Enero es el mes para soñar. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LOS REYES LLEGARON
A algunos les llegó Rosca de Reyes, sin muñeco, llegan a tomar sus cargos en el nuevo gobierno, aunque sean unos inútiles. Son los días que brilla y circula en las redes el gran poema del poeta español, Miguel de Unamuno: “Agranda la puerta, padre, porque no puedo pasar; la hiciste para los niños, yo he crecido a mi pesar. Si no me agrandas la puerta, achícame, por piedad; vuélveme a la edad bendita en que vivir es soñar”.
Mañana en que empiezan los Reyes y el enero se vuelve aun con mucha actividad. Fueron millones y miles de mexicanos que vinieron de allá de este lado a nuestras tierras. Yo tuve el gusto de recibir a uno para tomar un café pendiente, al buen Yoni Dávila, un hombre que se fue a hacer el sueño americano y allá labora en hotelería y empresa desde hace muchos años, nos conocimos por las redes algún día que anduve y andé por San Diego, California. Sucede que llegué a hospedarme en un hotel frente a la bahía, donde se encuentra el USS Midway Museum, un lugar donde exhiben los barcos de la marina de guerra y aviones y tienen la estatua gigante del Beso.
Es el año que viviremos elecciones municipales, diferentes a las nacionales, porque aquí se juega el pellejo de la ciudad y las candidatas y candidatos son locales. Hombres y mujeres de diferentes partidos ya buscan moverse, porque aquí sí el que se mueve si sale en la foto, para ser designados por sus partidos, al parecer no vienen alianzas y aquello se pondrá sabrosón.
Una mala noticia brota en este enero, que algunos llaman el de los bolsillos vacíos, y otros el de la famosa Cuesta de enero, sucede que la compañía Mexicana de Aviación, que el gobierno echó a andar y es un mal negocio, porque no tiene planeación ni pasajeros, ha cerrado varias rutas: Acapulco, Campeche, Guadalajara, Ixtapa, Nuevo Laredo, Puerto Vallarta, Uruapan y Villahermosa. Una de hoy en la mañana, que sale del aeropuerto AIFA, salió volando con solo dos pasajeros. La historia nos revela que los gobiernos son malos para hacer negocios, que les corresponden a los particulares. En la época de Echeverría teníamos hasta fábrica de tortillas y bicicletas, y todas fracasaron, tuvo sus cosas buenas: UAM, la Profeco, el Conacyt, el Infonavit y lanzó al mundo Cancún, que hoy es un vergel de turistas en el mundo.
Vivo en Orizaba, una ciudad que brilla como pocas, nadie tiene el turismo de esta ciudad que es Pueblo Mágico, guardando sus debidas proporciones con Veracruz, que tiene xingo de hoteles y restaurantes y, además, tiene mar. En esta zona se ve llegar turismo y ahora hay mucha actividad en las montañas. Ha nacido una nueva era de senderistas y montañistas que buscan espacios bellos y la nieve, que ahora tiene poca el Pico de Orizaba. Pero la neblina y la montaña siempre tienen sus encantos. Y el mar ni se diga, no por algo, el otro poeta español, Rafael Alberti, escribió del mar: “El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me trajiste, padre a la ciudad? ¿Por qué me desenterraste del mar?. En sueños, la marejada me tira del corazón. Se lo quisiera llevar. Padre, ¿por qué me trajiste acá?”.