*Y marcharon y llenaron el Zócalo. Y algunas ciudades, impactaron. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
LA GRAN MARCHA
Temprano comencé a monitorear los sitios donde se daría la Gran Marcha, quizá como aquella del gran Martin Luther King, aunque la de él, en 1963, en Washington, era por la lucha contra el racismo y la libertad de la gente de color. En la televisión con Foro TV algunos gritaban: “Somos muchos y nos faltó Zócalo”. En Orizaba, una de las cien ciudades designadas en el espectro del país, temprano en el Parque Castillo comenzaron a reunirse los convocados, ellos mismos que con su ropa blanca y rosada y sus gorras, por si aparecía el sol, comenzaron a llegar al céntrico parque chayotero. A las 11 el Zócalo capitalino, lleno, bellísimo, era la otra protesta que se fijaba en favor de la democracia, del INE, de la defensa del voto y de que la libertad electoral siguiera imperando en México, en todo el país. El asunto que seguro resolverá la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque los legisladores, con mayoría de Morena, ya le dieron el visto bueno. Falta la decisión mayor, la de la Suprema. El mundo mientras veía en otros países, en algunas embajadas donde mexicanos y mexicanas se concentraban en esos países lejanos, aunque la lejanía no era obstáculo. Era la decisión de muchos y muchas de respetar los lineamientos de los órganos independientes, los que no dependen del presidente. Hago un pisa y corre al orizabeño parque Castillo. Veo a la gente llegando, los comercios abrieron todos y en paz, algunos como un taquero en la peatonal calle Madero encargó el triple de carne, porque al rato la venta crecerá. La televisión monitorea al país: Veracruz, Xalapa, Guadalajara, León, Boca del Río, Nuevo León, todas las ciudades donde la gente se reúne. Los oradores toman el micrófono. Los ya designados. Acto que sirve para que la historia registre la segunda marcha popular, la otra fue el 13 de noviembre, y ahora esta, que se apunta como un éxito.
CON HECTOR YUNES LANDA
Sucede que Héctor Yunes Landa (27 de septiembre de 1958 (edad 64 años), Soledad de Doblado), había invitado a desayunar en Veracruz a mi hermano Enrique y a mi mero, para lo que viene, que no es otra cosa que la candidatura a la gubernatura, donde, dice y asegura, ya anda recorriendo y llegará a los 212 municipios. Es el que publica a diario en su tuiter o redes que ya faltan tantos días, para que se vaya esta pesadilla que hoy gobierna Veracruz. Primo del ex gobernador Miguel Ángel, de familia toda de Soledad de Doblado, y tío de los chamacos Yunes (bueno, chamacos para nosotros los veteranos de West Point) Héctor contendió en 2016 y quedó en segundo lugar, cuando Miguel Ángel ganó aquella elección y a Cuitláhuac lo mandaron al tercer sitio. No perdió por mucho, eso le da fuerza y ánimo para ir por la otra vuelta. La segunda será la vencida, apuesta y lo grita a los cuatro vientos. Sabe, piensa y cree que esta vez cambiarán de gobierno, con una alternancia. Viene a Orizaba hoy mismo en proselitismo y seguramente se reúne con el alcalde JM10, dos priístas en la mesa. Presidente de Alianza Generacional, programa un gran evento con mujeres en el Día Internacional de la Mujer, el 5 de marzo en el Teatro Clavijero con invitadas de lujo: Dulce María Sauri Riancho, Beatriz Pagés Rebollar, la hija de la leyenda, Pepe Pagés, oradora del Día de la Marcha a favor del INE; Lía Limón, una excelente alcaldesa de Álvaro Obregón y Angélica de la Peña Gómez, la brillante senadora. Será un buen evento y se espera la asistencia de Paty Lobeira de Yunes. Héctor programa su llegada a la Cuenca, para entrevista en XHJF Radio, en el noticiero de Ana María Vela y en el diario Crónica de Tierra Blanca. Venga, pues.