*La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
EL PRESIDENTE EN WASHINGTON
Voló como cualquier hijo de vecino, en United de Cancún a Washington, escala en Houston, pero no llegó como cualquier mexicano al grito de guerra, su estilo personal de volar le evita ir en aviones oficiales, llegó como lo estila el protocolo de ese poderoso país, cuando llegan mandatarios extranjeros. Un opositor a la 4T me dijo que AMLO había cortado orejas y rabo, que le había ido bien. Las televisoras nos informaron en México casi todo, a diferencia de las americanas, que casi no le prestaron interés a la visita presidencial de los tres alegres amigouosss, o los tres alegres compadres, podría llamarse también. Ni la CNN, que siempre está en la información, sacaba nada, muy poco. Gravitaba sobre el tapete la Reforma Eléctrica del presidente mexicano, que tanto escozor ha creado en México y con los inversionistas americanos. Pero poco se trató de eso. Joe Biden, el presidente americano, recibía a sus colegas de Canadá y México en la peor baja de las encuestas de sus connacionales. Temprano en la sede donde llegó el presidente, mexicanos se apostaron a brindarle apoyo. Las banderas de México se veían ondear. Protocolo de a de veras, el Servicio Secreto, que corre a cargo de la seguridad y los itinerarios de los mandatarios, impidió que un grupo de mexicanos se adelantaran a la sede de la reunión. Protocolo manda. Seguridad, también. Era la primera vez en cinco años que se veían las caras. En la época de Donald Trump el desprecio fue la primicia en esa Casa Blanca. Las reuniones presidenciales, con Kamala Harris, la vicepresidenta; con Justin Trudeau, el primer ministro, y con Joe Biden, resultaron óptimas. El presidente americano está inmiscuido en su gran preocupación, la migración, el cómo detener a miles y miles que quieren llegar a sus fronteras. Y al parecer el consejo de AMLO está surtiendo efecto, porque los americanos ya quieren enviar apoyos económicos a esos países centroamericanos. Veremos.
LOS ANECDOTARIOS
Mientras en Washington el presidente se aireaba, con su cubre bocas, eso sí, en México Mario Delgado, presidente de Morena, aprovechó la ausencia y lanzó como presidenciable al secretario de gobernación, Adán Augusto López, tabasqueño también. Igual se dio un tirito con el tuitero Javier Lozano, quien le reclamó, después de que Delgado habló de que nunca un presidente ha sido tan respetado a nivel internacional, y Lozano le recordó a Felipe Calderón, en Washington y en el parlamento canadiense, además, le dijo: “Tu presidente ni ingles habla, así que, sereno moreno”.
Uno recuerda las visitas presidenciales, las de Carlos Salinas con papá Bush cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio, que nos lanzó a las ligas mayores y tuvimos acceso a las tecnologías de primera. Otra fue cuando en tiempo de José López Portillo, llegó el cacahuatero Jimmy Carter, y fue regañado por el mexicano; la grande, cuando Adolfo López Mateos recibió al inolvidable JFK en México y pasearon su fama y su estilo. Ha habido muchas, cuando Bush hijo visitó el rancho de Vicente Fox y montaron a caballo los dos, que eran rancheros y de botines. Otra vez un hijo de Carlos Salinas paseaba por la Casa Blanca, en esas visitas programadas para el público en general, y uno del Servicio Secreto, al revisar la lista, le avisó al presidente Bush que ahí andaba el hijo del presidente mexicano. Un ujier llegó y lo apartó de la fila y lo llevó al Salón Oval a saludar al presidente. Increíble.
Buena gira y mejor para el presidenciable Marcelo Ebrard Casaubón, en el Financiero Bloomberg vi toda su entrevista a los medios mexicanos, el hombre es el más capacitado para ser el sucesor de AMLO, el que habla buen inglés y el que tiene una perspectiva de México y de las relaciones internacionales y, además, lo conocen a la perfección los americanos y darían su consentimiento y visto bueno, aunque ahora ya no se necesitan, eso era antes.