*Lo dijo Benjamín Franklin: “La cerveza es la prueba de que Dios nos ama y quiere que seamos felices”. Camelot.
Gilberto Haaz Diez
AQUELLA GRAN CERVECERA
Los mercados bursátiles se sacudieron y operaron con beneplácito. Sucede que FEMSA anunció que, ahora sí, va a salir del negocio de la cerveza. No como en 2010 que, como estampitas, cambió sus acciones en cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, por una parte, de las de la holandesa. Era cervecera de indios y terminó siendo holandesa. Aquí en Orizaba vivimos la vida loca al amparo de la Cervecería Moctezuma, que elabora las mejores cervezas del mundo con el agua y el clima de Orizaba. En su época de gloria, 1896, con un grupo de inversionistas, donde luego llegó la familia Suberbie, esta empresa llegó a tener 5 mil trabajadores entre obreros y gente administrativa. Hoy apurado tiene unos 900, por la modernización tecnológica. Pero al amparo de la cervecera algo creció la ciudad, no tanto como Monterrey que, al cobijo de la cervecera y luego la vidriera y cartonera crearon la mejor ciudad de México. Aquí algo nos faltó. A veces la cervecería solo regalaba unos cuantos balones de futbol, pero en fin esa es otra historia. Cuento esto porque Femsa se sale del negocio de la cerveza, por una estrategia, son dueños de casi 19 mil tiendas Oxxo y en Estados Unidos, adonde quieren expandirse, no les permite la legislación que, si son dueños o accionistas de cerveceras, llegar con ese tipo de tiendas. Heineken anunció que ella absorbía mil millones de dólares, los demás se van a la Bolsa de Valores. Se cierra así un ciclo cuando Bailleres les vendió a los holandeses, después de fusionar las dos cerveceras, la Cuauhtémoc y la Moctezuma, y yo mero recuerdo cuando las cervezas mexicanas comenzaron a exportarse, un día estando cerca de Houston, en un pueblito llamado Logan, entrando a un restaurante vimos en una mesa a un comensal texano con una cerveza XX, y con el símbolo en la etiqueta: elaborada con el agua y el clima de Orizaba. Nos dio mucho orgullo.
WIKIPEDIA Y LAS CHELAS DE MONTOSA
En 1894, en la ciudad de Orizaba, cerca de la estación del ferrocarril, es fundada la Cervecería Guillermo Haase y Cía. por Enrique Mantey y Guillermo Haase (este debió haber sido mi tío, pero no lo sabía), para posteriormente en 1896 convertirla en una Sociedad Anónima bajo el nombre de Cervecería Moctezuma, S.A. y permitir de esta forma la inclusión de capital alemán por medio de los Señores Adolph Burhardt Cuno Von Alten y la Señora Emilia Settekorn de Mantey, así como capital francés representado por la familia Suberbie, teniendo como intermediario a la Société Financière pour l’Industrie au Méxique. Esta nueva cervecería, con su maestro cervecero Adolph Burhardt, inicia con un portafolio de marcas de cerveza tipo Pilsener La Luna, La Flor, La hija de Moctezuma y Juárez con una producción anual de 10 000 barriles diarios, aprovechando los escurrimientos de agua del volcán Citlaltépetl o Pico de Orizaba. Luego nacerían las clásicas, entre ellas la cerveza Sol, que inicialmente era bebida de los albañiles y un día, de la noche a la mañana, se convirtió en cerveza de postín y la tomaban lo mismo artistas de Hollywood que fifís mexicanos. Los albañiles la pusieron de moda. Esa cerveza no fue creada por ellos, la Cervecería Moctezuma adquiere la Cervecería El Salto del Agua en 1912, y con ella la cerveza El Sol, de fama mundial posteriormente. Orizaba ha bendecido la cerveza, aquí nació esa gran cervecera, aquí se formaron familias y mucha gente encontró trabajo bueno y por siempre, me imagino que bien pagados, todos algo estamos ligado a la cervecería, uno veía los trabajadores muy de madrugada ir con su lonchera en mano rumbo a la cervecería, cruzar la alameda rumbo a la sur 10, sede de ese emporio cervecero. Y a la salida, encontrar en la puerta a los vendedores, que les fiaban las cosas y llegar los días de cobro. Orizaba le reconoce con un evento anual llamado BeerFest, ahora en Casavegas, donde por cuatro días se exhiben y venden todo tipo de cervezas, desde las clásicas hasta las artesanales. Uno recuerda aquí a un gran distribuidor, la familia Montosa, empresa fundada en 1910, por un inmigrante español, don Salvador Jiménez Montosa, que ahora van en la cuarta generación con 113 años de trabajo. Es de los pocos negocios que aún están concesionados, por lo bien que han servido en la distribución de las cervezas. Da trabajo a cientos de gente, una empresa que fue y es operada primero por el abuelo y padre, luego por el hijo, Francisco Jiménez Espinosa, un hombre preparado, estudiado y muy leído, contador público y gran empresario, fundador del nuevo ciclo Canaco, que daba por la ciudad muchas cosas positivas, vivía para su empresa y daba alma y corazón y vida por su negocio y es legendaria aquella Beer House en las ferias Expori, ahora por los hijos, la cuarta generación, Francisco y José Manuel Jiménez Balmori, que han elevado el negocio y no ha caído, al contrario, han expandido a aperturar tiendas como 7/24, que en las esquinas de la ciudad son un orgullo y necesidad para la compra de los vecinos y a la fecha son 146 tiendas. Orizaba está en buenas manos empresariales, en el asunto de la distribución de esas chelas. Larga vida a la Moctezuma, aunque se llame holandesa.
Bien lo dijo Platón: “Quien inventó la cerveza fue un hombre sabio”. O sea, a chupar, pero con moderación. No se aloquen.