El debate es un volado. A ver quién gana. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
CON LOS HIJOS NO (PARTE II)
En un campo de batalla, sea Gettysburg o cuando Villa tomó Torreón, al final de la batalla se tienen que contar los caídos y heridos, hacer un recuento de los daños. Así ocurrió el otro día en que a Xóchitl Gálvez le abollaron un poco la corona de la oposición y tuvo que resguardarse sin hacer campaña, por el affaire del hijo que, tomado lo agarraron bronqueando a unos cadeneros de un antro. Se volvió tendencia nacional y al hijo le asestaron una de ‘borracho’. En la guerra y en el amor todo se vale, habrán dicho. Es ahora o nunca, lo rematarían. Xóchitl se resguardó, pero un día después salió a los medios, luego de que ella y su hijo el agraviado se disculparan. Habló ante los dos más vistos y escuchados, con Azucena y con Ciro Gómez Leyva. Agradeció a doña Beatriz Gutiérrez Müeller, esposa del presidente, la solidaridad con su hijo. Pero culpó al equipo de Claudia Sheinbaum, sin duda, de que allí había salido ese mortero que dispararon a su persona, la finalidad era, dicen los que saben de estas cosas, bajarle un poco el ánimo para que, al llegar al Debate del domingo, apareciera con los ánimos caídos y con la dinamita o la pólvora quemada. Pero no se arredró, Xóchitl dijo que su hijo tuvo una falla, pero que no es como los hijos mayores del presidente, respetando al más chico, que esos están hasta las manitas de corrupción por ser parte de un entramado donde amigos de ellos se han beneficiado de contratos al Tren Maya. Esta historia continuará, seguro. A cada acción obedece una reacción, diría Kamalucas, un filósofo de mi pueblo
LOS DEBATES PRESIDENCIALES
El domingo debaten por primera vez las dos mujeres y el dientón hombre. Lo harán en la sede del INE. Desde los tiempos de los griegos se debate en la política, el país más antiguo del continente, pero aquellos eran unos tribunos y oradores excepcionales. Uno recuerda debates importantes. El de Kennedy con Nixon, cuando apenas la televisión irrumpía en los debates y quiénes la escucharon por radio dijeron que Nixon había ganado, pero quienes la vieron por televisión, apostaron a Kennedy, porque el joven bostoniano de Massachusetts se veía apuesto, guapo, fresco y radiante y Nixon, flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones.
En México hubo uno que resaltó, no por lo que se acusaron los candidatos. Era la época de Peña Nieto, que resultó ser un chafa presidente. Pero la joya de la corona fue Julia Orayén, modelo del IFE que se encargaba de llevar la burbuja de cristal, donde salían sorteados los turnos de los candidatos. La llamaron ‘La edecán que calentó el debate presidencial”. Iba con un vestido blanco, todo pegado al cuerpo, blanca y radiante va la novia, dijera la canción. Al candidato Quadri se le cuadraron los ojos cuando daba su paseíllo y le veía el lindo trasero a la Jeniffer López. Con un escote que casi se le veía hasta el ombligo, la chica fue la ganona del Debate, de allí partió a hacer modelaje con la revista Playboy, versión mexica, fue contratada por las grandes revistas y todavía no aparecía el internet, si no hubiera sido gran influencer o con su página de Onlyfans.
El otro debate que trascendió, fue solo porque el ganador, AMLO, le cantó una cancioncita de coro a Ricardo Anaya, con letra casi de Cri Cri, el Grillito Cantor, AMLO le disparó: “Ricky, rickyn, canallín”. Alguien le puso música y la lanzo a las pocas redes del Youtube.
¿Ahora quién ganará y cuál será el suceso a comentar?