nicaragüenses, actuó como cadenero de antro y le dijo a Zelensky que abandonara La Casa Blanca. Ni hablar, hay días así. De mejores lugares me han corrido, diría aquel.