Acertijos

Gilberto Haaz Opinión

De AMLO: “La alianza de Morena con expriistas es buena, aunque se hayan portado mal”. Camelot.

Gilberto Haaz Diez

LAS TRAICIONES

Víspera de Navidad, cuando el alma debe entrar en sosiego y los rezos al Niño Dios constantes, para que haya salud y bienestar en cada una de las casas veracruzanas, víspera de eso llegó el Día de los Traidores. Apenas ayer en la tele se vio el acto de la traición. Sucede que dos exgobernadores priistas, Alejandro Murat y Eruviel Ávila, con otros conspicuos judas, anunciaron una llamada Alianza Progresista (algunos le llaman Primor) y se fueron con la Sheinbaum, después de haber estado 28 o 29 años mamando de la ubre priísta, que les dio todo: poder y dinero y haciendas y reinados. Pero el mundo está lleno de traidores, estos Murat se pintan solos, el padre, José Murat Casab, era asesor y cobrando lindo con JDO, y cuando este cayó en desgracia, lo abandonó, salió por piernas y no tuvo el valor de ir a pedir clemencia con el presidente Peña Nieto, que lo recibiría por ser quien era, un exgobernador y priísta distinguido. Pero no, he allí que este Judas emprendió el vuelo y abandonó a su antiguo patrocinador, el ex gobernador de Veracruz. La Sheinbaum les abrió los brazos, les dijo bienvenidos, pero aquí no hay chamba. Uno de ellos, Eruviel Avila, grabó un video donde dice que no quiere chamba ni hueso, ya veremos, al momento en las redes le exhibieron un comentario donde decía que la Sheinbaum no servía para nada y que no era capaz de gobernar. C’est la vie, diría el francés Lartigue. El asunto es qué pensarán los morenitas fieles a su partido, que la candidata esté tomando a las rémoras y bazofias que no quedaron satisfechas con la decisión presidencial y que, peleados con Alito Moreno, que también no canta mal las rancheras, se fueron a la banqueta de enfrente, cuando, si fueran hijos bien paridos, se hubieran retirado este año de elecciones a sus ranchos o haciendas que mucho les dio la revolución príista, pero no, van por el hueso aunque lo nieguen y ya solo falta la joya de la corona, el ex gobernador que entregó el Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, el primo de Peña Nieto, que está en espera de ser llamado en su turno al bat. Puros chaqueteros.

EN VERACRUZ

En Veracruz hubo una alianza y una traición. La alianza fue del panista, Julen Rementería, que se bajó de la contienda y se sumó a Pepe Yunes, en un video expresa el desastre de este gobierno y se suma por el bien de Veracruz, dejando los asuntos personales, diciendo de Pepe Yunes: “Es una gente de bien, buen candidato y debe ganar”. Hay que recordar que si en la pasada elección, PAN y PRI se hubieran aliado, esta desgracia que le tocó a Veracruz no hubiera llegado. Los votos fueron: Cuitláhuac, 1 millón 667 239 votos. Miguel Ángel Yunes Márquez: 1 millón 453 mil 938 votos, y Pepe Yunes: 528 mil 663 votos. Esas sumas, si se vuelven iguales en porcentajes, darán al PRI/PAN/PRD el triunfo, aunado a eso van contra una zacatecana, como gritan desde la oposición.

La traición llegó de parte de Anilú Ingram. La escribe el periodista Gustavo Cadena Mathey: “El relato de esta perfidia se resume así. Anilú le llama a un conspicuo verde, quien presuroso la comunica con su amigo de la infancia, el Güero Manuel Velasco Coello, quien orquesta esta puñalada al PRI, ofreciendo como carne de cañón a la diputada local y así se da el encuentro brevísimo con Claudia Sheinbaum, a estos modernos Judas Iscariote a los cuales no tengo duda, serán echados a su tiempo y su paraíso será un infierno”.

Eso si gana Sheinbaum, o si en Veracruz triunfa Pepe Yunes, agárrense de las manos, diría aquel Puma cuando cantaba así.

Caras vemos, traiciones no sabemos.

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