La muerte sobre el Potomac. Camelot
Gilberto Haaz Diez
LA CAIDA DEL HALCON NEGRO
Uno siempre tiene temor a volar. Más cuando no se sabe mucho. Uno que siempre lee de esas cosas de los aviones que han chocado, siempre se apanica, porque se va en manos de Dios y de los pilotos. Las aeronaves ahora no están hechas para chocar cuando comienzan a aterrizar o a despegar. Aunque esas dos acciones son las que más peligro generan, bajar o subir. Mas cuando no fue falla mecánica, fue humana, por un lado comienzan a brotar las noticias que llevaron a que un helicóptero Blackhawk y uno de línea comercial, el helicóptero chocó contra la nave y la tomó por en medio. Comienzan a filtrarse cosas, que el controlador aéreo, según las grabaciones, alertó al piloto del helicóptero que tenía un avión enfrente. Los aviones vienen equipados, todos, para que si logran ver a otro avión cercano, la misma computadora se lo dice. Quizá porque iba al lado el piloto no lo vio.
Puso en alerta a Estados Unidos y le legó la primera tragedia, que Donald Trump llamó un Día Negro para Estados Unidos.
El Potomac sirvió de cementerio de algunos atletas de patinaje artístico, entre los que venían americanos y rusos, todos ellos exitosos en su arte.
Y recordamos al instante aquella odisea del piloto que logró aterrizar en el Hudson en Nueva York, El vuelo 1549 de US Airways (AWE1549) despegó el 14 de enero de 2009 del Aeropuerto La Guardia, en Nueva York, con destino al Aeropuerto Internacional de Charlotte, en Carolina del Norte, y luego al Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma, en SeaTac. El Airbus A320 realizó un amerizaje de emergencia en el río Hudson tras perder potencia en ambos motores debido a la colisión con una bandada de gansos. Todos los pasajeros fueron rescatados.5
Este incidente fue descrito como «el milagro del Hudson». La tripulación del vuelo fue galardonada con la Master’s Medal del Guild of Air Pilots and Air Navigators, destacando que «este amerizaje forzoso y evacuación, sin pérdida de vidas, fue un logro heroico y único en la historia de la aviación». La NTSB calificó el incidente como «el amerizaje más exitoso en la historia de la aeronáutica».
Fue un milagro, y se hizo una buena película de Tom Hanks, narrando toda esa odisea.
LAS NOTICIAS
Al instante, la misma tarde noche de la colisión, nos fuimos a Foro TV, que hizo una cobertura de primera con el corresponsal de Televisa, Ariel Moutsatsos, excelente corresponsal que dio pormenores aun cuando las noticias apenas llegaban, y la CNN y CBS y NBC.
La gente de Donald Trump a las vivas. Atendieron la emergencia como buenos funcionarios, uno de ellos, el del Transporte, apenas ese mismo día había sido ratificado como secretario del transporte.
Los heroicos bomberos y buzos americanos, excelentes en todos sus niveles, llegaban a sumergirse y comenzar a rescatar cuerpos, sobreviviente no habría, lo dijeron al momento.
Las frías aguas del Potomac hacían imposible la supervivencia y ni cómo salir del avión, si la mayoría estarían con sus cinturones de seguridad en esas aguas gélidas.
También recordamos, años atrás, aquella cinta, La caída del halcón negro, un helicóptero Black Hawk similar al que embistió y que se volvió famosa la escena por la película que fue vista por millones y dirigida por el gran Ridley Scott,
Accidentes seguirán ocurriendo de este tipo. El asunto es si los controladores aéreos están capacitados, porque brotó una nota que Donald Trump despidió a muchos, ahora en su política de despedir a quien se le antoje.
Descansen en paz.
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