Los deportes en verdad emocionan. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LA MAÑANA OCUPADA
Amanecía con buen tiempo, mientras el huracán hace su arribo a tierras de Quintana Roo y en Tulum y Progreso reportan su avasallamiento y vientos fuertes, la mañana era de pegarse a la tele. Jugaba temprano en tenis el gran español, Carlos Alcaraz, contra Francés Tiafoe, un jugador de color que, cuando quiere, pone a sufrir a cualquiera. Así le pasó a Alcaraz, llevaba dos sets en contra y todos veíamos la eliminación del campeón defensor de Wimbledon. Caería en la tercera ronda, pero pocos conocemos que Carlos Alcaraz, como al Real Madrid, para vencerlo hay que sepultarlo dos veces, y en eso llegaron al quinto set. Y allí le aplicó la españolinha, y comenzó a realizar su juego de campeón. El numero 29 le hacia la vida imposible al número tres de este torneo. Mientras eso ocurría, se llegaba la hora de que la selección española de futbol se mediría con Alemania, en casa, para corroborar aquello que algún día dijeron: “Que el futbol lo inventaron los ingleses para que los alemanes fueran campeones”. Llegamos al restaurante Español, de la orizabeña calle de Sur 3. Las pantallas de televisión listas. Alcaraz sufría pero ganaba, su entrenador Carlos Ferrero, que algún día fue el número uno del mundo y que la gente del tenis lo considera el Carlo Ancelotti, ese que tiene al Real Madrid por las nubes, también sufría. Hasta que llegó el match point y a otra cosa. Las banderas españolas en el restaurante ondeaban entre algunos comensales, mientras comíamos unos tirados, huevos revueltos con frijoles, que allí los hacen de campeonato, España aventajaba y parecía se encaminaban al triunfo. Pero llegó el maldito empate y a tiempos extras, entonces desde el Rey Felipe hasta el más modesto español, comenzaron su sufrimiento. Los bares en España estarían a reventar. Los de copas y pinchos. Tiempos extras y en eso, faltando tres minutos España desempata y a la gloria. Me fui a los diarios españoles. El País y El mundo de España, este último, publicó: “España llora sangre para eliminar a Alemania y llegar a semifinales tras una prorroga agónica e inolvidable”. Y el entrenador: “Era un encuentro entre las dos mejores selecciones y podría haber sido la final de un Mundial”. Eso pareció.
Luego vendría Portugal-Francia, que tiene una anécdota. MBapee, la estrella francés, su ídolo ha sido siempre CR7, el gran Cristiano Ronaldo, de chico en sus redes se puede ver al francés con su cuarto lleno de posters de Cristiano. Hoy se enfrentarían, como ya lo han hecho en otras ocasiones. El rey que seguro le deja la corona al nuevo rey, porque Cristiano y Messi se van pronto y M Bappe será seguro el sucesor, el que cargará la Corona. El juego terminó con el triunfo de Francia en penaltis.
